A diez años de la sanción de la Ley de Identidad de Género, que significó una ampliación de derechos histórica al permitir la modificación de sexo en el DNI para que coincidiera con la identidad de género autopercibida, más de 12 mil personas rectificaron sus documentos. Se trata, en su mayoría, de adultos jóvenes que residen en centros urbanos del país. Un informe del Registro Nacional de las Personas, dependiente del Ministerio del Interior, muestra cómo fue cambiando a lo largo de estos años la composición de la población que accede a este derecho y confirma que, pese a los avances en materia de derechos, sigue vigente la extrema vulnerabilidad del colectivo trans: la edad promedio de muerte es de 40 años.

“Antes de sancionarse la ley una persona no podía vivir libremente su identidad de género autopercibida en tanto era obligatorio pasar por un proceso judicial que te exponía a la mirada de otro -jueces, médicos y abogados- quienes decidían si podías vivir de acuerdo tu identidad o no. Era un proceso caro y largo”, recuerda Maia Goldin, directora nacional de Documentos de Viaje y Programación y Producción de DNI del Renaper sobre el antes y el después que significó esta ley al transformar el trámite judicial en uno por vía administrativa.

La ley permitió que el trámite para rectificar el documento de identidad sea administrativo y de carácter declarativo: sólo es necesario que la persona diga cuál es su nombre y cuál es su sexo y el Estado está obligado a realizar el cambio de manera gratuita. “Es un cambio drástico en cómo vivir la identidad autorpercibida. Es un proceso que ya no tiene que pasar por la mirada del otro”, celebra Goldin.

10 años en números

De acuerdo al informe, en estos diez años unas 12.655 personas realizaron la rectificación de sexo en su documento. El 62 por ciento cambió su sexo por mujer y un 35 por ciento lo hizo por varon. Unas 354 personas optaron por la opción X, como determinación no binaria, incluida a partir del decreto 476/21, en julio de 2021.

Desde el Renaper informaron que se trata en su mayoría de una población joven adulta, con un promedio de edad de 33 años. Una de cada cuatro personas que rectificaron su DNI tiene menos de 24 años. Entre los más jóvenes, realizaron el cambio de DNI 525 menores de 17 años.

El informe detalla que las personas que rectificaron el DNI por género varón y no binario son más jóvenes que las personas que lo hicieron por género mujer. “Entre el grupo de 0 a 19 años se observa que las personas principalmente cambiaron el DNI por la categoría ‘varón’, mientras que a medida que avanza la edad las personas que cambiaron el DNI lo hicieron en mayor medida por la categoría ‘mujer’”, detallaron los autores del informe.

La pandemia, como en todos los ámbitos, significó un quiebre en el crecimiento sostenido de solicitudes para rectificar el DNI. Esta situación se normalizó durante el año pasado con un crecimiento abrupto. "La cantidad de rectificaciones solicitadas en el primer trimestre de 2022 casi iguala al promedio histórico de los últimos 8 años. Si seguimos así, este año vamos a terminar con el doble de las rectificaciones que se hacen en un año tipo. Esto habla de la universalización del derecho”, explica la funcionaria. 

Durante el periodo 2011-2017 la mayor parte de cambios realizados fueron por la categoría mujer (entre un 70 y 89 por ciento de todas las rectificaciones). A partir de 2018 comenzaron a crecer los trámites con elección de género varón. Entre el 2019 y 2020, remarcaron desde el Renaper, casi el 60 por ciento de los casos de trámites de rectificación fueron por género varón, y en 2021 la mitad de los casos. “Al analizar la edad en que las personas realizan el cambio de género, es destacable que las personas que eligen por género varón lo hacen en edades más tempranas en relación a los demás géneros elegidos”, explicaron.

La mayoría de las personas que solicitaron el cambio en el DNI viven en la provincia y la ciudad de Buenos Aires. Luego se distribuyen por otros grandes centros urbanos del país como Santa Fe, Córdoba, Salta, Tucumán y Mendoza.

El informe concluye con un dato que visibiliza la vulnerabilidad de derechos en la que viven las personas trans. El promedio de edad de muerte entre quienes rectificaron su DNI fue de 40 años. El 75 por ciento murió antes de los 53 años.

Desafíos de cara al futuro

Si bien la sensación es que la universalización de este derecho ya está instalada aún quedan desafíos para los próximos años. En primer lugar, Goldin remarca los relacionados a la geolocalización. El hecho de que la mayoría de los cambios se hayan solicitado en los grandes centros urbanos del país da cuenta de que el acceso no es equitativo en parajes más aislados. “Hay un trabajo pendiente del Estado en materia de comunicación y acompañamiento de quienes viven en lugares más aislados”, opina.

En segundo lugar, otra prioridad clara para el Estado debe ser el desarrollo de políticas públicas específicas para las personas trans adultas, que tienen una expectativa de vida de 40 años o no llegan a pasar los 53. Situación que refleja aún la clara vulnerabilidad del colectivo trans.

El tercer punto incluye una iniciativa en la que trabaja el país junto a otros de la región como México y Uruguay. Como bloque regional le solicitarán a la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), que regula las normas de la aviación internacional, que se elimine el campo sexo de la documentación obligatoria para viajar.

Según explica Goldin, la obligatoriedad de declarar sexo en el documento que se utiliza para viajar es uno de los requisitos de la OACI. Por eso mismo fue que el decreto que incluyó la opción X, como alternativa por fuera del binomio femenino/masculino, no dejó abierta la posibilidad de elegir entre múltiples identidades de género como reprocharon más tarde algunos integrantes del colectivo LGBT. Si esto sucedía el DNI no iba a poder utilizarse para viajar.

“En la presentación formal a la OACI pediríamos como bloque regional que se elimine el campo sexo. Al Estado no tiene por qué importarle cuál es el sexo o género con el que se identifica una persona ni lo tiene que andar demostrando para viajar”, adelanta la funcionaria con respecto a esta iniciativa.

Cómo es el trámite para rectificar el DNI

  • El primer paso es acercarse al registro civil de la localidad de residencia y pedir la rectificación de la partida de nacimiento. El trámite es administrativo y de carácter declarativo: se indica el nuevo nombre y el género a asignar.
  • En la partida de nacimiento se puede consignar la identidad de género que el solicitante desee incluso por fuera del binomio femenino y masculino. Puede ser no binaria, indeterminada o cuál sea que fuera la identidad autopercibida.
  • El trámite para rectificar la partida de nacimiento puede durar más o menos según si la persona inicia el trámite o no en la misma provincia en la que nació, ya que el registro de partidas de nacimiento se realiza en la provincia de nacimiento.
  • Una vez que está la partida de nacimiento se solicita en el mismo registro civil o en cualquiera de las oficinas del Renaper la rectificación del DNI. El trámite dura lo mismo que el pedido de reimpresión del DNI por cualquier otro motivo.
  • En todos los casos el trámite es gratuito y no es necesario ninguna presentación judicial.