Cuando fundó Smartrip en 2012, con la idea de promover los viajes con foco sustentable, Juan Luis Crespo ya tenía más de 11 años de experiencia en la industria del turismo. Incluso había sido el gerente general de la Federación de Empresas de Turismo de Chile (Fedetur), un cargo que le permitió conocer y hacerse amigo de Eugenio Yunis, que entonces era el presidente ejecutivo del gremio.

'Eugenio creó el Departamento de Sustentabilidad de la Organización Mundial del Turismo (OMT), por lo que la literatura que hay respecto de sustentabilidad turística la armó él. Cuando volvió a Chile a liderar Fedetur, uno de los ejes estratégicos que planteamos fue la sustentabilidad y cómo el sector debía ir caminando hacia allá. Me hizo mucho sentido y decidí que por ahí era donde quería dedicar toda mi energía y talento', recuerda Crespo.

Ese fue el sentido de Smartrip, proyecto que comenzó como una fundación (presidida por Yunis), pero pronto se dio cuenta de que gastaban más del 90% del tiempo en levantar fondos para lo que querían hacer y un 10% en lo que efectivamente hacían. 'Estábamos todo el día formulando proyectos, visitando empresas, postulando a fondos públicos, mucho trabajo de escritorio y poco impacto en los territorios', relata.

Por ello, en 2013 decidió crear la empresa hermana Smartrip, con el propósito de ser una fuente de financiamiento de la fundación: le traspasaría cada mes el 20% de los ingresos del emprendimiento, que se enfocaba en hacer alianzas con hoteles de primer nivel que estuvieran comprometidos con el desarrollo de sus comunidades y que les entregan habitaciones con descuentos importantes y con comisiones altas. Así, la empresa ayudaba a la fundación con los recursos necesarios para concretar proyectos de impacto para las comunidades circundantes.

El cambio que forzó el coronavirus

La coyuntura pandémica, que golpeó fuertemente a la industria turística, llevó a esta Empresa B (que ha certificado su impacto económico, social y ambiental) a hacer un análisis de su realidad. La conclusión fue que necesitaban diversificarse: 'El escenario competitivo que surgió hizo que Smartrip se diera cuenta de que requería generar ingresos recurrentes para contar con una base económica estable que garantizara la operación. Por otro lado, estaba el desafío de lograr que la gente más joven, comprometida con la sustentabilidad y con el impacto social, pudiera acceder a la oferta de la empresa'.

De ahí surgió lo que definen como una 'necesidad de reinvención', que llevó a la empresa a desarrollar dos clubes.

Uno es el Club de Hoteles con Sentido, el cual tiene como objetivo mejorar el impacto social, ambiental y cultural que estos alojamientos generan en las comunidades. 'La propuesta fue que los hoteles pagaran a Smartrip con noches gratis o noches a costo más bajo. Esto nos permite entrar en la cadena de valor de los hoteles y dar cabida a otros actores de la comunidad en ellos (por ejemplo, emprendedores que venden mermeladas, miel, huevos, entre otros productos) y el club permite a los hoteles que forman parte lograr que la gestión de sus recursos genere un impacto mayor, llegando al consumidor consciente' afirma Crespo.

Esta idea permitió, a su vez, crear un Club de Viajeros con Sentido, en el que mediante una membresía anual que se paga en cuotas mensuales de $10 mil, las personas pueden acceder a beneficios en viajes que no van a encontrar en ninguna otra agencia y a regalías como sorteos semanales de estadías y viajes.

'Esta idea nace bajo la convicción de que el turismo puede y debe ser un motor de bienestar para las comunidades en los destinos. Por eso, el 20% de los recursos recaudados en la membresía del Club de Viajeros con Sentido se destinará a gestionar proyectos que permitan aumentar el impacto positivo de los hoteles en sus destinos. Los turistas no solo disfrutarán de un lugar y estadía inolvidables, sino que tendrán la certeza de que con su viaje están contribuyendo a la sustentabilidad turística de ese destino', agrega.

Añade que el Club busca generar una comunidad de viajeros a partir de sus intereses (amantes del yoga, la bicicleta, el surf, las ballenas, etc.) que podrán acceder a experiencias de acuerdo con sus gustos, acompañar a los hoteles para que tengan mejores prácticas y apoyarlos en temas de sustentabilidad, propiciando que avancen de cara a su relación con las comunidades.

'Al igual que el modelo de Smartrip, estos dos clubes son únicos en el mundo. Son una idea creada en Chile, un proyecto local e innovador, movido fuertemente por una mirada sustentable en el que todos ganan: los viajeros, las comunidades, la industria turística y, sobre todo, los destinos. Nos llena de orgullo invitar a los amantes del turismo a sumarse a este propósito del cual todos podemos ser parte', afirma Crespo.

El modelo del Club de Viajeros permite a los suscritos acceder a sorteos de viajes gratuitos, regalos, rebajas en servicios y descuentos de hasta 60% en estadías en hoteles de alto estándar del Club de Hoteles con Sentido. Estos, a su vez, son asesorados por Smartrip para desarrollar diversas iniciativas de impacto en temáticas como contribución al desarrollo y protección del patrimonio cultural, gestión eficiente de recursos naturales, conservación, reciclaje, potenciación del empleo y proveedores de origen local, entre otros aspectos.

'A final, el Club de Viajeros es una manera de diversificar nuestras fuentes de ingresos, generando ingresos recurrentes y parte de los beneficios de ese club los obtenemos de las noches gratis o a bajo costo que nos dan los hoteles que forman parte del Club de Hoteles por la asesoría que reciben en sustentabilidad de parte nuestra. Así es como funciona el modelo de negocio', explica Crespo.