Monasterio de San Salvador de Leire
María Orduña Cuevas
San Salvador de Leire es uno de los conjuntos monásticos más importantes de España. Se encuentra situado en el nordeste de la Comunidad Foral de Navarra, muy cerca de Aragón. Se tienen noticias de
este monasterio ya en el siglo IX.
«Leire fue durante bastante tiempo monasterio y sede episcopal,
palacio real y panteón regio»
San Eulogio de Córdoba
Historiografía del monasterio de
San Salvador de Leire
L
a importancia de San Salvador de Leire en la
historia y el arte de los primeros siglos de monarquía pamplonesa han hecho que se multipliquen los estudios sobre él.
La actual iglesia románica del siglo XI fue en origen
una iglesia prerrománica de triple cabecera con remate
recto escalonado e interior semicircular precedida de
tres naves organizadas en dos tramos. A los pies existió
un pórtico, quizá con escalera para subir a una tribuna
occidental. Según las investigaciones de Iñiguez Almech
el origen de la iglesia prerrománica fue el resultado de
una serie de ampliaciones a partir de un templo único1.
Se ignora el motivo por el cual hubo una renovación y la
iglesia fue sustituida por la actual románica pero se ha
supuesto que la iglesia prerrománica pudo verse afecta por ataques de los musulmanes, aunque las fuentes
son recias en el entorno del año 1000. También está la
teoría de que fue el papel importante que adquirió el
monasterio en el panorama eclesiástico navarro lo que
favoreció su ampliación2.
1
Iñiguez Almech, El monasterio de San Salvador de Leire,
Institución Príncipe de Viana XXVII, Pamplona, 1966, pág. 191
2
Martínez de Aguirre, «Manifestaciones artísticas en Navarra durante el siglo XI», acta del congreso: García Sánchez III «El de
Nájera», un rey y un reino en la Europa del siglo XI. XV Semana de
Estudios Medievales, Nájera-Tricio-San Millán de la Cogolla, 2004,
Instituto de Estudios Riojanos, Logroño, 2005, pág. 373
Surge una problemática sobre quién fue el verdadero impulsor del monasterio. La historiografía ha
considerado que fue Sancho III el Mayor quién mandó
construir el monasterio pero el profesor Martínez de
Aguirre afirma que esto no se puede demostrar. Para
él a este monarca se relaciona con otras obras, como la
cripta de San Antolín de Palencia o San Millán de la Cogolla, que responden a tradiciones artísticas distintas y
con problemas de cronología y que todo esto no ayuda
en la hipotética participación del monarca en Leire3. En
cualquier caso, la tradición sigue considerando a Sancho III el Mayor el fundador del monasterio.
Según algunos expertos, como C.M. López en su
libro Leyre, Cluny y el monacato navarro pirenaico,
existen coincidencias temporales entre la renovación
arquitectónica y la renovación espiritual, la benedictinización del edificio. Otros niegan que en época de
Sancho III hubiese implantación cluniacense, sin embargo López afirma que durante el reinado de Sancho
III hubo un intento de imponer la regla de San Benito,
pero que el definitivo asentamiento se produjo décadas más tardes.
Los mayores debates que mantienen a día de hoy
los expertos son con respecto a la arquitectura del edificio. Martínez de Aguirre considera que la arquitectura
de la cabecera de Leire refleja modelos cluniacenses y
representa la plasmación en el terreno estético de la
introducción de la Regla Benedictina en el monasterio.
Sigue la idea de Conant, que afirma: «San Salvador de
Leire es una versión española de la Capilla de la Virgen
que se construyó en Cluny cerca de la enfermería y se
acabó en 1085»4. Según Fortún esto es un error, debido
a que la consagración de la iglesia de Leire se produjo
3
Martínez de Aguirre. Op. Cit. Pág. 382
4
Conant, Arquitectura carolingia y románica (800-1200),
Cátedra, Madrid, 2007, pág. 204-205
Revista Atticus Mayo 14
9
Vista exterior del conjunto monástico
en 1057, por lo que resulta imposible que se utilice un
modelo que se acabo treinta años después5, para él los
precedentes hay que buscarlos en edificios definidos
por su planta basilical, la presencia de una cabecera
con tres ábsides circulares, uno central y dos laterales
más pequeños. Todo esto se encuentra en la arquitectura catalana de la primera mitad del siglo XI y considera que Leire recibe influencia de la catedral románica
de Barcelona6.
