carne

La palabra carne sitúa una disposición elemental: la parte blanda y contractil del cuerpo, un tejido o textura con capacidad de generar movimiento o de almacenar su potencia.

Del hebreo basar/בשר (totalidad animal, vegetal o lingüística), del griego sarx/σάρξ [“sustancia” de la que consta el soma (cuerpo)], del latín carō, carnis (parte “material” de un cuerpo).

carō, carnis se asocia con la raíz indoeuropea kreuǝ- (carne viva, sangre, costra). De la cual en griego encontramos kreas/κρέας (carne), en sánscrito kravya/क्रव्य (carne cruda), en alemán kern (núcleo, entrañas). También se asocia con otra raíz del protoindoeuropeo *ker-, *sker- (cortar). Del protoitálico *kerō(n), y este del protoindoeuropeo k(e)rH-n- (trozo) [< *(s)kerH- (separar, dividir)] [Compárese la forma del irlandés antiguo scara (separar) y la del lituano skìrti (separar)].

El cuerpo es el lugar de la carne y la carne es, a su vez, el exceso de cuerpo. Es decir, que es en el cuerpo donde el fenómeno de la carne se hace evidente: la carne sería en ese lugar en el modo de una situación o disposición intersensorial, no como una suma de partes sino como una textura en acto.

La carne no es materia en el sentido de corpúsculos (y su retórica) que se suman o se prolongan para formar los entes. Tampoco es representación para un espíritu, es decir, no es en sí forma o una forma. No es una sustancia entre otras, susceptible de toda clase de estados y de sufrir cambios sin perder su situación de equilibrio, no es pues un componente para “un sujeto sustantivo”, sino su elemento: La carne es elemento o principio de vínculo, un devenir relacional que crea y sitúa la potencia. En su análisis y categorización, en su percepción, diferenciación, ficcionalización, producción o tecnificación -despiece, inclusive-, en definitiva, a través de la subjetivación de la carne se acompaña, fulcra y articula su motilidad en atención a una acción, proceso o fin: su performatividad, el despliegue de su tiempo implicado: el movimiento entramado (entrañado) o su potencia efectiva.

TEOREMA | coreografía, carne y gramática
www.javiermartin.gal | proyecto 20-21 [apuntes]

Algo de lo real del goce se mortifica en la formalización: poetizar es medir. El devenir se comporta como expansión, propagación, ocupación, contagio, poblamiento.

Todo movimiento es de carne. Sus texturas, figuras de la ausencia.

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