Susana Altamirano Balderas, madre de Saúl Fernando de 5 años y ocho meses de edad, señaló que su hijo desde hace cuatro años está en espera de recibir un implante coclear que le permitiría escuchar; sin embargo, en el Centro de Alta Especialidad “Doctor Rafael Lucio” se lo han negado en varias ocasiones porque además desarrolló un trastorno del espectro autista.
“Suplico a quien se apiade de nosotros para que pueda tener un implante coclear; mi hijo se quedó sordo cuando tenía un año y desde entonces hemos luchado por conseguir un implante coclear, fuimos al CAE porque ahí se lleva a cabo el programa, pero la encargada del programa nos hizo saber que mi hijo tenía una doble condición, ya que no actuaba como un sordo puro y desarrolló trastorno del espectro autista. Ha sido rechazado desde 2017 de todos los programas de implante coclear”.
Narró que ha tenido que renunciar a su seguro social —a pesar de haber tenido cáncer de tiroides— para que aceptaran a su hijo, y aún así en el CAE le siguen negando la atención.
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Uno de los requisitos es que el niño desarrolle el lenguaje, pero su hijo no habla y no escucha nada; además, los auxiliares auditivos que donó el DIF no le están dando la ganancia para su avance.
“Los especialistas nos han dicho que el implante coclear está altamente recomendado para la condición de mi hijo. En el CAE nos han rechazado una y otra vez, ellos argumentan que el Gobierno del estado donan estos implantes a quienes tienen mejor posibilidad de aprovecharlo porque es carísimo”.
Recordó que un implante coclear tiene un costo de 650 mil pesos y que para ella que trabaja en el sector privado con un sueldo moderado es imposible conseguir por la vía privada este implante.