Tras la consagración de la iglesia en 1057 se llevo a
cabo una ampliación que fue consagrada en 1098. Para
terminar la obra en el menor tiempo posible se utilizó a un grupo de canteros numeroso y especializado
en obras novedosas. Ahí surge la hipótesis de que el
maestro Esteban, autor de la fachada de Platerías de
la Catedral de Santiago de Compostela, fue maestro
de obras en Leire. El firme defensor de esta teoría fue
Íñiguez Almech, que encontró semejanzas tanto constructivas como decorativas entre la puerta meridional
de Leire y la de Platerías, así como la coincidencia en
el empleo de muros armados con arcos, también presentes en la catedral compostelana7. Por eso motivo el
maestro Esteban se encargó del inicio de las obras de
la catedral de Pamplona, iniciadas en el año 1100, debido al éxito alcanzado en Leire8.
Con respecto a la cripta surgen una serie de dudas.
Se ignora si desde el principio la cripta se utilizó como
recinto con fines de culto. Lo que sí se sabe es que
durante largo tiempo albergó las reliquias de San Nunilo y Santa Alodia. Se ha deducido que la cripta sirvió
realmente para la custodia del tesoro sagrado9. Otro
problema surgido en la cripta fue la ornamentación de
5
6
7
8
9
10
Fortún Pérez de Ciriza, 2007, pág. 26
Ídem.
Iñiguez Almech, 1966, pág. 215
Fortún Pérez de Ciriza. Op. Cit. Pág. 37
Martínez de Aguirre, 2005, pág. 379
Revista Atticus 25
sus capiteles, basados en motivos primarios, como el
retallado cóncavo de las esquinas, las volutas que nacen de bolas o las incisiones que dibujan cabrios. Durante mucho tiempo se creyó que esta ornamentación
era única de Leire, pero Cabanot demostró que esta
decoración también aparece en repertorios empleados en otras construcciones europeas (francesas e italianas) del siglo XI10.
A la hora de citar la cronología de la nave gótica de
la iglesia de Leire también nos encontramos con diversidad de opiniones. Madrazo, en su estudio sobre
el monasterio, consideró que la iglesia y la nave eran
cistercienses del siglo XIII. Pero Martínez de Aguirre
sugiere que Madrazo cometió dos errores para poner
esta cronología: por un lado Madrazo creyó que la entrada del Císter a la península tuvo inmediatas consecuencias artísticas; y por otro no concibe el gótico sin
arbotantes e identificó la sobriedad decorativa con la
austeridad del Císter11.
Tanto Torre Balbas como Iñiguez sitúan la iglesia de
Leire en el s. XIV12. Para ello se basan en una heráldica
que hay en la nave con el escudo de armas NavarraEvreux. Según Martínez de Aguirre no es el escudo
de armas de Navarra-Evreux, sino de Navarra-Francia;
puesto que carecen de la banda componada13.
10
Cabanot, La scultpture romane en Navarre: San Salvador
de Leyre, en Les Cahiers de Saint-Michel de Cuxá, 9 (1978), págs.
21-50
11
Martínez de Aguirre, La nave gótica de Leire: evidencias
para una nueva cronología, Archivo Español de Arte, nº 253 (1991),
pág. 40
12
Iñiguez Almech, 1966, pág. 191 y Torre Balbas, Arquitectura
gótica, Ed. Plus Ultra, Madrid, 1952,
pág. 221.
13
Martínez de Aguirre, Op. Cit., pág. 49
Todo esto son los puntos que ha día de hoy producen discrepancias entre los expertos con respecto al
monasterio de Leire.
Datos históricos del monasterio
El monasterio se alza en terrenos del actual municipio de Yesa, a 52 km de la capital navarra, Pamplona,
sobre el ramal del Camino de Santiago que discurre
siguiendo el río Aragón, pasando por Jaca, el Camino
de Santiago aragonés. El conjunto se encuentra en una
balconada natural de la falda sur de la sierra de la sierra de Errando o de Leyre, entre cuyos picos destaca
la cima del Arangoiti de 1.356 m de altitud (esta sierra
es la primera sierra prepirenaica que se tiende sobre
el Canal de Berdún). Dicha balconada se alza sobre
el valle del río Aragón, embalsado en este punto en el
pantano de Yesa. Desde la ubicación del monasterio se
abarca un gran espacio. Al este se encuentran los montes de Jaca con el Canal de Berdún en primer término
y, más allá, los montes donde se encuentra el otro gran
monasterio vecino, el de San Juan de la Peña. Al oeste
se ve una cadena de montañas entre las que emerge la
punta de Ujué.
