JURÍDICO ARGENTINA
Doctrina
Título:Incorporación y utilización de las TIC en el ámbito legislativo
Autor:Cabrera Pantoja, Bárbara L.
País:
México
Publicación:Revista de Ciencia de la Legislación - Número 8 - Octubre 2020
Fecha:01-10-2020 Cita:IJ-CMXXV-677
Índice Voces Ultimos Artículos
I. Preámbulo
II. ¿Qué es Internet? su naturaleza y alcance
III. Penetración de Internet en América Latina y las herramientas tecnológicas
IV. Uso de las TIC en la divulgación del trabajo legislativo
V. La comunicación parlamentaria y políticas de Internet en el ámbito legislativo
VI. Las redes sociales en los Congresos
VII. Conclusiones
VIII. Adendum: Decálogo para que los legisladores utilicen las TIC
IX. Fuentes de investigación y consulta

Incorporación y utilización de las TIC en el ámbito legislativo

Por Dra. Bárbara Leonor Cabrera Pantoja[1]

Alguna vez dijeron Michael Marquardt y Greg Kearsley: “La tecnología ha cambiado dramáticamente el modo en que aprendemos, trabajamos, vivimos y pensamos”

Y me atrevo a agregar, ha modificado hasta la forma en que se legisla. Los invito a continuar leyendo para saber los porqués de mi afirmación.

I. Preámbulo [arriba] 

Tal vez me recuerden de artículos como “Exploración de las fases del proceso de dictaminación legislativa” [https://bit.ly/2knLTJ0] y “¿Cómo se hacen las leyes?” [https://bit.ly/2JkCkFH]; publicados en la Revista de Ciencia de la Legislación, así que en esta ocasión preparé una aportación cuyo objetivo es escudriñar la incorporación y utilización de las Tecnologías de la Información y Comunicación (en lo sucesivo TIC) en el quehacer legislativo. Un tema de vital importancia en la vida de los Parlamentos, toda vez que estamos en una época digital y de revolución tecnológica, donde es ineludible conocer, hacer uso y potenciar las distintas herramientas tecnológicas que Internet pone a nuestra disposición.

Es así que comenzaré por dilucidar qué es Internet para conocer su naturaleza y alcance, lo cual conducirá a hablar de los múltiples útiles tecnológicos que resultan necesarios para el Poder Legislativo, a cada uno de los cuales se recurre de diversa manera y para tareas específicas, y algunas coincidentes. Además de presentar la penetración de Internet en Latinoamérica, estadísticas que refuerzan la trascendencia de conocer, aprender, incorporar y hacer uso de las TIC en las labores parlamentarias.

Todo esto hace posible llegar al punto donde planteo el uso de éstas herramientas tecnológicas en la divulgación del trabajo legislativo, en consonancia con tópicos tan relevantes como la comunicación parlamentaria, así como reconocer las políticas de Internet en el ámbito legislativo. Aunado a ello abordar el papel de las redes sociales en los Congresos, hasta llegar al apartado de conclusiones; lo cual no podría estar completo sin dejar, junto a esta contribución, un adendum que incluye un decálogo para instar a los legisladores para que utilicen estas poderosas herramientas, con motivo de sus funciones.

No se pierda de vista que con las TIC -debido a su ecosistema y funcionalidad- tenemos novedosas formas de información y comunicación, tendientes a facilitar la relación representados-representantes, lo cual contribuye a acercar a quien ocupa una curul con aquellos que representa, disminuyendo con ello el fenómeno de desafección socio-política e incrementando los niveles de credibilidad hacia una institución que, como lo he expresado en distintos foros, es el cerebro del gobierno y constituye el pueblo en formato reducido.

II. ¿Qué es Internet? su naturaleza y alcance [arriba] 

ARPANET (Advanced Research Projects Agency Network, por sus siglas en inglés), proyecto creado en los años sesenta para el Departamento de Defensa de los Estados Unidos con la finalidad de ser utilizado como medio de comunicación, consistente en conectar una red de computadoras, fue evolucionando hasta transitar a un conjunto descentralizado de redes interconectadas que utilizan protocolos para hacer posible que redes físicas (computadoras, dispositivos móviles) estén conectadas a una red de alcance mundial; es el antecedente de lo que hoy en día conocemos como Internet.

Por su parte, Internet procede de las palabras inglesas interconnection y network; esto es, interconexión y red. Esto viene a significar que Internet son miles de redes interconectadas. Y su infraestructura está conformada por una red de cables submarinos, tal como se ve en el siguiente mapa:

En este sentido, Internet es sencillamente una red de redes, donde cada una de ellas constituye una isla administrada de forma local y lo que cada isla ponga a disposición del resto de los usuarios, o lo que cada usuario lleve a cabo al utilizar los múltiples servicios que contiene, es responsabilidad de cada cual. (Cabrera, 2015: 12)

Lo que hace, es “facilitar la interactividad y una participación más personalizada y con ello revitalizar el espacio públicos como ámbito de información y debate público, como se le concebía tradicionalmente” (Leiva, 2004: 62) y eso es precisamente lo que ocurre en esta época, utilizamos los servicios que provee la red de redes para distintos fines, como usar las redes sociales, buscar información, enviar correo electrónicos, ingresar a páginas Web gubernamentales, hacer compras online y un amplio abanico de opciones. Con Internet, las posibilidades, son infinitas.

No obstante las bondades derivadas de su naturaleza, Internet también implica desafíos. Uno de ellos lo plantea Vinton Cerf, un científico considerado como uno de los padres de Internet, pues participó en las primeras etapas de su desarrollo, al afirmar que la apertura de Internet pone en aprietos a los gobiernos que ven con antipatía la libertad de expresión y tratan de restringirla. Dicho esto, es necesario hacer llamados como el que se plantea en este artículo, para que no se tema a su uso -de uno y otro lado-, y que sea incorporado para dar a conocer el trabajo legislativo; así como para fijar posturas tanto institucionales, como la propia de cada legislador; para rendir cuentas; escuchar a la ciudadanía, entre otras cuestiones.

