Papa Francisco: Siempre es posible comenzar de nuevo: no tengas miedo

Celebrando la 9ª Pascua de su pontificado, el Papa Francisco pronunció una homilía en la Misa de la Vigilia Pascual, reflexionando sobre lo que significa ir a Galilea, donde el Señor Resucitado precedería a sus discípulos. "Cristo vivo hoy, siempre ayuda a comenzar de nuevo"... "En la hora de las tinieblas en la que la humanidad se enfrenta a la pandemia y a otros males, los cristianos deben tomar en serio el mensaje pascual del ángel de no tener miedo, con la seguridad de que en Galilea, donde el Señor les precede, se cumplirán sus expectativas, se secarán sus lágrimas y sus temores serán sustituidos por la esperanza". Fue parte del mensaje expresado por el Papa Francisco en su homilía de la Misa de la Vigilia Pascual en la Basílica de San Pedro el sábado por la noche.

No tengas miedos.

Reflexionando sobre el episodio pascual de las mujeres en el sepulcro, el Papa llamó la atención sobre lo que les dijo el ángel. "Maravillados al escuchar las palabras: ¡No tengáis miedo!", dijo el Papa Francisco. "Buscáis a Jesús de Nazaret, que fue crucificado.  Ha resucitado".  Y un mensaje: "Va delante de vosotros a Galilea; allí lo veréis".

Siempre es posible empezar de nuevo

Tras el rito inicial de la bendición del fuego y del cirio pascual en el interior de la basílica, el Papa Francisco y los concelebrantes se dirigieron hacia el altar de la cátedra, con un diácono portando el cirio pascual encendido.  Durante la procesión en la iglesia oscurecida, la llama del cirio se pasó primero al Papa y luego gradualmente a los concelebrantes y al número limitado de fieles.  Después de que el Papa subiera por la nave principal, se encendieron las luces de la basílica.

Al inaugurar la novena Pascua de su pontificado, el pontífice de 84 años reflexionó en su homilía sobre lo que significa ir a Galilea.  En primer lugar, significa empezar de nuevo.  Galilea fue el lugar del primer encuentro de los discípulos con el Señor, su primer amor.  Fue aquí donde le escucharon predicar y hacer milagros. También fue donde malinterpretaron sus palabras y ante la cruz le abandonaron y huyeron.

"A pesar de todo, el Señor les invita a volver a empezar desde donde empezaron. En esta Galilea", dijo el Papa Francisco, "aprendemos a asombrarnos por el amor infinito del Señor, que abre nuevas sendas en el camino de nuestras derrotas".

Por eso, dijo el Papa, el primer mensaje pascual del regreso a Galilea es que "siempre es posible comenzar de nuevo a pesar de todos nuestros fracasos".  "De los escombros de nuestros corazones", indicó.

"Dios puede crear una obra de arte; de los restos arruinados de nuestra humanidad, Dios puede preparar una nueva historia. En estos meses oscuros de la pandemia, el Papa Francisco exhortó a todos a "escuchar al Señor Resucitado que nos invita a comenzar de nuevo y a no perder nunca la esperanza".

Jesús sorprende, hace vivir la fe

"Ir a Galilea significa también emprender nuevos caminos alejándose de la tumba. Para muchos, la fe está hecha de hábitos, de cosas del pasado, de bonitos recuerdos de la infancia, pero ya no es una fe que me mueva, que me desafíe", indicó el Papa.

En cambio, ir a Galilea significa hacer viva la fe y ponerse de nuevo en camino.  Hay que renovar cada día el asombro del primer encuentro y dejarse sorprender humildemente por los caminos de Dios. "Dios no puede ser archivado entre nuestros recuerdos de infancia, sino que está vivo y lleno de sorpresas. Resucitado de entre los muertos, Jesús no deja de sorprendernos", aseguró el Santo Padre.

El Papa Francisco dijo que "por tanto, el segundo mensaje pascual del Papa Francisco es que Cristo está vivo aquí y ahora. Según él, "la fe no es un álbum de recuerdos pasados; Jesús no está caducado".  "Él camina a tu lado cada día, en cada prueba que tienes que soportar, en tus esperanzas y sueños más profundos. Aunque sientas que todo está perdido, déjate sorprender por la novedad que trae Jesús: Seguramente te sorprenderá".

La Galilea de las periferias.

Ir a Galilea significa también ir a las periferias. Galilea, la periferia más alejada de la pureza ritual de Jerusalén, fue donde Jesús comenzó su misión. Allí llevó su mensaje a "los que luchan por vivir día a día, los excluidos, los vulnerables y los pobres".

Es en las periferias donde Dios busca incansablemente a los que están desanimados o perdidos.  Va a las "mismas periferias de la existencia, ya que a sus ojos nadie es menor, nadie está excluido". Así, el Señor resucitado pide a sus discípulos que vayan a los escenarios de la vida cotidiana, a las calles que recorremos cada día, a las esquinas de nuestras ciudades. "Allí el Señor se adelanta y se hace presente en la vida de los que nos rodean, de los que comparten nuestra jornada, nuestra casa, nuestro trabajo, nuestras dificultades y esperanzas". El Papa Francisco dijo: "Nos asombraremos de cómo la grandeza de Dios se revela en la pequeñez, de cómo su belleza resplandece en los pobres y sencillos".

El tercer mensaje pascual, por tanto, es que el Señor resucitado, nos ama sin límites y está ahí en cada momento de nuestra vida.  "Él nos invita a superar las barreras, a desterrar los prejuicios y a acercarnos cada día a los que nos rodean para redescubrir la gracia de lo cotidiano". "Reconozcámoslo aquí, en nuestras Galileas, en la vida cotidiana", exhortó el Papa Francisco.  "Más allá de todas las derrotas, del mal y de la violencia, más allá de todo el sufrimiento y de la muerte", dijo el Papa, "el Resucitado vive y guía la historia", finalizó el Santo Padre.