Esto fue lo que soñé.
Estoy sentado de brazos cruzados cerca del lecho sobre el que yace tendida boca arriba una mujer que dice con voz serena que va a morir.
Sus largos cabellos se esparcen por la almohada y enmarcan un dulce rostro ovalado. Un ligero rubor enciende la blanca piel de sus mejillas. Sus labios muestran un saludable