La pregunta en este momento es: ¿estar interconectados es suficiente? Indiscutiblemente, la respuesta es no.

No hay duda, el mundo analógico ha quedado rebasado, hoy vivimos en una era digital cuya revolución tecnológica ha modificado comportamientos, optimizado nuestras actividades, nos permite llegar a miles y millones de personas en cualquier parte del mundo e incluso proporcionado una nueva geopolítica.

Lo importante es conocer, reconocer y optimizar los diversos servicios que ofrece Internet. (Cabrera, 2015: 17) Vayamos al siguiente punto, donde apunto aquellas herramientas tecnológicas idóneas para la incorporación y utilización en las tareas legislativas, asociado al nivel de penetración de Internet en Latinoamérica.

III. Penetración de Internet en América Latina y las herramientas tecnológicas [arriba] 

Cada vez es más alto el porcentaje de internautas en el mundo. Latinoamérica no es la excepción. Es así que Statista Research Department ha revelado en su estudio más reciente que los usuarios se suman por millones, cifra que paulatinamente se incrementa. Distingamos en la siguiente estadística como anda cada país de América latina.

Ahora bien -como ya lo apunté- el solo acceso no resulta suficiente sino se sabe qué hacer con los múltiples servicios que las TIC pone a disposición de los cibernautas. De ahí la trascendencia de escudriñar en aquellas herramientas tecnológicas acordes al objetivo central de este artículo.

Comienzo por decir que una herramienta tecnológica es cualquier software o hardware que ayuda a realizar bien una tarea, entiéndase por “realizar bien” que se obtengan los resultados esperados, con ahorro de tiempo, así como en recursos personales y económicos. En el caso que ocupa la atención de esta aportación la referencia es a las labores propias del Poder Legislativo, como Institución; así como a las desarrolladas por quienes ocupan una curul, en ejercicio de sus funciones.

En este orden de ideas los principales servicios que resultan útiles para efectos de este artículo son: la WWW, los blogs, el correo electrónico, las redes sociales, las listas de distribución; los foros de discusión, las peticiones en línea, los buscadores Web o motores de búsqueda; los Wikis, la sindicación de contenidos, así como los chats, audios y videoconferencias, mensajería instantánea y llamadas telefónicas vía Internet.

En seguida los explico brevemente.

- La WWW. Sigla de la expresión inglesa World Wide Web, que significa red informática mundial, sistema lógico de acceso y búsqueda de la información disponible en Internet, cuyas unidades informativas son las páginas Web. Actualmente, es incontable el número de éstas, para tal efecto véanse en vivo las estadísticas en el siguiente enlace https://www.internetlivestats.com/ y corrobórese como van cambiando segundo a segundo.

- Los blogs. Sitios Web con formato de bitácora o diario personal. Sus contenidos suelen actualizarse de manera frecuente y exhibirse en orden cronológico. La sencillez de su ecosistema los hace sumamente atractivos para ser utilizados por todo público.

- El correo electrónico. También conocido como e-mail o cartas digitales. Se trata de un servicio que permite enviar y recibir mensajes con múltiples destinatarios o receptores, situados en cualquier parte del mundo. Para usar este servicio se requiere cualquiera de los programas de correo electrónico que ofrece la red.

- Las redes sociales. Una red social es una estructura social -que circunda el ciberespacio- integrada por personas, organizaciones o entidades que se encuentran conectadas entre sí, por una o varios tipos de relaciones y para diversos objetivos. Las redes sociales con más visibilidad son Facebook, Twitter, Youtube, Instagram y LinkedIn

- Las listas de distribución. Son mecanismos de difusión de información basadas en el correo electrónico. Su objetivo es hacer llegar los mensajes a varios usuarios de una sola vez, en lugar de enviar un mensaje individual a cada uno de ellos.

- Los foros de discusión. Sitios de discusión en línea asincrónico donde las personas publican mensajes alrededor de un tema, creando de esta forma un hilo de conversación jerárquico. Dicha aplicación suele estar organizada en categorías.

- Las peticiones en línea. Constituyen una herramienta tecnológica a través de la cual se plantean, solicitan o demandan determinadas acciones e incluso no llevarlas a cabo o para influir en alguna política pública. Las más conocidas son change.org y avaaz.org.

- Los buscadores Web o motores de búsqueda. Sistema informático que busca archivos almacenados en servidores Web gracias a su araña Web. El buscador más recurrido es Google.

- Los wikis. Alude al nombre que recibe una comunidad virtual, cuyas páginas son editadas directamente desde el navegador, donde los mismos usuarios crean, modifican, corrigen o eliminan contenidos que, habitualmente, comparten.

- La sindicación de contenidos. Consiste en reunir y redifundir el contenido adaptándolo, personalizándolo y actualizándolo lo mejor posible a las necesidades de los usuarios.

- Los chats. Constituyen una forma de comunicación en tiempo real que se realiza entre varios usuarios cuyas computadoras o algún dispositivo móvil están conectadas a una red, generalmente Internet. Entre los más conocidos tenemos WhatsApp y Telegram.

- Los audios. Son un sistema de grabación, tratamiento, transmisión y reproducción de sonidos.

- La videoconferencia. Es la comunicación simultánea bidireccional de audio y video, que permite mantener reuniones con grupos de personas situadas en lugares alejados entre sí.

- La mensajería instantánea. Es una forma de comunicación en tiempo real entre dos o más personas basadas en texto. El texto es enviado a través de dispositivos conectados ya sea a una red como Internet o datos móviles (3G, 4G, 5G) sin importar la distancia que exista entre los dispositivos conectados. En esta categoría entran los SMS.

- Las llamadas telefónicas vía Internet. Proporcionan la posibilidad de comunicarse desde una computadora a cualquier teléfono, en y hacia cualquier parte del mundo utilizando la red Internet. También se le llama telefonía por IP o Voz sobre IP. (VoIP)

Tomando como base la información anterior, en seguida proporciono algunos ejemplos de la forma de incorporar dichas herramientas tecnológicas al trabajo legislativo. Veamos.

