Arrestado por corrupción un policía que ejercía de asesor de la familia Bolsonaro

La policía brasileña detuvo este jueves al policía militar Fabrício Queiroz, exasesor del senador Flávio Bolsonaro, como parte de una investigación relacionada con el desvío de dinero durante la legislatura de Río de Janeiro, cuando el hijo del presidente era uno de sus concejales. El Gobierno de ultraderecha recibió la noticia con sumo desagrado. Según el diario paulista 'Folha', Jair Bolsonaro dijo a sus aliados que el poder judicial intenta construir un clima político con el objetivo de sacarlo del Gobierno.

El capitán retirado no cree a estas alturas de su disputa con el Supremo Tribunal Federal (STF) que fuera una coincidencia que el 'caso Queiroz' recobre su ímpetu la misma semana en que han sido detenidos algunos bolsonaristas radicales por la presunta comisión de actos antidemocráticos.

Queiroz no es un personaje desconocido: los medios de prensa lo recordaron mostrando una fotografía del policía y el presidente mientras pescan en un bote. Al caer la noche del jueves, el capitán retirado se mostró "irritado y abatido" por las novedades, según O Globo. Bolsonaro dijo que se trataba de un acto de "persecución" por parte de los jueces. "Parecía que estaban arrestando al mayor matón de la Tierra", dijo. Al ordenar su detención preventiva, el juez Flávio Itabaiana Nicolau consideró que el exasistente de Flávio Bolsonaro y su esposa, Márcia Oliveira de Aguiar, obstruían las investigaciones y amenazaban testigos. Oliveira de Aguiar se encuentra prófuga. El senador dijo que la acción del magistrado es "otra pieza movida en el tablero" para atacar a su padre. "Me enfrento a los acontecimientos de hoy con tranquilidad. ¡La verdad prevalecerá!", pronosticó.

Afectación del núcleo duro

Siempre según 'Folha', varios integrantes del STF creen que esta detención puede tener "consecuencias impredecibles" al haber llegado al "corazón del Gobierno". Uno de los primeros y posibles impactos, añade, podría ser la destitución en el Senado del hijo del jefe de Estado.

Desde hace meses, el mandatario lleva adelante una suerte de guerra personal contra el STF al punto de participar en tres manifestaciones en Brasilia a favor del cierre del Congreso y contra la máxima autoridad judicial. Durante esos actos que se realizaron a pesar de regir una cuarentena, también se reclamó una mayor intervención militar en los asuntos políticos. Bolsonaro ofreció no obstante una prenda de negociación al Supremo y aceleró la dimisión del ministro de Eduación, Abraham Weintraub, nada menos que uno de los integrantes del Gobierno más hostiles hacia el tribunal. Weintraub es integrante de la llamada "ala ideológica" del bolsonarismo que suele exponer los postulados más intransigentes.

Proteger a cualquier precio

Bolsonaro tiene una peculiar relación con sus hijos Flávio, Eduardo, actualmente diputado, y Carlos, el legislador de Río de Janeiro señalado como participante esencial de los grupos que propagan noticias falsas e intimidan a opositores y hasta políticos conservadores en las redes sociales. Su decisión de protegerlos a cualquier precio lo ha llevado a enfrentarse con quien fuera su ministro estrella, el exjuez Sergio Moro, quien abandonó la cartera de Justicia y Seguridad denunciando la interferencia del presidente en las actividades de la Policía Federal.