Las primeras noticias escritas del monasterio se remontan al 848, con motivo del viaje de San Eulogio de
Córdoba. Entonces era ya cenobio famoso, de comunidad intensa, gobernada por su abad Fortuño, y con
nutrida biblioteca, que alcanza desde los poemas de
S. Adelhelmo, monje nórdico, anglo-sajón, de los años
650 al 709, hasta una vida un poco «sui generis», de Mahoma, indicándonos ya en fecha tan remota las múltiples influencias y contactos de culturas en la Alta Edad
Media. Tempranamente los soberanos pamploneses
proyectaron su tutela en Leire y lo convirtieron en un
monasterio propio de la estirpe, condición que explica
su uso como panteón regio.
A principios del s. XI, Sancho III el Mayor, que repudiaba las injerencias laicas en la vida monástica como
las tradiciones «visigótico-mozárabes», quiso llevar a
cabo una reforma en todos los monasterios del reino
de Navarra. Para ello encomendó al obispo Sancho el
monasterio de Leire para que organizase el ordo benedictino, implantase la regla benedictina e hiciese una
restauración de la diócesis. También determinó que en
adelante los obispos de Pamplona fuesen escogidos
entre los monjes de Leire. Esta decisión regia benefició
a Leire, que incrementó su patrimonio de forma desmesurada.
A pesar de todo, la implantación de la regla benedictina no se cumplió en Leire en su totalidad, ya que
Sancho el Mayor no dejó a los monjes la liberta de elegir abad, sino que se reservó la facultad de designar
obispos (y por tanto abades) de acuerdo con la tradición visigoda, en la cual la designación regia acaba siendo la vía para el nombramiento de obispos.
[1] Vista del monasterio
El modelo de los obispos-abades, verdadero elemento definidor del régimen monástico de Leire, duró
seis décadas. Algunos de los obispos-abades más destacados fueron: Sisebuto, que había sido previamente
abad de San Millán, su sucesor Jimeno, que primero
fue obispo y luego ocupó el cargo de abad y Sancho,
sucesor de Jimeno.
Entre 1068 y 1083 se advirtió un deterioro del sistema de los obispos-abades. Se desvinculó a los prelados
de Pamplona y se les sustituyó por los de Álava, que
se convirtieron en abades de Leire. Pero el verdadero
desmantelamiento de este sistema se debió en época
de Sancho Ramírez, monarca de Aragón, que implantó
el rito romano (reforma gregoriana) en sus dominios y
eso supuso un reajuste de las estructuras tanto diocesanas como monásticas. El primer paso de la reforma fue la reordenación de la diócesis de Pamplona y
del monasterio de Leire, dando fin al sistema de los
obispos-abades. Para ello se tomaron varias medidas:
se colocó a monjes franceses en puestos rectores de
iglesias navarro-aragonesas y se adoptó la regla benedictina. En el caso de Leire, aparte de todo lo anterior
dicho, adquirió mayor autonomía con respecto a la monarquía, se despegó de la tutela regia.
A partir del s. XII, con el abad Raimundo, Leire vive
una etapa de apogeo. En número de donaciones se
triplicó, sobretodo crecieron las donaciones privadas,
animadas por la mayor autonomía del cenobio, que
ya no era considerado un monasterio «propio» de la
monarquía. Para poder controlar todos los bienes, se
elaboró un cartulario para compilar los títulos de propiedades acumulados desde 1083 y un cuaderno de
privilegios reales y pontificios.
