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Camila Miranda, Nodo XXI: “El Apruebo no puede estar siempre en disposición reactiva o romántica”

Por: Sebastián Reyes | Publicado: 19.07.2022
Camila Miranda, Nodo XXI: “El Apruebo no puede estar siempre en disposición reactiva o romántica” Camila Miranda | Fotografía de Sebastián Reyes
En diálogo con El Desconcierto, la presidenta de la fundación Nodo XXI, Camila Miranda, entrega algunas claves de la estrategia que debe asumir el Apruebo. También valora que el Presidente Boric haya tomado postura y anunciado un Plan B. «Confirma que el Rechazo es una puerta de incertidumbres, una opción que genera inestabilidad», asegura.

A principios de julio, distintos centros de pensamiento del oficialismo agrupados en Aprobemos por Chile— se preguntaron cómo sortear el adverso panorama que, según las encuestas, tiene el Apruebo de cara al Plebiscito.

El tema ya venía quitándole el sueño durante varios meses a la Fundación Nodo XXI, think tank ligado al Frente Amplio. Su presidenta, Camila Miranda, comenta a El Desconcierto que si el mundo progresista quiere que Chile tenga una nueva Constitución el día 4 de septiembre, esta reactividad al discurso de la derecha y de quienes rechazan no puede continuar ni un momento más.

Fue justamente un estudio de Nodo XXI el que presentó una estrategia electoral audaz, basada en priorizar los esfuerzos de campaña en 71 comunas del país, donde se concentra cerca del 65% del padrón electoral (alrededor de 10 millones de votos). Casi la mitad de ellas están en la Región Metropolitana.

Sin embargo, la estrategia aún no está clara. «Hoy está aún en construcción un núcleo que tome las definiciones del Apruebo en general, e incluso uno podría interrogarse si eso se va a terminar construyendo o no, porque que hayan distintas expresiones también es una estrategia», subraya la egresada de Derecho.

– ¿Cuál es la principal tarea pendiente del Apruebo en este momento?

Es importante pasar luego de tener una actitud reactiva, y que sea más una actitud de promover y decir las razones de por qué es bueno aprobar este texto y relevarlas. Creo que la cancha que abrió la derecha, en sus distintas expresiones y dimensiones, tiene al sector del Apruebo respondiendo, y eso tiene un techo.

Estamos en la cancha que les interesa instalar (a los adherentes del Rechazo) y esas mentiras no las promueven simplemente porque tengan falta de ética y les guste mentir. Tienen un objetivo político, y la mayoría de los contenidos que promueven son contenidos que conectan con sensibilidades que existen en la realidad. Entonces, cuando uno ha estado por tantos años sin ayuda del Estado y te ha tocado proyectarte con tu esfuerzo, que se ponga en entredicho si es que vas a seguir teniendo la propiedad de algo que te costó es un miedo que existe.

– ¿Qué hay que hacer entonces en ese caso?

Lo importante es mostrar que el esfuerzo, con un marco de derechos sociales, va a tener un valor diferente, es decir, que es posible asegurar condiciones de vida sin un sufrimiento o la inseguridad permanente. Creo que esa conexión es la que falta hacer desde las diversas campañas del Apruebo.

El dilema del Apruebo es que también se juntan dos años muy complejos. Aquí hay que tener conciencia de que el Rechazo está muy articulado, tiene expresiones diversas, y en el Apruebo no podemos estar siempre en una disposición reactiva o romántica. Llevar las propuestas a concreciones materiales va a ser la estrategia que nos va a permitir revertir la situación en la que nos encontramos.

– ¿Cree que hoy el Rechazo corre con una ventaja sobre el Apruebo?

Creo que corre con una ventaja en la posibilidad de hacer uso de los medios de comunicación masivos, que llevan 12 meses haciendo campaña, y en ese sentido ha dispuesto una animosidad en el escenario. Si lo vemos así, sí tiene ventaja sobre el Apruebo, tanto porque la mayoría de las personas que hoy se están articulando para la campaña estaban trabajando intensamente en el proceso constituyente, y también porque los sectores que están por el Apruebo constituyeron el nuevo gobierno, entonces eso también genera un escenario diferente al del Rechazo.

Han sido capaces de ocupar distintas dimensiones que dialogan con la sociedad: los amarillos tratan de proyectar la intelectualidad pro Rechazo, tienen exmandatarios vinculados a la Concertación, entonces los sectores distintivos de posiciones anticambios se escudan detrás de figuras como Ricardo Lagos. También han podido constituir anclajes populares, como el Partido de la Gente en sus distintas expresiones y lo que hacen en YouTube.

