El Midtown de Manhattan alberga, de manera temporal, un instalación artística interactiva que -con sus luces y su música- invita al turista curioso a detenerse y también al residente local más acelerado.
Para visitar la exhibición Passage o pasaje, en español, hay que bajarse en la estación de la calle 42 y llegar a la esquina con Broadway, entre calles 39 y 40. Y es en esta intersección que se puede apreciar el espectacular túnel luminoso que invita al transeúnte a cambiar su estado de ánimo.
Al llegar a este pasaje, cada visitante asume la experiencia de manera diferente: algunos se lo piensan bastante antes de dar el primer paso; mientras que otros se adentran por completo y varios más disfrutan la exposición como si se tratase de un estudio fotográfico.
Para Daniela Daza, las letras que describen esta exposición cobraron vida: "Estaba emocionada y ahora me siento como una niña chiquita".
Y en cuanto a quienes viven en la ciudad, como Gilberto Acevedo, su noche fue diferente. Dice haberse sentido muy atraído por los círculos luminosos, por lo que decidió detenerse un momento y hacer -lo que él llamó- un viaje: "El tema y concepto es ir del pasado hacia otro lugar; la transición de un estado a otro.
El creador promete que el visitante pasará de un estado emocional a otro al recorrer las luces y con la vibración que produce la música al pasar por este túnel.
Para muchos, atravesar el túnel puede ser un escape en medio de tanto bullicio en Nueva York. Un visitante afirmó: "Lo encontramos como una experiencia muy especial. Además que en medio de los edificios y en Nueva York le da un toque especial".
Con su presencia brillante y colorida Passage es una exhibición que está transformando la experiencia de los peatones en Broadway. Estará abierta al público hasta el 13 de febrero y lo mejor de todo: es gratis.