Tras la muerte del rey Alfonso II el Batallador (1134),
los magnates aragoneses proclamaron rey a su hermano Ramiro II, clérigo y, por lo tanto, inhabilitado para
el cargo, mientras que los de Pamplona alzaron como
soberano a García Ramírez. La actitud de Leire y de
su abad García fue la de apoyar la candidatura de RaRevista Atticus Mayo 14
11
miro y su pretensión de mantener unidos los reinos de
Navarra y Aragón, sin embargo, en 1138 y tras la caída
de Ramiro, el monasterio se inclinó del lado de García
Ramírez. El cambio de bando no garantizó a Leire le
favor del nuevo soberano pamplonés, por lo que Leire
tuvo que aporta recursos a la causa de García Ramírez,
lo que provocó que perdiese parte de su patrimonio.
La pérdida del favor real y el auge de la autoridad
episcopal marcaron una nueva etapa. El reforzamiento
del poder del obispo se materializó en la construcción
del al catedral de Pamplona y el plan de inserta las abadías benedictinas más importantes de la diócesis, Leire
e Irache, a la autoridad del obispo. Leire se vio obligada
a desprenderse de muchos bienes a favor de la catedral. Estos hechos provocaron en la comunidad de Leire el deseo de emanciparse de la autoridad episcopal
y para eso aprovechó una visita a España del cardenal
Jacinto como legado pontificio para plantear ante él
un pleito contra el obispo y reclamar la exención del
monasterio y su dependencia inmediata de la Santa
Sede. Sin embargo, el cardenal dictó una sentencia en
la que adjudico la posesión del monasterio al obispo y
a la iglesia de Pamplona. A pesar de todo, Leire apeló
la sentencia ante la Santa Sede y Alejandro III aceptó
las propuestas del monasterio (tal vez porque la Iglesia necesita fuentes económicas para las cruzadas14). El
caso es que el papa acogió bajo su protección al monasterio y estableció que el abad solo podía ser elegido
por los monjes y depuesto solo por mandato papal. El
Papa también ordenó al obispo de Pamplona devolver
las rentas usurpadas al monasterio. No obstante, el
largo enfrentamiento con el obispo de Pamplona por
lograr la exención, que preside todo el s. XII, conllevó
una fuente de gastos extraordinarios y pérdidas patrimoniales.
Pedro de París, obispo de Pamplona, no se dio por
vencido ante la sentencia del papa Alejandro III y con
la llegada del papa Urbano III acudió a Roma. El abad
de Leire basó la defensa del monasterio en el privilegio dado por Alejandro III, sin embargo no se aceptó,
pero si se aceptó los privilegios dados por Urbano II a
la iglesia de Pamplona, que incluía el monasterio de Leire como parte de ella. Esta sentencia significó el triunfo
del obispo de Pamplona y concluyeron con el ciclo histórico comenzado con la reforma gregoriana. Se obligó
a los abades de Leire a prometer fidelidad y obediencia
a los obispos de Pamplona.
Durante el último tercio del siglo XII y primeros del
XIII el número de monjes se redujo de 80 a 10, además
de los múltiples gastos que adeudaban. Todo esto provocó la necesaria reforma radical del monasterio y la
implantación de la orden cisterciense en 1236. Sin embargo la entrega definitiva al Císter la hizo el rey Luis
Hutin en 130715.
14
Fortún Pérez de Ciriza, 1993, pág. 131
15
Martínez de Aguirre, 1991, pág. 42
12
Revista Atticus 25
El 6 de noviembre de 1965, el monasterio de
Leire recuperó la dignidad de abadía. Al año
siguiente, el 1 de julio la Diputación entregó
el monasterio a los benedictinos. En 1979 fue
elegido el primer abad de esta nueva etapa que
mantiene una treintena de monjes en Leire.
Los conflictos empobrecieron al monasterio, gastaron grandes cantidades en pleitos y perdieron muchos
dominios de la abadía. Leire vio extinguirse su influencia política y espiritual, incluso, en 1269, el Capítulo General del Císter decretó que Leire fuese una filial del
monasterio de la Oliva, situado al sur del reino, bajo
el mando del mismo abad. Esta situación no se dilató
mucho, pronto Leire recuperó sus abades propios.
Bajo la orden del Císter se emprendieron reformas en la iglesia, se sustituyó el tejado de madera a
dos aguas por una bóveda gótica. Para realizar esa
obra hubo que dotar de contrafuertes a los muros de
la nave y construir un arbotante al tener que elevar su
altura. En 1562 se inician las obras de construcción del
monasterio nuevo, que acabarían en 1640. Esta nueva
construcción vino a sustituir al viejo monasterio que se
encontraba en muy mal estado. La nueva ubicación, entre la iglesia y el valle, lo hace mucho más cómodo.