Es ineludible subrayar que además de contar con todas esas poderosas herramientas brindadas por la tecnología, es necesario combinar el acceso con la disposición de querer incorporarlas, a la par de una adecuada capacitación (también conocida como alfabetización digital crítica) para hacerlas apropiadas, así como apropiables a los objetivos planteados.

Ha llegado el momento de particularizar algunos aspectos del uso de las TIC en la propagación de las labores llevadas a cabo desde el Parlamento.

IV. Uso de las TIC en la divulgación del trabajo legislativo [arriba] 

Divulgar el trabajo legislativo, debe constituir un binomio indisoluble entre sociedad y gobierno, dada la trascendencia de este Poder en la vida nacional; asociado a que, sin receptor de nada serviría que el emisor se esmere en la difusión de su mensaje. Dilucidar en la actualidad la importancia que reviste el Legislativo no es tarea menor, sobre todo por la creciente participación ciudadana en los asuntos públicos; lo que implica mayor exigencia y expectativa sobre la conducción de los trabajos camerales.

El Poder Legislativo, como he mencionado, constituye el cerebro del gobierno, al ser la institución que -entre otras funciones- dota las leyes que regularán la existencia de la nación con todo lo que ello implica.

En este orden de ideas, es oportuno tener presente que las funciones socio-políticas más relevantes del Poder Legislativo van desde gestionar los intereses y necesidades de la comunidad local representada, hacer las veces de caja de resonancia y ámbito de debate de asuntos de relevancia colectiva, así como fungir como mediador y generador de consensos.

De ahí la importancia de que el Parlamento se erija en un espacio en el que, en conjunto a las iniciativas y su respectiva producción legislativa, sea capaz de canalizar las expresiones, inquietudes y demanda de una sociedad cada vez más exigente, observante y participativa. En consecuencia, la divulgación de sus labores permite dar seguimiento a sus acciones, disminuyendo la desconfianza hacia los Congresos en general y los legisladores en particular, disminuyendo el fenómeno de desafección socio-política.

Por lo que, la divulgación legislativa -podría decir en este primer momento- es a la confianza ciudadana, lo que el andamiaje institucional a las entidades públicas. En este sentido, el conocimiento de las leyes, estadísticas, iniciativas, intervenciones en el Pleno, y cualquier otra actividad relacionada con las labores propias del Congreso, es imprescindible difundirlas a través de múltiples plataformas, de manera ágil y sencilla; la que dará como resultado, generar confianza en el proceso democrático.

En esta tesitura, este tipo de difusión cumple con tres funciones primordiales:

a) Proporciona a la ciudadanía elementos para conocer que hacen sus representantes y cómo lo hacen, lo que tiende a generar confiabilidad y cercanía.

b) Facilita el acceso a la información, sin que necesariamente medie solicitud.

c) Constituye un acercamiento hacia una eficiente y efectiva rendición de cuentas.

Estas tres situaciones, son útiles tanto para el propio poder público, como para los interesados en conocer, dar seguimiento y analizar las actividades legislativas; lo que a mediano plazo coadyuva a erradicar el descrédito que actualmente tiene la ciudadanía respecto a los legisladores, sin que por ello este afirmando que la actuación de este Poder -por llevar a cabo esa difusión- sea más eficiente o que con ello se evitará cualquier conflicto; esa es una cuestión aparte.

Entonces podría decirse que la divulgación legislativa es una medida preventiva, al dar a conocer anticipadamente la información relativa a sus actividades. (Cabrera, 2016a: 8-9) Por ende, “La institución parlamentaria debería estar preparada y equipada con los recursos humanos y materiales necesarios para la gestión legislativa moderna” (Martínez, 2006: 43)

Los que somos estudiosos del Legislativo, seguimos de cerca documentos como la Agenda Legislativa, cuyos ejes rectores considerados de manera regular tendrían que verse reforzados con estar al tanto de las redes sociales de los Congresos, como una TIC en crecimiento exponencial; así como los servicios previstos en Internet en sus distintas vertientes y todos aquellos derivados de los cambios y exigencias de una sociedad en constante movimiento. Ahora bien, en esta época caracterizada por una revolución digital, que tiene al mundo interconectado, es ineludible pasar al siguiente nivel e incorporar de manera eficiente esas herramientas al conocimiento, observación, investigación y divulgación de las actividades que son propias al multicitado Poder.

Estoy cierta que dar seguimiento a las labores parlamentarias es una tarea compleja y podría decir que hasta de tiempo completo; y se corrobora si nos trasladamos al conocimiento acerca de su naturaleza, alcances y funciones; no obstante, es posible llevarla a cabo si se eligen los medios y los canales adecuados; y será posible si el propio Poder Legislativo optimiza esa labor de divulgación. (Cabrera, 2016a: 9)

En este orden de ideas, recurrir al uso de las TIC en la divulgación de las actividades relacionadas al Poder Legislativo, constituye una labor imprescindible en esta era digital. Es un ejercicio que ha dejado de ser un debate, para constituirse en una necesidad, no solo para quien nos representa en el Congreso, sino para quien ahí labora, así como para aquellos interesados en saber más de las labores llevadas a cabo por este Poder. (Cabrera, 2016a: 10 y ss)

A continuación, enlisto y explico de manera sucinta aquellas TIC que resultan eficientes para incorporar y utilizar en la divulgación del trabajo legislativo. Distingamos.

a) APPS Legislativas. Una aplicación móvil o app es una aplicación informática diseñada para ser ejecutada en teléfonos inteligentes, tabletas y otros dispositivos móviles. Por lo general se encuentran disponibles a través de plataformas de distribución, operadas por las compañías propietarias de los sistemas operativos móviles como Android y iOS. El Poder Legislativo en México cuenta con una app llamada Canal del Congreso, a través de la cual los usuarios pueden acceder fácilmente a conocer a sus legisladores, las actividades de su interés y ver en vivo las Sesiones.