– ¿Qué opina de la declaración del Presidente Gabriel Boric sobre un nuevo proceso constituyente si es que gana el Rechazo? ¿Qué repercusiones cree que trajo o podría traer?

Termina por confirmar que el Rechazo es una puerta de incertidumbres, oposición a todo cambio sustantivo y, por lo tanto, una opción que genera inestabilidad. Hay un debate encerrado en las élites que puede ser un gran tapón al momento de plantearle a la ciudadanía por qué Aprobar es el único camino que puede mejorar las vidas de las mayorías.

La toma de posición del Presidente Boric ya mostró las reales cartas en los partidos de Chile Vamos y en los Republicanos. También en las y los personeros que se decían de centro izquierda, donde reaparecen las ideas de comisiones de expertos. A fin de cuentas, que el problema está lejos de ser esta propuesta de nueva Constitución, sino que el problema es el cambio de la del ’80 y también la diversidad de quienes pueden participar de la política.

«Ya no es lo mismo tocar las puertas»

– En la segunda vuelta presidencial vimos cómo Gabriel Boric tuvo que hacer un cambio de eje para ganar, ¿podríamos estar hablando de algo similar hoy con el Apruebo?

Creo que más que hacer un cambio de eje, hay que ampliarlo, porque justamente como Chile es tan diverso y hemos visto que las experiencias vitales del último ciclo han sido súper diferentes.

Ese ejercicio se logró hacer en segunda vuelta y aquí va a ser vital, porque no hay segunda vuelta, entonces aquí no se puede ensayar. Nuestro estudio muestra que hay al menos 71 comunas clave, que por su caracterización socioeconómica, educacional y viendo las elecciones pasadas, son más proclives a disposiciones de cambio, que uno podría decir están interpretadas por el Apruebo.

– Se habla de desñuñoizar el Apruebo para referirse al estudio y estrategia que presentaron ustedes, ¿estás de acuerdo con esta premisa?

Es como una imagen para mostrar tal vez la diferencia de la campaña de la primera vuelta presidencial y la de segunda vuelta, que tiene que ver con una concepción bastante encerrada de la dicotomía. La cuestión no es ricos versus pobres, sino que es la masa de chilenas y chilenos que viven en condiciones similares y que, a veces, el sector que está más integrado a las élites —sea de izquierda o no— no ve, o lo minimiza, o lo trata de «facho pobre», o lo trata de racista, o que no entiende lo que lee.

Bueno, esa es la realidad de la mayoría del país, entonces cuando tú desprecias eso, o no lo miras, hay un autoencierro que genera dilemas para enfrentar esta elección. Entonces, es básicamente una figura para hacer un llamado de atención.

– Se habla entonces de estas 71 comunas, pero ¿qué hay que hacer en concreto en esos territorios?

A diferencia de las demás elecciones, donde uno puede decir «te invito a votar por tal persona» y profundiza en tales elementos según el sector político, esta es mucho más compleja. Lo que hemos pesquisado es que la mayoría de las personas no conoce la Constitución actual, poco la nueva, y más allá de todos los esfuerzos que hay que hacer por informarse, muchas personas no van a leer el texto.

Además, con el escenario en que estamos, ya no es lo mismo tocar las puertas. Hay una percepción de inseguridad, tenemos una pandemia, entonces, hay un desafío de construir espacios de confianza para dialogar, y eso ha ido mostrando buenos resultados. Cuando se abre la conversación, la mayor disponibilidad de personas que, incluso por la animosidad se plantean por el Rechazo, o que señalan no tener posición por desinformación, terminan moviéndose hacia el Apruebo.

La decisión de las mujeres

– ¿Cómo es el votante promedio del Apruebo hoy en día, y como tiene que ser el 4 de septiembre para que triunfe su opción?

Lo que se ha llamado como «grandes sectores medios» que son muy diversos, pero en general se trata de las personas que viven de su trabajo. Que no tienen grandes riquezas, que se endeudan para llegar a fin de mes, que en general en términos educativos se formaron en colegios particulares subvencionados más que municipales. Sí hay una veta más popular de ese segmento que son primeros o segundos profesionales en su familia, y ahí también hay elementos de cambio generacional que abre una discusión, pues la mayoría de los jóvenes son más proclives al Apruebo.

Va a haber que hacer un ejercicio de segmentaciones, pero más bien para ver cómo plantear la conversación.

– ¿Cuál es el perfil de las y los indecisos?