El 18 de abril de 1610 se dictó la incorporación de todos los monasterios navarros a la Congregación Cisterciense de la Corona de Aragón en aras a la corrección
del problema de la escasa formación de sus miembros.
Esta incorporación dio resultados positivos, la vida espiritual volvió a surgir y nuevamente el monasterio de
Leire recuperó parte de su esplendor de otro tiempo:
cinco abades de Leire fueron Vicarios Generales de la
Congregación, la biblioteca resurgió y en ella se sabe
que se guardaban libros, como el Libro de la Regla y
el obituario, los breviarios monásticos y una importante Crónica latina de San Salvador de Leire; algunos de
ellos aún se conservan en el Archivo de Navarra
El siglo XIX fue un periodo histórico desastroso
para las órdenes religiosas y la iglesia. El monasterio de
Leire fue abandonado en tres ocasiones por sus ocupantes. En las de 1809 y 1820 los monjes pudieron regresar, pero en la de 1836, debida a la desamortización
de Mendizábal, el conjunto monástico fue abandonado
hasta mediados del siglo XX.
En 1935 se promovió un proyecto de reedificación
y restauración del culto en Leire. Dicho proyecto fue
aprobado por la Diputación navarra el 2 de noviembre
de 1945; nueve años después, el 10 de noviembre de
1954, se restauró la vida monacal. La comunidad benedictina regresó para hacerse cargo del monasterio.
Los monjes que se asentaron en Leire procedían de la
congregación de San Pedro de Solesmes de la abadía
de Santo Domingo de Silos. El 6 de noviembre de 1965,
el monasterio de Leire recuperó la dignidad de abadía.
Al año siguiente, el 1 de julio la Diputación entregó el
monasterio a los benedictinos. En 1979 fue elegido el
primer abad de esta nueva etapa que mantiene una
treintena de monjes en Leire. Ese mismo año se inauguró la nueva hostelería.
Descripción del monasterio
El monasterio de San Salvador de Leire [1] se enclava en la sierra homónima ubicada en la parte oriental
del reino de Navarra, muy cerca de lo que se considera
solar de la dinastía Jimena, la que rigió el reino de Pamplona a partir del s. X.
[3] Plano del monasterio
[2] Planta de la iglesia prerrománica según Íñiguez
Existía una iglesia prerrománica [2], que gracias a
las excavaciones sabemos que era un edificio de triple
cabecera, con remate recto escalonado e interior semicircular precedida de tres naves organizadas en dos
tramos16. A los pies existió un pórtico, quizá con escalera para subir a una tribuna occidental. Esta iglesia tiene algunos antecedentes muy remotos en España. Por
citar alguno, la iglesia visigótica de Zorita de los Canes
(Guadalajara). También estas agregaciones tienen paralelos conocidos y con fecha segura: San Miguel de
Cuixá, pero con tres naves y crucero, como sucede con
San Pedro de Roda, también de tres naves y con ábsides semicirculares agregados en obra.
La iglesia prerrománica de Leire fue sustituida en
época románica por la actual. Se ignora el motivo por
el cual hubo una renovación, se ha supuesto que la iglesia prerrománica pudo verse afecta por ataques de los
musulmanes, aunque las fuentes son recias en el entor16
Iñiguez Almech, 1966, pág. 191
no del año 1000. Muchas iglesias prerrománicas fueron
renovadas en la primera mitad del s. XI simplemente
para mejorarlas.
La dedicación de recurso a la construcción de edificios monásticos es una demostración de crecimiento
del patrimonio. El aumento de los recursos económicos permitió, en la 1ª mitad del s. XI la construcción de
la cripta, la cabecera y los dos primeros tramos de la
actual iglesia del monasterio, consagrados en octubre
de 1057 de los obispos del reino (el abad Juan, obispo
también de Pamplona, los obispos Gomesano de Nájera, Vigila, de Álava, y García de Aragón, más el Abad
Velasco de San Juan de la Peña) y el rey Sancho IV de
Peñalén (aunque el verdadero impulsor de la construcción fue su padre, García el de Nájera) y de su tío Ramiro de Aragón.