b) Twitter, importante herramienta para la divulgación legislativa. Esta red social es un poderoso instrumento de comunicación y su distintivo es que permite crear y compartir contenido de una forma fácil debido a las particularidades de modelo su comunicativo, a saber: es asimétrico, breve, descentralizado, global, hipertextual, intuitivo, multiplataforma, sincrónico, social, viral y asincrónico. Su atractivo radica en la inmediatez y ejecutividad de la red para divulgar contenido, por lo que constituye un medio de comunicación destacado de la Web 2.0, el cual puede ir acompañado de enlaces a otros sitios Web o blogs, fotografías y video. Es importante destacar que lo que pasa en Twitter de ninguna manera se queda en la red, sino que es fuente de información y se cita en otros medios de comunicación; de ahí la trascendencia de utilizarse para difundir las actividades del Poder Legislativo.

c) El Poder Legislativo en Facebook. Esta, es otra red social donde el Poder Legislativo debe tener presencia activa, preferentemente a través de crear sus Fan Page, para difundir sus actividades institucionales y la de sus integrantes, con motivo de las funciones que la ley les confiere.

d) Páginas Web oficiales. Se conoce como página Web al documento que forma parte de un sitio Web que suele contar con enlaces (también conocidos como hipervínculos o links) para facilitar la navegación entre los contenidos. Las páginas Web están desarrolladas con lenguajes de marcado como el HTML, que pueden ser interpretados por los navegadores. De esta forma, las páginas pueden presentar información en distintos formatos (texto, imágenes, sonidos, videos, animaciones), estar asociadas a datos de estilo o contar con aplicaciones interactivas. Regularmente, cada Cámara que conforma el Poder Legislativo suele tener la suya, de esta manera los usuarios pueden consultar su estructura, agenda, funciones, presupuesto, comisiones, sesiones de pleno, leyes, publicaciones oficiales y toda aquella información parlamentaria que se suba a su sitio.

No se pierda de vista, que mejorar el trabajo legislativo contribuirá a consolidar la democracia y la responsabilidad legislativa hacia la sociedad; lo que llevará a un mejor control ciudadano y transparencia; instrumentos ineludibles para mejorar la calidad de este tipo de actividades. La incorporación y el uso eficiente de las TIC, son parte fundamental en este camino. (Cabrera, 2016a: 13)

El legislador debe tener en cuenta que una comunicación profesional de su actividad se sostiene en dos vías paralelas: la divulgación institucional y la comunicación estratégica.

La primera es la comunicación de tipo tradicional, e implica la adecuada difusión de la actividad legislativa, los eventos, conferencias, reuniones, la formación y los resultados de comisiones, el seguimiento del estado de las leyes, etcétera. La segunda, en cambio, implica entender a la comunicación como una construcción de liderazgo. Ello significa definir metas, agendas políticas, enfoques y organizar bases de apoyo y promover soluciones. (Martínez, 2006: 69-70)

Lo anterior, seré enfática, debe llevarse a cabo haciendo uso de las diversas herramientas tecnológicas, donde las redes sociales resultan protagonistas.

Sigamos este recorrido temático en el siguiente punto, donde abordaré la comunicación parlamentaria como componente fundamental para hacer saber lo que hace y dar a conocer cómo realiza sus labores el Parlamento, así como quienes ocupan una curul.

V. La comunicación parlamentaria y políticas de Internet en el ámbito legislativo [arriba] 

El Diccionario Universal de Términos Parlamentarios (Berlín, 1998: 188-189) en referencia a la comunicación, como función del Parlamento alude que proviene de la voz latina communicare, que tiene diversos significados: 1. hacer a otro participe de lo que uno tiene; 2. descubrir, manifestar, hacer saber a uno alguna cosa; 3. consultar, conferir con otros un asunto, tomando su parecer; 4. como acción de trasmitir información de una persona a otra.

El mismo diccionario anota que el Parlamento proyecta su función de comunicación a una multitud de ámbitos y a un número indeterminado de personas, grupos y organizaciones políticas que integran los factores reales de poder de la comunidad. Y para establecer una comunicación dialógica, las Cámaras se relacionan con sus propios integrantes, el electorado, la población en general, los miembros del Poder Ejecutivo, los miembros del Poder Judicial, las instituciones educativas en general y personalidades destacadas; cada uno de los sectores de la producción, los líderes y miembros de los partidos políticos; las agrupaciones políticas y los prestadores de servicios.

Es oportuno insistir que el proceso de la comunicación parlamentaria implica dos situaciones bien diferenciadas, que resultan complementarias: la forma y el fondo, de lo contrario esta sería ineficaz e infructuosa. En suma, se requiere tener algo que comunicar, así como los medios para hacer llegar ese mensaje.

Y en ese “tener algo que comunicar” debe tomarse en cuenta que no debe circunscribirse únicamente a información de orden parlamentario, además deben incluirse aquellos tópicos de coyuntura que confluyen con aquellos meramente legislativos, lo cual resulta de interés para la ciudadanía. Dicha información regularmente es socializada en los sitios Web oficiales de los Congresos, sea a través de cuadernos de divulgación, síntesis informativas o publicaciones especializadas.

Tratándose de la comunicación parlamentaria no todo concluye al “decir algo a través de las plataformas” sea tradicionales, digitales o combinando ambas; sino que de suyo también implica el acceso a la información pública, lo que significa que los representantes estén al alcance de los ciudadanos y rindan cuentas

A su vez, para que este tipo de comunicación sea eficaz, es imprescindible tener en cuenta dos escenarios: el interno, donde deben instituirse premisas claras y en ocasiones lograr consensos que incorporen a todos quienes forman parte del Parlamento, desde representantes populares, funcionarios, colaboradores, asesores y trabajadores. Esto con la finalidad de unificar y coordinar el discurso en temas comunes y de alcance institucional. Otro escenario es el externo, el cual abarca preparar un ambiente adecuado para obtener legitimidad, aprobación y apoyo en las iniciativas planteadas, lo que se traduce en una ejecución exitosa. Esto no sería posible lograrlo si no se comunica, acción que implica escuchar las demandas ciudadanas, conocer la realidad del entorno, ser receptivos y, en su caso, ser capaces de replantear los proyectos de ley.

