Más de 37 multas al día pone el radar de Alfonso Molina a la altura de Palavea

Más de 37 multas al día pone el radar de Alfonso Molina a la altura de Palavea
El radar se encuentra en el kilómetro tres de la AC-11, donde se instaló hace casi diez años, para multar a los que sobrepasaban los 80 kilómetros por hora | pedro puig

Subiendo la cuesta de Alfonso Molina, justo a la altura de Palavea, existe un radar que se instaló hace años, después de una serie de espectaculares, aunque incruentas, salidas de vía que pusieron de relieve que muchos conductores cogían esa cura por encima de los 80 kilómetros por hora. Desde entonces, no han vuelto a registrarse siniestros semejantes, aunque a diario se producen otra clase de desgracias: el aparato llega a multar a más de 37 conductores al día, lo que lo convierte en uno de los más sancionadores de toda la comunidad.
 

Los datos se los ha proporcionado la Dirección General de Tráfico (DGT) a Automovilistas Europeos Asociados (AEA). y corresponden al año pasado, en el que se ha registrado un importante incremento de las multas no con respecto a 2020, sino en los últimos diez años. 
 

De hecho, el radar de la AC-11, con sus 13.755 sanciones en 2021, solo ocupa el quinto puesto en sanciones en la comunidad autónoma, por detrás del que se halla en el kilómetro 9 de la A-55 (40.698), en Pontevedra; el del kilómetro 545 de la A-8 en Lugo (20.626); del kilómetro 551 de la N-120, en Ourense (17.814), y  del kilómetro 12 de la A-55 en Pontevedra (16.482).
 

Hace unos años, el radar de Alfonso Molina se encontraba en el tercer puesto de los que más multaban en la comunidad autónoma, pero en los últimos años ha descendido en el ránking. El de Alfonso Molina es alto, pero no supera, por ejemplo, las 13.955 infracciones por exceso de velocidad registradas en 2015. Sin embargo, el ascenso es notable respecto a 2019, cuando fueron solo 7.513 infracciones. 
 

Recuperación del tráfico 

Este incremento, indica, sobre todo, la recuperación de la movilidad en 202. En una intervención pública realizada justo antes de la operación salida, la responsable de la Jefatura Provincial de la DGT, Victoria Dobao, consideraba que por fin se había vuelto a los niveles de circulación prepandemia. 
 

Eso quiere decir que cada día se registran de media cerca de 119.000 viajes por Alfonso Molina, lo que hace de esta vía una de las más transitadas de la comunidad, por lo que el vehículo privado se ha recuperado antes que el público. 
 

Como ya se ha dicho, el radar de Palavea se instaló allí en noviembre de 2012 después de que se registraran varios siniestros, algunos espectaculares, con salida de vía y vuelco incluido, provocados por exceso de velocidad, pero ninguno con víctimas mortales o siquiera graves.
 

Los informes redactados por la Unidad de Atestados de la Agrupación de Tráfico de la Guardia  Civil determinaron que algunos de los vehículos implicados viajaban a 130 kilómetros por hora en una zona de 80, lo que provocaba la salida de vía aunque el firme estaba en buen estado y la curva que allí existe no es pronunciada. Pero, desde que se instaló el radar, no se ha registrado allí ningún vuelco, lo que para la Dirección General de Tráfico es una prueba clara que la política de instalar radares funciona, aunque no sea a gusto de todos.

Más de 37 multas al día pone el radar de Alfonso Molina a la altura de Palavea

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