Como consecuencia de la eclosión patrimonial que
vivió Leire a partir de 1083, se llevó a cabo la ampliación
de la iglesia abacial, consagrada en 1098 por el obispo
de Pamplona Pedro de Rodez. La obra consagrada en
1057 se continuó en sus dos paredes laterales, dos tramos en el muro sur y otro en el norte, lo que provocó
que el eje se desviara. Para solventar este problema,
el arquitecto de 1098 reorientó la nave, basándose en
el muro sur y reajustando el norte. También cambió las
dimensiones de los tramos. Para cubrir el nuevo espacio de la iglesia se buscó una techumbre con armazón
de madera.
La iglesia de San Salvador de Leire constituye el
elemento arquitectónico principal del monasterio [3].
Mantiene partes de la construcción románica del siglo
XI al siglo XII, como la cripta, los ábsides, la torre, la
nave principal y el pórtico principal, conocido como
Revista Atticus Mayo 14
13
[5] Planta de la cripta
[4] Planta de la iglesia con el esquema de las excavaciones
Porta Speciosa, sobre las que se superponen elementos posteriores, como la bóveda gótica, el panteón de
los reyes de Pamplona y una pequeña capilla, también
gótica, que data de los siglos XIV y XV. Entre la imaginería destacan la imagen de Santa María de Leire, una
talla de un Cristo muerto en la cruz del siglo XIV y el
retablo de Santa Nunilo y Santa Alodia, del siglo XVII.
La iglesia [4] consta de dos partes, las tres naves
románicas y la nave gótica.
La parte románica está constituida por tres naves,
cubiertas con bóvedas de cañón, y rematadas en tres
ábsides de planta semicircular. Sin embargo, según
Martínez de Aguirre, excavaciones hechas en la iglesia han demostrado que hubo un proyecto anterior de
cabecera plana17, perfectamente acorde a la tradición
hispanovisigoda. Este proyecto inicial se abandonó y se
desconocen los motivos. De las tres naves, la central
es más ancha que las laterales. El conjunto no guarda
simetría al ser aquellas desiguales, siendo la izquierda
más estrecha que la derecha. Por otra parte, sus arcos
están sensiblemente rebajados tendiendo a la herradura. Los pilares tienen planta en cruz con columnas
adosadas, sin basamento, y no son paralelos, sino que
convergen en el sentado del ábside central. Los capiteles están decorados de forma muy austera, a base de
bulbos, volutas y estrías. Los cimacios se decoran con
motivos geométricos con rayas, círculos o puntillados.
Sobre el ábside central, descentrado, se abre una pequeña ventana circular.
La nave central es el resultado de la gran ampliación que se realizó en el siglo XII, en el transcurso de la
cual también se construyó la portada. Se proyectó más
17
14
Martínez de Aguirre, 2005, pág. 375
Revista Atticus 25
elevada que la cabecera y se cubrió con un tejado de
madera a dos aguas. Las obras se consagraron en 1098.
Entre el siglo XV y XVI se efectuó otra reforma, en la
cual se cubrió la nave con una bóveda gótica.
La arquitectura de la cabecera de Leire refleja modelos cluniacenses y representa la plasmación en el
terreno estético de la introducción de la regla benedictina en el monasterio, de hecho, Conant, al abordar
la influencia de Cluny II en la arquitectura románica
español, afirmó: «San Salvador de Leire es una versión
española de la Capilla de la Virgen que se construyó
en Cluny»18.
En el lado septentrional de la nave se encuentra el
arcosolio que guarda el panteón de los primeros reyes
del reino de Pamplona, precursor del reino de Navarra, cuyos restos se custodian en un arca neogótica de
madera, decorada con adornos metálicos. En la urna se
encuentran los restos de los reyes de Pamplona como
Íñigo Arista (852), García I Íñiguez (870) y Fortún Garcés «el Tuerto» (905).