Acerca de esto, Gustavo Martínez y Jorge Calderón (Martínez, 2006: 113-114) proporcionan algunas premisas y consejos generales para la comunicación parlamentaria. Conozcamos:

- Identificar unas pocas ideas fuerza en torno a un tema de discusión y remitirse a ellas en forma permanente.

- Exponer dichas ideas en forma sintética, clara y precisa.

- Considerar que la exposición va a ser escuchada por mucha gente que no conoce el tema o no está interesada en él.

- Usar terminología sencilla y no abusar de conceptos técnicos y legales.

- Utilizar ejemplos prácticos que puedan ilustrar y aclarar las ideas propuestas.

- Plantear con claridad los objetivos deseables y posibles de la posición tomada.

- Realizar un completo diagnóstico de la situación que se intenta abordar.

- Pensar y diseñar los mensajes a emitir en términos integrales, considerando todos los aspectos involucrados y posibles consecuencias.

- Graduar la ejecución de los mensajes en etapas o momentos (timing) en los que se logren distintas metas acumulables.

- Seleccionar los mensajes respetando las características peculiares de la audiencia.

- Contemplar la historia y la memoria de la población o público destinatario.

Como puede verse, de las anteriores premisas deriva lo insoslayable que resulta llevar a cabo una comunicación parlamentaria sencilla pero suficiente, que comprenda todas aquellas temáticas de interés, así como las actividades llevadas a cabo tanto por el Parlamento como Institución, como por los legisladores en su papel de representantes populares; todo ello con objetivos y líneas estratégicas bien definidas.

Finalmente, y antes de pasar a explicar las políticas de Internet en el ámbito legislativo, a continuación, presento un esquema donde -de manera suscita- propongo aquellas condiciones que es ineludible tener presente cuando se elabora el mensaje parlamentario, lo que conducirá a tener una comunicación adecuada y exitosa.

Es importante decir que las nueve condiciones enunciadas constituyen en sí mismas un círculo virtuoso de la comunicación llevada a cabo por los Parlamentos, y es así debido a que conforman un ciclo por el cual transitan los diversos mensajes que tanto la Institución, como sus integrantes, emiten.

Distingámoslas en el siguiente esquema:

Hace algún tiempo llevé a cabo una investigación acerca de las políticas de Internet en el ámbito legislativo -específicamente orientadas al caso mexicano, pero que guardan estrecha relación con América latina- resultados que, aunque no me sorprendieron si resultaron reveladores respecto al tratamiento que cada Congreso Estatal y el Poder Legislativo Federal en ambas Cámaras le da a esta herramienta. De dicha exploración constate el escaso interés en conocer de qué tratan, cuáles son sus bondades y no hablemos de la disparidad de su aplicación, dependiendo las necesidades y hasta desconocimiento de la incorporación y utilización de las TIC en las labores parlamentarias.

¿Qué es una política de Internet? Como tal no existe una definición estandarizada, valga decir que la finalidad de establecer este tipo de políticas debe estar encaminada a asegurar el buen uso y funcionamiento de los servicios brindados por Internet, para facilitar las actividades, atribuciones y facultades, en este caso, legislativas; sin que su implementación deba constituir una forma de control excesivo o sobre regulación, sino más bien capacitando e incorporando a quienes son usuarios; a partir de lineamientos claros y precisos. (Cabrera, 2016b: 6)

En este orden de ideas y debido a que el objetivo central de esta contribución no es profundizar en las políticas de Internet, únicamente aportaré algunas pautas para su implementación en los Poderes Legislativos, toda vez que -como ya lo anticipé- unos están sobre regulados, otros son laxos o bien no cuentan con criterios definidos (Cabrera, 2016b: 18-19) dicha instauración guarda relación con la manera de comunicar en los Congresos. Distingamos:

Lo primero es reconocer el propósito de su implementación, lo cual se logra dando contestación a la pregunta ¿para qué?

Posteriormente establecer el alcance ¿cuáles son los destinatarios?

Luego delimitar la aplicación de éstas. Para ello resulta útil dilucidar ¿quién o quiénes lo llevarán a cabo? Lo que incluye el monitoreo, mantenimiento, registros de acceso como la asignación de derechos de acceso e identificación única por usuario; aquí es necesario acordar con todas las áreas el tipo de acceso que se dará a cada usuario, en razón a su perfil y funciones.

Finalmente, es imprescindible generar los cómos, a partir del uso de Internet lo que implica la clasificación de sitios, restricción de contenidos. Debe considerarse la utilización adecuada de la red, lo que se consideran malas prácticas, así como las sanciones e incentivos.

Relacionándose a la implementación de este tipo de políticas, es pertinente considerar en todo momento:

- Que Internet no es estático.

- La complejidad de la naturaleza y multiplicidad de las funcione que son propias del Poder Legislativo.

- El hardware, software, conectividad y densidad del tráfico.

No se pierda de vista que se requiere involucrar a las distintas áreas en su creación, implementación y actualización; que los usuarios conozcan -de manera ágil y sencilla- el documento donde se plasmen las políticas de Internet aplicables al ámbito legislativo -sea cual fuere su denominación: reglamento, políticas, directrices, lineamientos- y capacitar para aprender a utilizar de manera óptima esta herramienta tecnológica.

Este es un desafío al que el sector parlamentario no debe ser ajeno, no se olvide que estamos en pleno auge digital y de revolución tecnológica; por lo que la comunicación legislativa, así como las políticas de Internet, deben atender a dicha máxima.

VI. Las redes sociales en los Congresos [arriba] 

Participar, comunicar e interactuar utilizando Internet es cada vez más usual. Son múltiples las herramientas tecnológicas que la red de redes nos proporciona, una de ellas, la cual destaca por su protagonismo, son las redes sociales.

No obstante, este tipo de participación supone determinadas condiciones para hacer apropiadas y apropiables estos instrumentos. Como lo manifesté, el solo hecho de estar presentes no es suficiente, sino que es preciso promover su uso con la finalidad de fortalecer los procesos democráticos en los Parlamentos y hacer que los legisladores se mantengan atentos a los requerimientos de una sociedad cada vez más demandante y exigente. A la par que se modernizan las tareas legislativas.

