viernes, 26 de noviembre de 2021

Lucio Vero

Lucio Vero. Museo Arqueológico Nacional de Madrid

El retrato romano -siguiendo la ficha del Museo Arqueológico Nacional de Madrid-, es una de las grandes aportaciones de Roma al arte. Fue la imagen del poder de aquellos que rigieron los destinos del Imperio, pero también mostró la componente humana de sus ciudadanos que utilizaron esta expresión artística en numerosas ocasiones. En la sala del Arqueológico de Madrid existen varios bustos de emperadores y algunas de sus mujeres. Lo más normal en las visitas a cualquier museo o exposiciones sobre la época romana es encontrar bustos y esculturas de Augusto, Tiberio, Trajano y Marco Aurelio. Quizá sea Marco Aurelio, su hermano adoptivo, el personaje que ha eclipsado a Lucio Vero o quizá fuese la misma personalidad de éste que, según las fuentes era un personaje hedonista, orgulloso de su físico, alto, apuesto e ingenioso, lucía una hermosa melena rubia y se dejó crecer la barba "al estilo bárbaro". Esta entrada gira en torno a dos bustos de mármol de Lucio Vero, que he visto en los museos  nacionales de arqueología de Madrid y Tarragona. En ambos bustos destaca su melena y unas bellas facciones -de nuevo la ficha del Arqueológico de Madrid-, que traza una nariz curva que le imprime carácter, los pómulos marcados y los ojos rasgados, hundidos bajo unas amplias cejas. Tanto la barba como su melena se convirtieron en rasgo esencial de su aspecto.

Lucio Vero fue corregente del imperio junto a Marco Aurelio, ambos tenían caracteres contrapuestos, el arrogante y licencioso Lucio frente el carácter reflexivo del filósofo Marco, a quien Lucio siempre obedeció. Su llegada al poder fue en 161 tras la muerte de Antonino Pío cuando se inicia la corregencia junto a Marco. En 162 fue enviado a Siria en una campaña contra los Partos, aunque la campaña la llevó Avidio Cassio. En 168 regresó a Roma y ese mismo año cruza los Alpes para inspeccionar la frontera del Danubio. En el camino de regreso a Roma en 169 Lucio enfermó repentinamente de apoplejía, cerca de la ciudad de Altinum, y después de tres días sin habla murió. Hubo rumores incluso de que su muerte fue por envenenamiento. 

Lucio Vero. Museo Arqueológico Nacional de Tarragona

Siguiendo de nuevo la ficha del Arqueológico de Madrid, se observa que las facciones del busto de Lucio están realizadas con cuidado exquisito, sin embargo, tanto el pelo como las pupilas no tienen huella de trépano, faltando por tanto, ese característico claroscuro de la época, lo que achaca a que posiblemente fue ejecutado en un taller provincial. La cabeza de Madrid procede de Capua (Caserta) Italia, y estuvo expuesta sobre una estatua de togado de gran tamaño por lo que no correspondía en proporción al ser la cabeza bastante más pequeña. El togado fue encontrado en Cales (Italia) en 1865; mientras que el busto de Tarragona, comenta Blázquez sobre las esculturas romanas en Hispania, que en general y la de Lucio Vero en particular, el material de algunas de éstas "procede de fuera de Hispania, o bien porque llegara en bruto, bien ya trabajado, como las cabezas de Marco Aurelio y L. Vero halladas en Tarragona, es de mármol itálico"; destacando en este sentido que "Roma era un gran centro distribuidor de obras de arte".

Para esta entrada he consultado la siguiente documentación:

Retrato de Lucio Vero, ficha del Museo Arqueológico Nacional
Hispania desde 138 a 235, Blázquez, José María, Real Academia de la Historia
Lucio Vero, González-Conde, María Pilar, Biografías, ficha de Real Academia de la Historia, en DBE.RAH.ES

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