La universidad es una comunidad integrada por profesores, estudiantes, empleados administrativos y obreros. Somos conscientes del deseo de los estudiantes de retornar a sus actividades y continuar sus carreras, pero también es importante tomar en cuenta las condiciones en que se encuentra la infraestructura de la universidad que lamentablemente se encuentra deteriorada y que necesita una inversión cuantiosa para poner al día, baños, comedor, unidades de transporte y laboratorios; así como la reparación de los techos de los edificios que en algunos casos, como en el edificio b, requiere de una reparación profunda, por lo que se hace inviable la estadía en algunos de sus espacios. No se trata de negarnos al reinicio de las actividades, es que realmente nada ha cambiado para mejorar las condiciones salariales y los beneficios de los trabajadores, llámense profesores, obreros o administrativos.

Que quede claro que los trabajadores universitarios no nos negamos a cumplir con nuestras obligaciones laborales, pero el Ministerio de Educación Superior ha cercenado todos y cada uno de nuestros derechos laborales, eliminando los beneficios contractuales obtenidos a través a largos años de lucha por mejorar las condiciones mínimas de trabajo, así mismo ha actuado  en contra de la universidad no enviando el presupuesto para el mantenimiento y mucho menos para la inversión de la educación.

Actualmente recibimos salarios de hambre, que no permite ni siquiera cubrir la más elemental de las necesidades humanas, violando la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en su artículo 91 que dice que el salario de un trabajador debe ser justo, suficiente que le permita vivir con dignidad y cubrir para sí y su familia las necesidades básicas materiales, sociales e intelectuales; sin embargo la realidad del trabajador universitario es otra muy diferente, el precario sueldo que se percibe no alcanza ni para hacer un mercado para una persona durante una semana, mucho menos alcanzará a cubrir los gastos de transporte y demás necesidades para acudir a cumplir con sus labores…

…Debemos en igual forma hacer hincapié que conforme el Decreto N° 4.161 de fecha 13 de marzo de 2020, las autoridades universitarias solicitaron en forma expresa el cumplimiento de determinados requisitos necesarios para poder volver a las actividades presenciales; aún desconocemos la respuesta que han recibido, entonces ¿debemos poner en riesgo nuestra salud y nuestra vida, para complacer las aspiraciones gubernamentales de abrir las universidades y aparentar que todo ha vuelto a la normalidad, cuando la realidad es que en cuanto a la salud, nos encontramos completamente desprotegidos? Los programas de hospitalización, cirugía, atención primaria y medicamentos para enfermedades crónicas, beneficios obtenidos y mejorados en las Convenciones Colectivas hoy no existen, de ahí que desde el principios del año 2019 han fallecido muchos agremiados, sin contar con el más mínimo plan de protección de salud.

Aceptar el reinicio de actividades presenciales y virtuales en este momento es aceptar una decisión arbitraria, que vulnera nuestros más elementales derechos laborales, sociales, económicos y de subsistencia, que son derechos humanos protegidos por la Constitución” (Intergremial de la Unet, 2 de febrero de 2022)

Valga una puntualización: lamentablemente somos víctimas de los embates de una sindemia que tiene una necro lógica premeditada, que se afinca malévolamente en un genocidio «selectivo», que consiste en menospreciar, deteriorar, humillar, desplazar, “exterminar” y reemplazar progresivamente (en el plano mental, moral, emocional, espiritual y físico) a ciertos grupos sociales por una parte vulnerables o por otro lado de vital importancia “estratégica”, entre los que se ubican los garantes directos e indirectos de la intelectualidad o el pensamiento crítico.

Sustitución que se ha venido plasmando en diferentes estados de vulnerabilidad crónica, debido a la condición de carecer de los recursos mínimos necesarios para la alimentación balanceada, la salud integral y por tanto la vida. De una parte, los severos niveles de desnutrición que hacen exponer con inmensa fragilidad y alta probabilidad de ocurrencia, el hecho cierto de contraer cualquier tipo de enfermedad o de agravar una preexistente, y como repercusión  inmediata un inminente desenlace fatal. Pero también se añade la  indefensión aprendida que ha retroalimentado el tsunami de renuncias, jubilaciones, migraciones, abandono, etc.

Esto no es casual, todo obedece a un plan deliberado. El “Big Brother” (Orwell, 1949)  para el caso venezolano, tiene una “clientela política” a quien “premiar” su fidelidad, que así no tengan la vocación, la formación y experiencia, están esperando el turno u oportunidad para ingresar a la universidad en el rol de docentes, administrativos u obreros. Es una realidad que no debe desconocerse, por lo que es imprescindible mantener informada con plena transparencia a la comunidad universitaria, en lo que respecta a todo lo que se esté tratando y proyectando decidir en el corto y mediano plazo, por ejemplo, el régimen académico, su modalidad definitiva, su “aporte voluntario”…o las “deliberaciones” con el gobierno nacional en materia electoral universitaria.

Atmósfera espiritual: más aún en momento de tribulación, la autoridad en todos los niveles supone congruencia en el pensamiento y proceder en el cumplimiento del deber. Lo contrario genera desconfianza, incredulidad y fracaso total. “Guarda lo que el Señor tu Dios manda a guardar siguiendo sus caminos, observando sus preceptos, órdenes, instrucciones y sentencias, como está escrito…para que tengas éxito en todo lo que hagas y adondequiera que vayas” (1 Reyes 2, 1-4. 10-12)

Referencias:

Intergremial Unet (02-02-2022). Comunicado: Basta ya de tanto engaño y humillaciones a los trabajadores universitarios.

Morales, P. (29-02-2022). ¿Referendicidio o genocidio selectivo? Publicado en El Nacional.

Orwell, G. (1949). Nineteen Eighty-Four o 1984.

Presidencia de la República (13-03-2020). Decreto N. º 4.161, 13 de marzo de 2020

Fuente: “Perspectiva Económica y Académica Contemporánea”. UNET. Años: 2018 al 2022. Pedro Morales. [email protected]  @tipsaldia. WhatsApp: +584168735028

 

 


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