En este orden de ideas, son cuatro los componentes para que los Congreso alcancen la efectividad en la incorporación y uso de las redes sociales. Véase el siguiente esquema:

Donde,

a) Las posibilidades tecnológicas se relacionan con contar con la tecnología suficiente para el objetivo deseado, esto es, llevar a cabo las diversas actividades que implica el trabajo legislativo, donde la comunicación representa un factor primordial. Lo cual incluye el hardware y el software.

b) La disposición para incorporarse debe considerar el querer hacer y el saber cómo hacerlo; es decir, una vez tomada la decisión de utilizar las TIC, es ineludible generar una eficiente alfabetización digital crítica, que involucra la habilidad para localizar, organizar, entender, evaluar y analizar información utilizando tecnología digital. Implica tanto el conocimiento de cómo trabaja la alta tecnología de hoy día como la comprensión de cómo puede ser utilizada. Las personas digitalmente alfabetizadas pueden comunicarse y trabajar de forma más eficiente que aquellos que poseen los mismos conocimientos y habilidades, pero que no manejan las TIC. En esta tesitura, ser digitalmente alfabetizado comprende saber cuándo y porqué las tecnologías digitales son apropiadas y pueden ser o no útiles para realizar una tarea. (Cabrera, 2017: 38)

c) La participación activa y proactiva se refiere a ejercer varios papeles relativos a la colaboración, a la intervención para solucionar o proponer alguna mejora a las leyes; la comunicación, el debate, incluido el intercambio de ideas para alcanzar entendimientos. Todo esto relacionado al quehacer legislativo. De esta manera el Parlamento y sus integrantes se mantienen cercanos, y los representados se sienten incluidos en las tareas y la toma de decisiones de los Poderes Legislativos.

d) La cultura democrática es aquello que se consigue al socializar lo que representa el Parlamento en el andamiaje institucional, así como su incidencia en la vida cotidiana.

En suma, las redes sociales constituyen las plataformas idóneas para mantener comunicación entre la institución parlamentaria, los legisladores y la sociedad, en virtud de ser poderosas herramientas tecnológicas donde confluye todo público, lo que las convierte en plazas públicas.

Y aunque la experiencia nos muestra que cada Congreso enfrenta sus propios desafíos en relación a su cercanía o no con sus representados, aunado a las diversas temáticas que de alguna manera deben ser consideradas para una reforma legal, así como los diversos asuntos en que los Congresos se involucran con motivo de sus funciones, existe un común denominador en ellos: la necesidad de estar en comunicación con la población, lo cual implica informar y escuchar a la ciudadanía.

De tal manera que se rinda cuentas, y se destierre la idea de que se está ante un Congreso ineficaz, lejano y deslegitimado, que atiende intereses ajenos a los de la sociedad. Por lo que las redes sociales, en este sentido, juegan un papel fundamental en la construcción de un proceso legislativo eficiente, incluida cada una de las funciones que le son conferidas. Esto se logra debido a que se comunica, se es receptivo, se pone a disposición del escrutinio público la forma en que se hacen las leyes, se transparenta su actuar, así como su presupuesto y cómo se ejerce, se intercambian puntos de vista; en definitiva, se toma en cuenta a los electores.

De ahí la ventaja de que tanto la Institución Parlamentaria como los legisladores divulguen en forma amplia las tareas relacionadas a sus atribuciones. Esto no sería posible si se desconoce y no se comprende al Parlamento. En esta tesitura, unos y otros deben tener presente que “las funciones principales que el Poder Legislativo debe difundir ante la opinión pública incluyen tres áreas: la legislativa, la de control y la de representación” (Martínez, 2006: 41) Ya que como lo he expresado en diferentes espacios, los Congresos y quienes ocupan una curul, no solo se dedican a la confección de leyes.

Es múltiple la información que el Parlamento tiene para dar a conocer, una se trata de información fundamental y otra la que se les puede solicitar. Como ejemplo tenemos: la integración de la Asamblea, sus órganos directivos y administrativos; la conformación de las Comisiones Legislativas, la agenda legislativa, programas y planes de actividades; la legislación vigente, incluida las exposiciones de motivos y respectivas sus reformas; los acuerdos y decretos aprobados; órdenes del día tanto de las sesiones plenarias, como de las comisiones, las actas de las sesiones de la Asamblea y de las reuniones de trabajo; así como sus medios de comunicación oficial cualquiera que sea su denominación, los archivos impresos y digitales que estén obligados a generar y resguardar; las iniciativas de ley, decreto o acuerdo parlamentario presentadas señalando el estado que guardan; las estadísticas relacionadas al ámbito legislativo, como asistencias, ausencias, intervenciones, entre otras; así como el manejo del presupuesto que le es asignado, entre muchas otras.

Actualmente, existe entre los ciudadanos comunes una tendencia creciente a participar en la toma de decisiones políticas. La democracia se amplía permanentemente y, para que la participación de la gente en el debate político sea más positiva, es necesario ampliar la información disponible acerca de los temas políticos y legislativos. (Martínez, 2006: 60)

Punto y aparte es el manejo de las redes sociales, donde los representados están atentos y dan marcaje personal a sus representantes, quienes en ocasiones se duelen de la manera en que son tratados y a veces acusan de trolleo y esto ocurre cuando son cuestionados por la ciudadanía, por lo que es preciso que los legisladores cambien el chip y no se sientan agredidos por el hecho de que los electores den seguimiento a sus actividades y los cuestionen; a la par que los ciudadanos sepan dar marcaje a las labores de aquellos y cuando los increpen, sea con argumentos.

Tanto los medios de comunicación como las redes sociales libres constituyen un componente esencial en cualquier democracia estable. Así que el que representa a la población debe estar atento a ello. Sirva la analogía que utilizo “el que tuitea, se lleva”, traducido para estos menesteres como: “el que legisla, es observado”. Por ende, debe promoverse un diálogo propositivo, así como un intercambio de ideas argumentado y enriquecedor para que las actividades llevadas a cabo por los legisladores, en ejercicio de sus funciones, sea fructífera.

