Nobel de Medicina 2022 para el biólogo sueco Svante Pääbo por sus descubrimientos del genoma en especies extintas

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El biólogo y genetista sueco Svante Pääbo ha sido distinguido con el Premio Nobel de Medicina y Fisiología 2022, según ha anunciado el Instituto Karolinska de Suecia, por sus descubrimientos sobre «los genomas de homínidos extintos y la evolución humana».

Pääbo (Estocolmo, 1955) es profesor de Biología Molecular Evolutiva en la Universidad de Leipzig (Alemania). Desde 1997 también es director del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Leipzig. En 2018, fue galardonado con el Premio Princesa de Asturias de Investigación y Ciencia.

Considerado como uno de los fundadores de la paleogenética, Pääbo dirigió el proyecto de secuenciación completa del genoma del neandertal. También descubrió que un 2% del genoma de los humanos modernos no africanos proceden del neandertal, por lo que ambas especies se hibridaron

Mientras trabajaba en el proyecto también descubrió un nuevo tipo de homínido, el denisovano, que vivió hace 30.000 años y sus restos fueron hallados en la cueva siberiana de Denísova. Se trata del primer homo extinguido y descrito exclusivamente a través de datos genéticos, extraidos a partir de un fragmento de hueso de dedo.

Padre de la paleogenética

Pääbo ha establecido «una disciplina científica completamente nueva, la paleogenética. Al revelar las diferencias genéticas que distinguen a todos los humanos vivos de los homínidos extintos, sus descubrimientos proporcionan la base para explorar lo que nos hace únicamente humanos«, ha destacado el Instituto Karolinska a la hora de anunciar el premio.

Según prosigue, el galardonado «descubrió que se había producido una transferencia de genes de estos homínidos ahora extintos al Homo sapiens. Este antiguo flujo de genes para los humanos actuales tiene relevancia fisiológica hoy en día, por ejemplo, afectando la forma en que nuestro sistema inmunológico reacciona a las infecciones«.

Svante Pääbo. Foto: Max Planck Institute for Evolutionary Anthropology

Además, el instituto sueco destaca que el galardonado «logró algo aparentemente imposible: secuenciar el genoma del neandertal, un pariente extinto de los humanos actuales». «También hizo el sensacional descubrimiento de un homínido extinto, el denisovano, completamente a partir de datos del genoma recuperados de una muestra de hueso del dedo meñique», ha explicado el Karolinska

Referente mundial

A Pääbo la vocación científica le viene de cuna: su madre, la estonia Karin Pääbo, era química; su padre, Sune Bergström, un bioquímico que compartió en 1982 el Nobel de Medicina por sus estudios sobre las prostaglandinas. Según ha revelado en varias entrevistas, fue el fruto de una relación extramatrimonial entre Pääbo y Bergström, que este mantuvo en secreto a su propia familia.

Pääbo realizó estudios de Historia de la Ciencia, Egiptología, Ruso y Medicina en la Universidad de Uppsala (Suecia), que complementó luego con cursos sobre biología molecular en las universidades de Zúrich (Suiza) y California (EE.UU.). Tras ejercer como docente en los centros universitarios de Uppsala y Múnich (Alemania), fue fichado en 1997 como director del Max Planck de Antropología Evolutiva, donde se convirtió en un referente mundial en Paleogenética.

La fama de Pääbo excedió los límites de la ciencia, y en 2007, tras reconstruir el genoma de los neandertales, fue elegido por la revista estadounidense Time como una de las cien personas más influyentes del año.

Entre sus trabajos más destacados está la secuenciación del ADN mitocondrial más antiguo logrado hasta ahora, un hombre primitivo, a caballo entre los simios que se extinguieron y los primeros humanos. Un genoma que corresponde a un fémur hallado en la Sima de los Huesos de Atapuerca (Burgos, norte de España) de unos 400.000 años de antigüedad y que es el fósil humano más antiguo en el que se ha podido encontrar ADN.

El año pasado, el Nobel de Medicina fue para los investigadores David Julius y Ardem Patapoutian, los descubridores de los receptores celulares que los humanos usan para sentir la temperatura y el tacto. Los premios Nobel están dotados con 10 millones de coronas suecas (900.000 dólares) por categoría. Los premios se entregarán en el aniversario de la muerte de Nobel el 10 de diciembre.

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