Bajo la cabecera de la iglesia se halla una cripta [5],
y ambas fueron consagradas en 1057. La cripta no es
una cripta al uso, no llega a ser subterránea ni hay evidencias de que se haya destinado nunca a ser un lugar
de enterramiento o de guardar reliquias. Fue construida para nivelar el terreno donde se alzaría la iglesia y
servir como cimiento a la misma. Es de forma cuadrada
siguiendo la forma de la cabecera del templo, por lo
que dispone de tres ábsides circulares y cuatro naves
iguales cubiertas por bóvedas de cañón (la cripta fue
concebida con tres naves, sin embargo, la nave central
se dividió finalmente en dos por la arcada axial central,
resultando en las cuatro naves). Los grandes capiteles
[6] son los que mantienen el peso de la cabecera del
templo. Son todos diferentes entre sí, tanto en tamaño
como en motivo de decoración. Algunos llevan enormes cimacios y van formando un bosque de pilares de
triple codillo y de perpiaños, que refuerzan naves abovedadas. La decoración es muy sencilla, basándose en
temas animales y geométricos.
18
Conant, 2007, pág. 204
[6] Capiteles de la cripta
[7] Bóvedas de la nave
Tanto los capiteles bajos y altos, de cripta e iglesia,
con todas sus rarezas y aspectos arcaicos, son de la
iglesia comenzada por Sancho el Mayor y consagrada
en tiempos de su nieto Sancho el de Peñalén. Ahora
bien, dentro de la convicción apuntada, hay varios grupos distintos. En los que hay dos capiteles sin labra y
otros dos, seguramente basas clásicas relabradas, con
plinto de un metro en cuadro. Hay otro grupo que podemos llamar circunstancial: es el integrado por los tres
capiteles de la cabecera, uno con rayas y el resto es más
uniforme y comprende los capiteles, que tratan temas
corintios; con gallones en los chaflanes y líneas en forma de C que nacen del centro inferior de los frentes y
suben a rematar con caulículos en los ángulos19.
Con respecto a la nave gótica, nave única compuesta por la preexistencia de los muros románicos reaprovechados como soporte de la bóveda gótica. El trazado
de las bóvedas [7] es el siguiente: en los cuatro tramos
hay tres diseños distintos y dos tamaños. La primera
presenta terceletes en sus lados cortos («medios terceletes») y ligadura siguiendo el sentido longitudinal de
la nave. Las dos siguientes repiten los terceletes pero
carecen de ligadura. La última, a los pies, no tiene terceletes pero sí ligadura longitudinal, además de ser de
menor tamaño.
En cuanto a decoración, cabe destacar que las cuatro claves principales y una de las secundarias están
decoradas con motivos heráldicos. La primera clave
está decorada con el escudo de armas reales de Navarra-Francia. La segunda clave es la heráldica del abad
de Leire Fray Miguel de Leache, que fue abad entre
1502 y 1536. La tercera clave se cree que representa
las armas legendarias y fantasiosas de los primeros reyes de Navarra20, protectores de Leire (está muy deteriorada). La cuarta clave es el escudo de armas de
la familia Añues de Sangüesa. Sin embargo no se sabe
a quién hace referencia. Hay dos teorías, una es que
representa a Miguel de Añues «el rico», constructor del
palacio sangüesino. Ls otra teoría es que representa a
Fray Gabriel de Añues, abad de Leire entre 1536-1560.
La última clave es imposible de identificar por su deterioramiento.
Exteriormente destaca la portada historiada occidental, el ábside, la torre y el patio de hospedería. La
portada historiada occidental [8], llamada Porta Speciosa (puerta preciosa), se construyó durante la primera ampliación de la iglesia en el siglo XII. En ella hay
constancia, por el tema de uno de los capiteles en el
que aparecen dos aves con los cuellos entrelazados picándose las patas, de que trabajó el Maestro Esteban,
autor de la puerta de las Platerías de la Catedral de
Santiago de Compostela. En el tímpano [9] se hallan
seis figuras hieráticas, pero cuya vestimenta pretende
dar sensación de movimiento. La central y más importante es «Cristo Salvador». A su derecha está la Virgen
María, San Pedro y otra figura. A la izquierda, San Juan
19
20
Iñiguez Almech, 1966, pág. 212
Martínez de Aguirre, 1991, pág. 51
Revista Atticus Mayo 14
15
[9] Imágenes del tímpano
A la izquierda, [8] Porta Speciosa
y otras dos figuras que no han sido identificadas y de
las que se cree que representan a otros evangelistas21.