Tómese como ejemplo los valores que inspiran la presencia de la Diputación de Alicante en redes sociales (Diputación de Alicante, s/f: 22). Veamos:

- Cooperación con los ciudadanos y los municipios.

- Apertura y transparencia.

- Interdependencia (corresponsabilidad): saber a quién se representa y hacia quién, cómo y dónde nos relacionamos.

- Compartición (conocimiento abierto): crear las condiciones necesarias para que ciudadanía, empresas y otras organizaciones generen riqueza con los datos y contenidos elaborados por la Administración.

- Participación de los ciudadanos en las decisiones de gestión administrativa.

- Vocación de servicio público.

Continuando con la misma diputación, sépase que “la presencia en redes sociales es llegar al máximo de ciudadanos para maximizar las posibilidades de comunicación bidireccional. Por este motivo es importante poner en conocimiento de los ciudadanos cuáles son los canales a través de los cuales puede localizar a la institución. Se hace a través de: botones sociales en la Web, uso de hashtag, botones en la firma de correo electrónico, cartelería, documentación y todo tipo de publicidad exterior, banners y publicidad en Internet” (Diputación de Alicante, s/f: 87 y ss)

No obstante, el camino no está exento de complicaciones, por lo que es imprescindible que los Parlamentos estén preparados para gestionar las crisis en redes sociales y como la experiencia comparada es útil como punto de partida, observemos como la Diputación de Alicante trata estas dificultades.

Al respecto se plantean diversos niveles de alerta, a la par que se determina al o los responsables de su resolución, sin olvidar proporcionar un ejemplo del que deriva la crisis.

Para que lo anterior sea posible, esto es, gestionar de manera eficiente una crisis propagada en las redes sociales, primero, debe detectarse ante qué tipo de alerta nos encontramos, sea el Congreso en cuestión o bien alguno de sus integrantes. Luego establecer directrices y líneas de acción a seguir. Situación que no debe soslayarse, ya que como lo he manifestado desde el inicio de este artículo, el uso e incorporación de las TIC, suponen nuevas maneras de hacer, proyectar, negociar, comunicar y estar presentes. De esto no debe exceptuarse el Poder Legislativo, ni sus integrantes.

VII. Conclusiones [arriba] 

Desarrolladas las anteriores temáticas, sintetizo lo siguiente:

1. La naturaleza y el alcance de Internet han contribuido a cambiar -de manera radical- la forma de hacer política lo cual incluye la forma de legislar, esto se debe al peso de la información, así como a que la ciudadanía es cada vez más observante de quienes ocupan una curul, y no duda en hacer escuchar su voz a través de las redes sociales, la cual es posible se amplifique debido a la viralización de estos servicios.

2. El crecimiento del número de usuarios de Internet en América Latina, así como la presencia de las diversas herramientas tecnológicas hace posible incorporar y utilizar las TIC con más rapidez y eficiencia en las labores parlamentarias, donde el trinomio Institución-representantes-representados confluyen. La primera, principalmente para optimizar su funcionamiento en el andamiaje gubernamental; los segundos, fundamentalmente para dar a conocer sus actividades y posicionamientos; y los terceros, para dar seguimiento, así como marcaje personal a tanto a los legisladores, como a los Congresos.

3. En cuanto a la divulgación del trabajo legislativo a través de las TIC, se mostró lo trascendente que resulta agregarlas y usarlas para amplificar lo que hace y como hace sus labores el Parlamento y sus integrantes, contribuyendo con ello a rendir cuentas y dar legitimidad, disminuyendo la brecha del fenómeno desafección socio-política.

4. La comunicación parlamentaria resulta ser una de las pautas imprescindibles para llevar a las TIC; aunado a ello, es ineludible tener presente la existencia de las políticas de Internet, las que permitirán establecer los puntos coincidentes para incorporar y utilizar la tecnología en el quehacer legislativo.

5. Se determina que las redes sociales constituyen las plataformas idóneas para mantener comunicación entre la institución parlamentaria, los legisladores y la sociedad, en virtud de ser poderosas herramientas tecnológicas donde confluye todo público, lo que las convierte en plazas públicas, a las que hay que estar muy atentos, así saber cómo enfrentar las crisis que de ahí deriven.
Finalmente, es importante hacer un llamado para que las TIC dejen de ser un territorio ajeno e inexplorado en los Parlamentos, así como entre los legisladores.

Continuemos el intercambio de ideas acerca de estos tópicos. Entre letras, con mi café y a un tweet de distancia me encuentran como @_BarbaraCabrera

VIII. Adendum: Decálogo para que los legisladores utilicen las TIC [arriba] 

Aunque algunos legisladores están presentes y utilizan de manera consecuente la tecnología para hacer más eficientes sus actividades, y en consecuencia dar notoriedad a éstas, hay otros que se resisten a incorporarse a ellas, por distintos motivos, entre los cuales destacan:

- Por desconocimiento de las posibilidades que brinda el mundo digital.

- Debido a que se sienten expuestos, sin la capacidad de controlar la situación.

- Por temor a una ciudadanía cada vez más exigente y participativa en las redes sociales.

- Porque creen que sus representados no necesariamente están vinculados a Internet.

- Simple y sencillamente porque padecen un caso agudo de “no a todo lo que huela a tecnología”

Por tanto, considero conveniente dejar aquí un decálogo para provocar a los legisladores para que conozcan, se incorporen y utilicen las TIC para las tareas derivadas de su actividad parlamentaria. Vayamos a ello:

1. Las TIC no muerden, así que dejen de resistirse al cambio. Además, sus protagonistas, las redes sociales implican interacción, así que anímense a unirse a este ejercicio, verán la oportunidad de estar presentes en estas plazas públicas digitales.

2. Internet llegó para quedarse, no se trata de una moda. Es preciso un cambio cultural, así como de mentalidad, para desaprender y volver a aprender. ¡Con las herramientas tecnológicas que provee la red de redes, las posibilidades son infinitas!

