Brasil detectó dos casos “atípicos” de la enfermedad conocida como vaca loca y, por un acuerdo sanitario animal con China, suspendió inmediatamente las exportaciones de carne bovina al gigante asiático, según confirmó este sábado el Ministerio de Agricultura y Pecuaria del país vecino.

Según informó Efe, los dos casos fueron detectados en un matadero de Belo Horizonte, capital regional de Minas Gerais, y en una hacienda de Nova Canaã do Norte, en Mato Grosso, en animales que estaban para “descarte” y que por su avanzada edad no tenían fines alimenticios.

“Todas las acciones sanitarias de mitigación de riesgo fueron concluidas antes de la emisión del resultado final por el laboratorio de referencia de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE, por sus siglas en inglés), en Alberta, Canadá. Por eso, no hay riesgo para la salud humana y animal”, aclaró el Ministerio.

Con la aparición de los dos casos se suspendieron inmediatamente las exportaciones de carne bovina a China, principal comprador y socio comercial de Brasil.

“La medida, que pasa a valer a partir de este sábado, se dará hasta que las autoridades chinas concluyan la evaluación de las informaciones ya remitidas sobre los casos”, añadió el comunicado del gobierno.

Aunque los casos se confirmaron el sábado, la sospecha generó que durante la semana los frigoríficos suspendieran la compra de ganado, lo que motivó una baja del precio de las haciendas en el país vecino.

En 2019, Brasil se vio también obligado a suspender los embarques a China después de que se confirmara en el estado de Mato Grosso un caso “atípico” de vaca loca, enfermedad que surge de manera espontánea y esporádica en las reses.

China es el único país importador de Brasil que cuenta con un protocolo sanitario que exige la suspensión temporal de la importación de carne cuando se detecta un caso de encefalopatía espongiforme bovina (EEB), nombre científico de la enfermedad.

En aquel entonces el país asiático retomó la importación desde Brasil después de recibir información de la OIE.

En 23 años de vigilancia de la enfermedad, Brasil había registrado sólo tres casos de vaca loca atípica antes de los dos confirmados este sábado. El comunicado apuntó que no se han registrado casos de la versión clásica de la enfermedad, que se genera por alimentar a los bovinos con proteínas de origen animal mal termoprocesadas (no surge espontáneamente, como en los casos atípicos) y sí podría motivar el cierre de todos los mercados cárnicos por el riesgo que representa para el consumo humano.