Las y los indecisos, primero que todo muchos y muchas no conocen ni la actual Constitución ni la nueva, y probablemente no van a terminar de conocerla, se informan por la televisión, por conversaciones con otras personas o por escuchar a personas que les generan confianza.

Las vías de información de las personas indecisas son diferentes, pero la mayoría toma la decisión mucho más cercano a la votación, por eso va a ser bien determinante el escenario país en el que nos encontremos.

– En el escenario del voto obligatorio, ¿cómo se le habla a este nuevo electorado?

En los países que tienen voto obligatorio, en general llega el 80% del padrón que vota. Entonces, uno podría decir que, si en la última elección estuvimos en el 50%, esto podría crecer un 20% más. Pero sería difícil, porque llevamos mucho tiempo sin voto obligatorio. Ahí está la incertidumbre.

Hay una interrogante abierta, pero lo que sí es cierto es que la mayoría de votantes son mujeres, y han sido determinantes en los últimos procesos eleccionarios. Entonces, si uno piensa que hay un crecimiento proporcional, uno diría que van a seguir siendo determinantes las mujeres de edades intermedias, de 30 a 60 años aproximadamente, aunque es difícil prever si van a estar más cercanas al Apruebo o al Rechazo.

«El escenario está abierto»

– ¿Qué opina del rol que los medios de comunicación han jugado en lo referente a este Plebiscito?

Los medios de comunicación no son necesariamente lo más determinante en la toma de posición de las personas, porque hace rato hay un cuestionamiento y se sabe que se promueven posiciones.

Ahora, sí ayudan a construir esta animosidad adversa que te comentaba, y que en estas condiciones está haciendo que la gente se incline más hacia el Rechazo que hacia el Apruebo. Pero no son determinantes en la toma de posición final de las personas.

– ¿Cómo se construye esa animosidad?

Hay una sobrerrepresentación de personajes políticos que están por el Rechazo, que deambulan todos los días en todos los medios, e instalan sistemáticamente los mismos temas, y estos van generando tensión en la sociedad. Por ejemplo, la plurinacionalidad, el reconocer a los pueblos indígenas según esas posiciones significa un privilegio, cuando estamos hablando de reconocimiento.

Cuando se radicalizan en los medios las posiciones, y se muestran incluso posiciones falsas como viables, como legítimas, que parece una expresión de libertad, parece que es todo admisible, que yo puedo comportarme o reaccionar de cualquier forma, entonces sí disponen el ambiente.

– ¿Cree que el Apruebo debería tener un jefe o jefa de campaña?

No, yo creo que no hay que concentrar esto en una figura. Sí se requiere que haya un equipo capaz de tomar ciertas decisiones, y en ese sentido uno de los desafíos es jugarse por una tesis. Más allá de que el despliegue territorial puede ser con todas las iniciativas ciudadanas que se levanten, eso es parte del proceso.

Pero yo creería que sí tiene que constituirse un grupo con capacidad de tomar decisiones y orientaciones, y hoy eso está muy tensionado por responder a la cancha que ha colocado la campaña del Rechazo. Eso es un problema.

– Sin embargo, la campaña igual tendrá que tener rostros.

Habría que tratar de proyectar a las personas que generan más confianza en la ciudadanía. Personas como Jaime Bassa son capaces de entablar una conversación, explicar la propuesta de la nueva Constitución y mostrar su sentido. Creo que la exconstituyente Bárbara Sepúlveda también tiene esa capacidad, y también personas más vinculadas a las organizaciones de la sociedad civil como Claudio Fuentes.

Pero, tanto o más importantes que esas vocerías van a ser los relatos que se constituyan.

– ¿Cree que la estrategia del Rechazo que hemos conversado pueda hacer que pierda el Apruebo en septiembre?

El escenario está abierto. Y si bien tenemos el antecedente del Plebiscito de entrada, las preguntas son distintas. Es diferente cuando te preguntan si quieres cambios a si te parece la orientación de estos cambios. No me llama excesivamente la atención que haya cambios de posiciones por sectores. Por ejemplo, me parece muy razonable que todos los presidentes de la derecha que dijeron que habían votado Apruebo hoy estén por el Rechazo.

Lo que sí está instalado y que todos comparten es que está botada la Constitución del ’80, pero como las preguntas son muy distintas es bastante irreal esperar que en el Plebiscito de salida se repitiera el 80% por el Apruebo, es una fantasía. Pero mostrar que baje el porcentaje como una debilidad del proceso también lo encuentro manoseado, son preguntas distintas.

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