El expresidente José Santos Zelaya, líder histórico del partido liberal, murió en el extranjero, exiliado desde que abandonó el poder en 1909. Sus restos llegaron Nicaragua en octubre de 1930. Inmediatamente, los expresidentes Adolfo Díaz y Emiliano Chamorro, caudillos del partido conservador, anunciaron que no asistirían a los funerales de Zelaya. El cadáver de Zelaya había llegado en un buque al puerto de Corinto, donde se escucharon 21 cañonazos cuando el cuerpo del exmandatario fue bajado a tierra…
La información anterior es parte de la historia de Nicaragua y se puede encontrar en la edición del domingo 12 de octubre del año 1930, de un periódico que se editaba en esa época, hace casi 90 años y que se llamaba La Noticia, dirigida por el maestro del periodismo Juan Ramón Avilés.
A su vez, un ejemplar de ese periódico de esa fecha está, junto a miles de “joyas” de documentos sobre la historia de Nicaragua y la región, en el Instituto de Historia de Nicaragua y Centroamérica (IHNCA), adscrito desde 1990 a la Universidad Centroamericana (UCA).
Allí, debidamente conservados, archivados en orden y bajo los cuidados de manos especializadas, se encuentran varias colecciones de documentos de texto, audio y video que relatan y retratan lo que ha ocurrido en Nicaragua desde el siglo XVIII inclusive. Hay revistas de toda temática, especialmente del siglo XX. Periódicos del siglo XIX. Libros escritos aún en castellano arcaico. Mapas que ayudan a explicar cómo ha cambiado la cartografía de Centroamérica desde hace varios siglos. Una colección de cerámica precolombina. Otra colección de libros de Rubén Darío. Fotografías de la historia reciente del país y también de años anteriores.
Incluso, en palabras de la directora de la biblioteca del IHNCA, Lissette Ruiz, hay hasta una enciclopedia heráldica, única en Nicaragua, que es de mucha ayuda para quienes se dedican al estudio de la genealogía.
Una nueva etapa
El IHNCA está haciendo cambios importantes para brindar más y mejores beneficios a sus usuarios. Se va a habilitar uno de los dos pisos del edificio para ampliar la sala de consultas, explica el vicerrector de la UCA, Jorge Huete Pérez. La idea es que al IHNCA lleguen, no solo estudiantes y estudiosos de la historia, sino la población en general. “Esto no es solo para los historiadores. Es para todos. Es para conocer la verdad (sobre la historia de Nicaragua), lo que pasó, qué decía un documento en verdad”, expone Huete Pérez.
Otro proyecto del IHNCA —agrega Huete Pérez—, es “democratizar” toda la documentación, la que sea de dominio público, digitalizarla y ponerla en línea para que esté al alcance de toda la población no solo nicaragüense sino también extranjera.
La UCA, a partir de este año 2018, según Huete Pérez, ha triplicado el presupuesto que asigna al IHNCA para que se logren los objetivos propuestos por la institución. Una parte de esos recursos proviene de la asignación que el Estado otorga del 6 por ciento a las universidades. Una buena cantidad de ese dinero se destina para la preservación de los documentos, los cuales deben estar en un ambiente adecuado para que no sufran daños. El IHNCA debe contar con climatizadores y aparatos para digitalizar los documentos en sus diferentes formatos de texto, audio y video. La mayor inversión está en lo tecnológico, en lo cual se gastarán unos 600 mil dólares en este año 2018.
Un valor incalculable
Al IHNCA llegan diferentes personalidades, no solo del país sino también extranjeros. Grandes investigadores e historiadores. Allí también se realizan presentaciones de obras académicas, de las artes y de la cultura en general. Para el vicerrector Huete Pérez “el impacto del IHNCA en la sociedad es muy importante”. “Su proyección cultural no tiene comparación a nivel nacional”, dice el académico.
La directora de la biblioteca del IHNCA, Lissette Ruiz, señala que conocer la historia le da a las personas más identidad como nicaragüense y que si se acercan al IHNCA pueden descubrir riquezas en conocimiento acerca de diversos aspectos de la historia de Nicaragua. “La falta de cultura nos empobrece a nivel de conocimiento”, explica.
Para entrar al IHNCA, las personas solamente deben cumplir requisitos mínimos, como identificarse y anotarse en un libro y luego respetar normas de conducta dentro del recinto, el cual está en la UCA.
