El gobierno de Japón decidió hoy declarar un nuevo estado de emergencia sanitaria en Tokio debido al aumento de contagios de COVID-19, lo que complica aún más el panorama para los Juegos Olímpicos, que está previsto inicien en 15 días.

El estado de emergencia es el cuarto aplicado en Japón desde el inicio de la pandemia, y estará en vigor desde el próximo lunes hasta el día 22 de agosto, lo que coincidirá de pleno con la celebración del evento deportivo.

El gobierno ha vuelto a recurrir a esta medida excepcional debido al repunte del virus en la capital, y en especial por el rápido avance de la variante Delta, y con la idea de “evitar una expansión de los contagios a otras partes de Japón”, según dijo hoy el primer ministro nipón, Yoshihide Suga, en una rueda de prensa.

El líder nipón reiteró su compromiso para organizar unos Juegos Olímpicos “seguros” en plena pandemia, aunque admitió que van a celebrarse en un formato “anormal” que incluirá restricciones sin precedentes para los atletas y otros participantes extranjeros.

Los anfitriones ya habían decidido vetar la entrada al país de turistas foráneos durante los Juegos y celebrar los eventos con un número limitado de espectadores locales, aunque ahora se plantean que las competencias sean a puerta cerrada en la mayor parte de los casos.

“Dije anteriormente que si íbamos a estar bajo estado de emergencia, deberíamos considerar unos Juegos sin espectadores”, señaló Suga acerca de la cuestión del público.

Más tarde, la presidenta de los Juegos, Seiko Hashimoto, declaró en una reunión informativa que tras las conversaciones sostenidas este jueves entre el gobierno, organizadores y los representantes olímpicos y paralímpicos, se tomó la decisión de celebrar las competencias sin público.

Hashimoto sostuvo que era “lamentable” que el evento debiera celebrarse en un formato limitado y expresó sus disculpas a quienes habían comprado boletos.

Suga también quiso reincidir en el mensaje de que las autoridades niponas aplicarán férreos controles sobre todos los participantes extranjeros que viajen a Japón con motivo de los Juegos, desde atletas hasta representantes de comités nacionales y periodistas.

“Todos vienen a Japón después de realizarse dos pruebas PCR y más pruebas de forma diaria tras su llegada, de este modo prevenimos los contagios en Japón. La mayoría vienen también vacunados y estarán controlados porque se desplazarán solo por lugares como sus hoteles y otros sitios indicados con antelación”, dijo Suga.

Y es que son muchos los nipones que no se explican cómo el mismo gobierno que lleva meses pidiéndoles evitar desplazamientos no esenciales por el riesgo de contagios, sigue adelante con su plan de celebrar unos Juegos que conllevarán la llegada al país de unos 11,000 atletas olímpicos y paralímpicos y en torno a 80,000 participantes foráneos más.

Los expertos médicos que asesoran al gobierno ya habían advertido de que el movimiento de personas que acarrearán los JJOO combinado con la circulación de nuevas variantes del virus supondrá un riesgo excesivo, por lo que recomendaron la celebración del evento a puerta cerrada.

Japón, que desde el inicio de la pandemia nunca ha aplicado el confinamiento obligatorio de su población, lleva la mayor parte de lo que va de 2021 con Tokio y otras de sus principales regiones bajo estado de emergencia sanitaria.

En el marco de esta medida las autoridades locales han aplicado restricciones que han afectado sobre todo a los bares y restaurantes, que han visto limitados sus horarios de apertura o a los que se ha prohibido servir alcohol, algo que volverá a estar en vigor bajo el nuevo estado de emergencia.

La estrategia nipona, que también incluye el blindaje de sus fronteras desde hace más de un año, ha servido para evitar un colapso generalizado del sistema sanitario como se ha visto en otros países, aunque no ha impedido que el virus siga circulando ni ha evitado la entrada de las temidas nuevas cepas.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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