Manifestantes tomaron temporalmente las instalaciones de planta compresora de TGP en Cusco.
Manifestantes tomaron temporalmente las instalaciones de planta compresora de TGP en Cusco.

Las violentas y subversivas continuaron ayer y se registraron desde la mañana, afectando esta vez a empresas que ya no solo son del sector agroindustrial o de alimentos, sino también del energético.

Además de registrarse ataques en las instalaciones de Danper y Laive en Arequipa, también se observó la invasión, en Cusco, de la planta compresora de Transportadora de Gas del Perú (TGP), compañía que se encarga de transportar el gas de Camisea.

El caso de esta última generó especial tensión porque se trató del ingreso no autorizado de más de 100 personas al perímetro de la Planta Compresora Kámani de TGP, ubicada en la provincia de la Convención (Cusco).

La compañía, según refirió mediante un comunicado, informó en su momento a los manifestantes sobre el riesgo de cualquier daño a la infraestructura, donde se trabaja con hidrocarburos de alta presión.

Perú21 supo que aproximadamente a las 16:30 horas los manifestantes ya habían sido retirados de las instalaciones. Sin embargo, a dicha hora aún estaban cerca de la planta, explicó una fuente de este medio.

César Paricahua Flores, subprefecto provincial de la provincia de La Convención (Cusco), comentó que pese a la tensa situación no hubo daños.

“No han causado ningún destrozo porque es muy delicado prender fuego allí y tampoco hay personas lesionadas porque entre ellos (trabajadores y manifestantes) se conocen”, comentó a Perú21.

Empresas de alimentos

Otra de las empresas que se vio afectada, y que en este caso sí sufrió graves daños fue Danper, del rubro agroindustrial y alimentos. Si bien esta es originaria de Trujillo, la que fue víctima de un violento ataque fue su planta en El Pedregal, sector ubicado en el distrito de Majes, de la provincia de Caylloma (Arequipa).

“La turba de delincuentes incendió algunas oficinas y un almacén de materiales en esta planta, situación que ha sido controlada por nuestra brigada de emergencia gracias al sistema contra incendios que tenemos implementado”, informó la compañía en un comunicado.

Además, aclaró que no hubo pérdidas humanas que lamentar. “Nuestra prioridad ha sido salvaguardar la vida, seguridad e integridad de nuestros trabajadores por lo que suspendimos las labores en nuestras operaciones desde ayer”, destacó Danper.

Otra empresa perjudicada fue Laive, cuya planta de acopio ubicada también en El Pedregal fue saqueada la tarde de ayer por cerca de 100 personas y luego fue incendiada.

Los atacantes ingresaron a las instalaciones y robaron computadoras y otros equipos, para luego incendiar parte de la infraestructura de la empresa. No obstante, los trabajadores y el personal de seguridad no sufrieron daños úes pudieron ponerse a resguardo a tiempo.

Un día antes, la planta de la empresa Gloria fue brutalmente atacada y sus instalaciones quedaron inutilizadas (ver pág. 18).

Atacan agroexportadoras en Ica

Las manifestaciones violentas en Ica también continúan. Esta vez, desde las 4:00 a.m., los vándalos –que se hicieron pasar por manifestantes– se organizaron a través de grupos de WhatsApp para atacar e incendiar las instalaciones de empresas agroexportadoras en la mencionada región.

En los mensajes que intercambian los revoltosos puede leerse frases como “muchachos todos vamos a quemarlo” y también envían audios donde se informa cuáles son los fundos que están abiertos y por dónde ingresan los trabajadores, con el objetivo de cometer los ataques.

Por ejemplo, a la empresa agroexportadora Athos llegaron 100 personas a quemar la puerta del local, suceso que se detuvo cuando llegó la Policía.

Por su parte, Darío Núñez, representante del fundo Uvica, denunció en Perú21TV que “hace cinco días no podemos ver nuestros cultivos. A las 5:00 a.m. va gente para no dejarnos entrar, ni siquiera a los regadores ¿Qué es lo que desean? ¿Qué las plantas se mueran?”, expresó.

Además, dijo que sus trabajadores no están apoyando a los vándalos y que recibe constantes llamadas de los jornaleros, pidiendo no parar las labores en el fundo.

“No se identifican (los manifestantes), son cobardes, vienen todos encapuchados. En Ica hay muy pocos policías y no se dan abasto”, aseguró.