3. Tomen en cuenta que pasamos de un discurso unidireccional a un sistema de comunicación bidireccional. Poco nos sirve a los ciudadanos no verlos o solo leer tweets o post declarativos o promocionales. Es necesario que opten por una comunicación orgánica, libre de la tentación de contratar bots, trolls o anuncios promocionales.

4. Sepan que en esta época confluimos tanto a nativos como inmigrantes digitales, destierren la idea de que manejar la tecnología es una tarea exclusiva de jóvenes. Todos formamos parte de esta revolución digital, todo es cuestión de cantidades y adaptabilidad.

5. En las redes sociales, no escriban como cuando presentan una iniciativa o se dirijan a los usuarios con la formalidad que amerita la Tribuna, aquí el lenguaje es informal, desenfadado y relajado; sin que por esto pierda sentido y valor la comunicación parlamentaria.

6. Si desean ser eficientes, optimizar el tiempo, ahorrar costos para dar a conocer su trabajo legislativo o fijar algún posicionamiento, las TIC ofrecen eso y más; y las redes sociales, son sus protagonistas: ¡no lo pierdan de vista!

7. La incorporación de las distintas TIC en las actividades parlamentarias, tales como las redes sociales, los blogs, el correo electrónico, entre otras; permiten segmentar los diferentes mensajes que deben llegar a los representados, así como alcanzar y dar seguimiento a los objetivos trazados.

8. En consonancia a lo anterior, es conveniente apuntar que, a través de las redes sociales, el correo electrónico, los blogs, las páginas Web, los chats y la mensajería instantánea, se logra tener un canal de comunicación ágil y eficiente, lo cual incluye la interacción con la ciudadanía, así como para mantener la organización y coordinación con su equipo de colaboradores.

9. Las redes sociales son espacios donde es provechoso mantener presencia. Estar al margen no excluye que se hable de ustedes, lo cual conduce a delinear su reputación digital. Estar activo en las redes hace posible ir construyendo una huella digital positiva.

10. Es importante ser proactivo, no dejen de alimentar sus espacios digitales, ello representa una máxima que debe convertirse en algo habitual. Queremos saber de ustedes e interactuar, ser escuchados y tomados en cuenta al momento de tomar alguna decisión que impacte en la legislación, o en algún otro asunto inherente a la labor parlamentaria.

IX. Fuentes de investigación y consulta [arriba] 

Berlín Valenzuela, Francisco [coordinador], (1998), “Diccionario Universal de Términos Parlamentarios”, Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión, México.

Cabrera Pantoja, Bárbara Leonor, (2015) “Interconexión mundial a través de Internet”, número 18, marzo-abril, en Quaestionis, México.

Cabrera Pantoja, Bárbara Leonor, (2016a), “La divulgación del trabajo legislativo en la Era Digital”, número 23, enero-febrero, en Quaestionis, México.

Cabrera Pantoja, Bárbara Leonor, (2016b), “Políticas de Internet en el ámbito legislativo”, Red de Investigadores Parlamentarios, Cámara de Diputados, México. Disponible en http://www.diputados.gob.mx/sedia/sia/redipal/TEMA2/T2_CRV-IX-05-16.pdf

Cabrera Pantoja, Bárbara Leonor, (2017), “Alfabetización digital crítica: más allá del acceso”, número 29, enero-febrero, en Quaestionis, México.

Diputación de Alicante, (s/f), “El Community Manager en la Diputación de Alicante. Guía revisada para la comunicación en redes sociales”, Creative Commons, España. Disponible en http://formacion.dipu tacionalicante .es/default .aspx?lang=es& ref=almacen &idRecurso= 733

Herramientas tecnológicas, (s/f), “Definición”. Disponible en https://herramien tastecn ologicas.co/

Internet live stats, (s/f), “Total number of Websites”. Disponible en https://www.inte rnetlive stats.com/

Leiva, Luciano Agustín, (2004) “Guía de las relaciones entre los diputados y la sociedad civil”, Departamento de Asuntos Políticos y Democráticos de la OEA, Guatemala.

Martínez Pandiani, Gustavo y CALDERÓN Suárez Jorge A., (2006), “Estrategias de comunicación política para Parlamentos”, Serie Gerencia Política volumen VIII, Programa Valores Democráticos y Gerencia Política de la Organización de los Estados Americanos.

Statista research department, (2020), “Número de usuarios de Internet por país en América Latina en 2020”. Disponible en https://es.st atista.com/es tadisticas/107367 7/usuarios-int ernet-pais-am erica-latina/#st atisticC ontainer

 

 

[1] Doctora en Derecho. Escritora. Investigócrata y divulgadora del conocimiento. Presidenta del Comité Editorial Internacional de Quaestionis, así como autora de la Sección “Internet y Derecho” de dicha publicación. Directora de Publicaciones en PaideiaMx. Socia de Internet Society, capítulo México. Integrante de la Red de Investigadores Parlamentarios de la Cámara de Diputados [México]. Investigadora Parlamentaria en el Centro de Investigaciones Legislativas del Poder Legislativo de Jalisco [México]. Líneas de investigación, generación y aplicación del conocimiento: Tecnologías de la información y Comunicación, Redes Sociales, Sociedad Civil y Derecho Parlamentario. Especialista en el Proceso de Investigación Científica en las Ciencias Sociales. Autora de más de 100 artículos, publicados en diversas revistas de divulgación del conocimiento tanto nacionales como extranjeras.
Autora, coautora y coordinadora en 26 libros, entre los que destacan: “Derechos actuales. Realidades y desafío”, “Higiene Tecnológica en la Era Digital”, “La tesis a través de los memes”, “Derecho y Sociedad. Notas para entender la realidad”, “Investigócrata: el poder de la investigación”, “Internet y Derecho: ventajas, desafíos y dilemas”, “¡Santo Internet! –para investigar: busco, evalúo, cito y divulgo”, “Construyendo Investigaciones” y una trilogía de libros dedicados a Twitter. Así como prologuista de diversas obras.
Perfil profesional completo en LinkedIn: Dra. Bárbara Leonor Cabrera Pantoja. Página personal https://bit.ly/2gZK1E1. A un tweet de distancia la encuentran como @_BarbaraCabrera