Las cuatro arquivoltas [10], labradas en la segunda mitad del s. XII, están decoradas por representaciones
de seres reales y fantásticos con motivos vegetales y
animales. En cuanto al friso, se representan escenas y
personajes bíblicos. De izquierda a derecha, en la línea
más alta, están representados San Miguel, Santiago, el
Salvador, San Pedro, San Juan, escenas del martirio de
las santas Nunilo y Alodia, un monstruo apocalíptico,
el demonio atrapando un alma, la danza de la muerte y
Jonás con la ballena. En la línea inferior se representan
mediante figuras estilizadas a la Visitación, la Anunciación, un obispo o santo y un ángel trompetero, y a la izquierda otro obispo con báculo y evangelio, otro ángel
trompetero y la cabeza de un hombre.
Exteriormente, los ábside [11] tienen angostos ventanales y un alero que es una cornisa compuesta de
bloques biselados sobre modillones decorados con
motivos varios, cabezas humanas, animales, lazos, bolas, atributo. La torre tiene forma cuadrangular, casi
cuadrada, con ventanas de triple arquillo en todos sus
21
Lojendio, Navarra románica, Ediciones Encuentro, Madrid, 1978. Pág. 97
16
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costados. Estos arquillos están sostenidos por columnas simples, sin capiteles ni decoración.
A lado norte de la iglesia se halla el patio de la hospedería. En este lugar se alzaba el claustro románico
del antiguo monasterio. Este claustro desapareció en
el espacio de 118 años de abandono al que se vio sometido el conjunto monumental en los siglos XIX y XX;
sólo se conserva un capitel hallado en unas excavaciones. En este espacio destacan el gran arbotante gótico
y la puerta de acceso a la iglesia. La puerta, situada en
la pared norte de la cabecera, es románica. Un poco
más trabajada que la de la cripta, está formada por tres
arcos escalonados, dos de ellos descansan sobre capiteles y columnas.
[10] Arquivoltas
A la derecha, [11] ábside desde vista exterior
Conclusión
El monasterio de San Salvador de Leire es una de
las abadías más conocidas del reino de Navarra y para
varios expertos fue una de las más importantes, tanto
en aspectos políticos como religiosos.
Sin embargo, aunque Leire fue la abadía más importante en determinados momentos, no fue una constante de toda su historia. De hecho, la abadía pudo gozar
de la posición indicada en la consagración documentada en 1057, pero, como sugieren algunos expertos, su
papel no era tan destacado en el momento de la consagración de 1098. De cualquier modo, los conflictos
que la abadía mantuvo frente al obispado de Pamplona
después de 1078 determinaron durante el siglo XII un
gran gasto de los fondos de Leire y un claro declive de
su importancia en todos los ámbitos en los que en otro
momento había tenido un papel destacado.
El monasterio alcanzaría su momento de esplendor
con Sancho García el Mayor, quien ordenó que la antigua iglesia prerrománica de Leire fuese sustituida, en
época románica, por la actual. De estilo románico son
la cabecera de la iglesia y la cripta. La cabecera presenta triple ábside y elevadas proporciones, descansando
sobre una cripta de cuatro naves. Desde el siglo XI la
cripta ha servido como panteón real y en ella encontra-
mos los sepulcros de varios reyes de Navarra. El resto
de la iglesia está construido en estilo gótico, sobresaliendo la portada de acceso. Para muchos expertos la
escultura de Leire recuerda al Pórtico de Platerías de
Santiago de Compostela, incluso se ha llegado a decir
que el maestro Esteban, autor de la fachada de Platerías de la Catedral de Santiago de Compostela, fue
maestro de obras en Leire. El firme defensor de esta
teoría fue Íñiguez Almech, que encontró semejanzas
tanto constructivas como decorativas entre la puerta
meridional de Leire y la de Platerías, así como la coincidencia en el empleo de muros armados con arcos.
A partir del siglo XIII el monasterio de Leire perdió
todo su antiguo esplendor, quedando en un segundo
plano y la desamortización producida en el siglo XIX
provocó que el monasterio fuera deshabitado entre
1835 y 1954.
En 1965, el monasterio de Leire recuperó la dignidad
de abadía y se establecieron en él los monjes benedictinos.
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Nota de la redacción. Para ilustra el contenido de
este artículo se han usado algunas imágenes que se encuentran en la red bajo la licencia CreativeCommons
Detalle de las figuras situadas en las arquivoltas de la Porta Speciosa en San Salvador de Leire
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