Cuando se habla de películas dirigidas al público infantil, se piensa en superhéroes, fantasía, monstruos y dragones. Sin embargo, cuando se habla de gustos cinematográficos particularmente en niñas, puede que se piense en los clásicos de princesas de Disney: Blancanieves, Cenicienta, La Bella, Aurora, entre otras, pues socialmente, se han asignado “personajes” por género. Los niños son asociados con superhéroes de mundos fantásticos y las niñas con la típica “damisela” en apuros o en busca de un príncipe.

La estructura de los largometrajes infantiles, reflejan en su mayoría narrativas distintas que transmiten, por costumbre, modelos arquetípicos de género. Si bien, desde hace algunos años, la demanda social orilló a Disney y otras productora a abordar de una manera diferente las representaciones femeninas en sus historias, tal es el caso de Valiente y Frozen.

Y aunque aún hay un gran camino por recorre, surge la pregunta ¿cuál es la importancia de la representación de niñas y mujeres en el cine, la televisión y los medios de comunicación?

No es un secreto que por medio de las representaciones, el público se puede identificar con los personajes, con las historias, pero también tienen juegan un papel importante en las construcciones sociales, culturales, y políticas de los individuos.

¿Qué ha pasado con los roles de princesas representados por mujeres jóvenes, vulnerables por estrato y condición económica y social, cuya salvación se encuentra en hombres representados como adinerados, poderosos y fuertes? ¿qué tipo de mensajes se plasma en esas películas y cómo los reciben las niñas?

Es importante generar mensajes para que los niños y niñas sepan que tienen voz, un valor, que los invite a explorar la vida de una forma sana, digna y respetuosa; a su vez, por medio de las representaciones, podemos dignificar y resignificar el papel que tienen las niñas, futuras mujeres en la sociedad, su entorno, su manera de relacionarse y formar vínculos sanos.

Se trata de abrir un mar de posibilidades, donde las aspiraciones no se limiten a la búsqueda de un príncipe protector. Tampoco se trata de estigmatizar las relaciones amorosas. Es abrir narrativas donde cualquier camino sea una opción entre los miles que se pueden seguir. Con ello, se fomenta el empoderamiento femenino, pues se rompen estereotipos.

Los medios de comunicación no son la única solución, pero son fundamentales para normalizar el libre albeldrío, las heroínas, las mujeres en puestos de poder, la soltería, las deportistas, la necesidad de tomarse un tiempo para descubrir qué se quiere hacer, la libertad sexual, la ciencia… se normaliza la LIBERTAD y la EQUIDAD. Son indispensables para lograr una representación digna y libre de etiquetas.

Para conmemorar esta fecha, seleccionamos algunas películas que reivindican el papel de la representación de niñas en el cine:

La bicicleta verde

Dirigida por Haifaa Al-Mansour con Reem Abdullah, Waad Mohammed, Abdullrahman Algohani, Sultan Al Assaf y Ahd Kamel

Akeelah and the Bee

Escrita y dirigida por Doug Atchison con Keke Palmer , Laurence Fishburne, Angela Bassett y J.R. Villarreal.

Matilda

Dirigida por Danny DeVito, basada en la novela homónima de Roald Dahl y protagonizada por Mara Wilson.

La princesa Mononoke

Película animada japonesa escrita y dirigida por Hayao Miyazaki y producida por Studio Ghibli.

Intensamente


Película animada dirigida por Pete Docter y Ronnie del Carmen, producida por Pixar Animation Studios y distribuida por Walt Disney Pictures.