En San Miguel Chicaj las obras giran en torno a tener menos enfermos

03 agosto 2022

Al menos 24 proyectos en los últimos dos años y medio se construyeron con el fin de disminuir la morbilidad, incluso cuando la mayoría no brinda atención médica.

Además de estar desabastecidos, los puestos de salud no siempre están abiertos para atender a la población, según los vecinos. Foto: Notivisión Pasuj.

Por Carmen Valle

San Miguel Chicaj se encuentra a 10.2 kilómetros de Salamá, la cabecera de Baja Verapaz. Tiene 33 mil 121 habitantes y según la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia (Segeplan), sus principales obstáculos para el desarrollo son formar parte del corredor seco y los altos índices de enfermedades, sobre todo en menores de cinco años.

Segeplan destaca como principales afecciones en el municipio los resfriados, bronquitis y neumonía, diarrea e infecciones intestinales, afecciones de la piel, conjuntivitis y amebiasis. Entre enero de 2020 y julio de 2022 la alcaldía adjudicó 24 obras relacionadas con reducir a los enfermos, incluso aunque no lo aparenten, pues solo tres de ellas son instalaciones médicas.

La primera ocurrió en 2020, cuando se mejoraron los caminos rurales del barrio el Rosario, pues aunque tenían un puesto de salud cerca, este no tenía medicamentos. Por esa razón, los pobladores debían viajar a Salamá en busca de sus fármacos, pero las vías eran intransitables para los carros y caminar de un lugar a otro les llevaría dos horas. El remozamiento costó Q1 millón 920 mil 133.

Al lado de este barrio se encuentra la aldea San Miguel, donde los habitantes obtenían agua de una quebrada, pero esta se acababa durante el verano y el desabastecimiento llevaba a condiciones antihigiénicas en los hogares, de acuerdo con el Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP). A raíz de esto, se amplió el sistema de distribución desde los tanques del casco urbano para llegar a esa localidad, lo cual costó Q1 millón 899 mil 806.

Tres meses más tarde se mejoraron los caminos entre los caseríos Chupel y Buena Vista por Q1 millón 998 mil 431, pues al no tener una carretera adecuada, los cultivos no podían transportarse hacia estos lugares y los alimentos comenzaron a escasear. Lo mismo se hizo en la aldea San Francisco por Q827 mil 356, porque en el verano el polvo proveniente de las vías aumentaba las visitas de los vecinos al puesto de salud por enfermedades respiratorias.

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Lo mismo ocurrió con otras 19 obras, como en el caserío Rincón, donde se pagaron Q549 mil 828 por arreglar las carreteras porque en los baches se acumulaba la lluvia y proliferaron los zancudos. Estas razones también llevaron a asfaltar las calles hacia el caserío Los Encuentros por Q325 mil.

También se construyeron puestos y centros de salud, porque al menos uno de los existentes era muy antiguo y “por eso el ministerio (de Salud) ya no aprobó el uso de instalaciones. Tener a los enfermos sin atención tampoco es bueno para el municipio, porque no pueden recuperarse y en algunos casos no logran valerse por sí mismos”, sostiene el jefe edil, Fernando Calate.

El puesto mencionado por él está en la aldea San Francisco y se adjudicó el 27 de julio. Costará Q873 mil y se realiza en coordinación con la cartera para garantizar que podrá funcionar cuando termine de edificarse. Planea evitar lo sucedido a otras 11 municipalidades, donde se construyeron instalaciones de este tipo valoradas en Q22 millones, pero al no haber coordinación con el ministerio, no hubo aprobación y tampoco se usaron.

“Mejorar la salud es prioridad en ese municipio, porque abundan las enfermedades gastrointestinales, respiratorias, y en los últimos tres años aumentaron los cuadros de hipertensión, diabetes y padecimientos de la piel”, explica el director del área de Salud de Baja Verapaz, Carlos Lix. “La gente no tiene acceso a alimentos sanos, se baña con agua contaminada y con ella lava sus platos sin protección ante los rayos ultravioleta u otros riesgos”, agrega.

A la fecha, San Miguel Chicaj ha invertido Q6 millones 998 mil 565 en ampliar la distribución de agua entubada, registra Guatecompras, pues para 2018 solo uno de cada siete hogares tenía entubado y el resto dependía de fuentes naturales, pozos o chorros públicos.

Como los proyectos anteriores, en estos dos años y medio también se construyeron puentes de hamaca para acceder a médicos sin pasar por un río, mejoramientos de alcantarillado y ampliación de vías para reducir la morbilidad municipal. A esto se destinaron Q20 millones 497 mil 631.

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