Desde que se inició la Convención Constitucional, la última semana ha sido la más compleja para Elisa Loncon, la presidenta del órgano que debe redactar una nueva Constitución, cuyo liderazgo y conducción ha recibido una serie de reproches, debido a las posturas que ha asumido frente a las tensiones que ha vivido la institución.
Desde el jueves pasado, ha enfrentado al menos dos crisis en torno a la Convención y sus palabras han tenido que ser complementadas por su compañero en la testera, el vicepresidente Jaime Bassa (CS), quedando expuesta de esa forma a las críticas no sólo de sus detractores, sino incluso de algunos que abiertamente la habían apoyado en semanas anteriores.
El 2 de septiembre, por ejemplo, se vio incómoda durante un punto de prensa ofrecido por la mesa ampliada para explicar su solicitud de $1.773 millones para aumentar las asignaciones de los convencionales, luego de constatar que el monto inicial asignado por el Gobierno sería insuficiente para cubrir las actividades de la Convención.
En esa oportunidad, tras ser consultada sobre el desglose de esa cifra, Loncon se limitó a responder que los datos ya estaban publicados en dos medios de comunicación. "Ahí está toda la información, revísenla y ahí la van a encontrar", dijo, tras lo cual se alejó del micrófono dejando sin respuesta a las inquietudes planteadas.
Ante esa situación, Bassa tomó la palabra para pedir "un poco de calma y no entrar en un diálogo bilateral. Esto es un punto de prensa, no un seminario", sostuvo, antes de atender las consultas. Con todo, la titular de la Convención recalcó al respecto que el presupuesto original "era deficiente porque se hizo dentro de una oficina".
"Necesitamos salir de acá y eso tiene un costo, necesitamos hacer participación territorial y eso tiene un costo. Toda administración pública deja un dinero para hacer ese trabajo y nosotros como Convención lo que teníamos no era suficiente y se adecuó a partir del trabajo que hicieron las comisiones transitorias", explicó.
El episodio se sumó al cúmulo de desencuentros entre la convencional y los medios, a los cuales ha acusado de hacer eco de una campaña de desprestigio en contra del proceso constituyente. De hecho, días antes, había dicho que esos intentos
habían tenido un impacto en la aprobación ciudadana del órgano.
"Se inventan realidades inexistentes y es cosa de ver Twitter. Lamentablemente hay gente que se queda con esa información, muchas mentiras también y siguen reproduciendo eso. Ustedes saben cuánto se ha hecho uso de la mentira para invalidar el trabajo de la Convención Constitucional", indicó al inicio de la semana.
El caso Rojas Vade y protestas en el ex Congreso
Otro incidente que complicó a Loncon esta semana fue el de la confesión del vicepresidente adjunto de la Convención, Rodrigo Rojas Vade, quien reconoció que nunca ha padecido cáncer, pese a que fue electo como constituyente tras ser reconocido como un activista por los derechos de las víctimas de esa dolencia.
Una vez que surgió la polémica, la presidenta abordó el tema en medio de la cuenta pública que desarrolló la mesa directiva en distintos puntos del país. Desde la Región del Maule, solicitó "respeto por la situación del convencional. Hay una situación de enfermedad de por medio, hay una situación humana de por medio".
"Es lo primero que yo puedo decir como persona y como presidenta de la Convención", añadió, junto con asegurar que "la Convención sabe actuar y va a actuar de la manera más justa, de la manera que mejor pueda salir respecto a este problema y a los otros que se puedan presentar de diferente índole".
Dicha postura fue considerada insuficiente por distintos actores que pedían una condena más enfática ante el engaño levantado por Rojas Vade. Por ejemplo, otro vicepresidente adjunto, Rodrigo Álvarez (UDI), destacó la necesidad de que la mesa elaborara una respuesta en ese sentido.
En entrevista con Radio Universo este lunes, el convencional señaló que "yo escuché esas declaraciones y confieso que no las entendí mucho. La Convención tiene ciertos roles, no somos jueces y por tanto no juzgamos a las personas en específico, cada uno tendrá las propias razones para explicar este caso tan grave".
"No sé a qué se refería con ser justos, la Convención lo que tiene que tomar es todas las medidas para funcionar, para cumplir su propósito (…) uno tiene que ser comprensivo con no juzgar a las personas, pero también tiene que tomar decisiones y ser claros", enfatizó.
"Hay una situación de enfermedad de por medio, hay una situación humana de por medio"
Elisa Loncon, presidenta de la Convención
En paralelo, Bassa tuvo que salir a corregir la postura inicial de Loncon, señalando que "lo que se hará por ahora es recabar información, tener la mayor información posible, darle garantía de transparencia a la ciudadanía de que aquí no va a haber defensas corporativas y entregar esa información a quienes corresponda".
Según trascendió, el caso Rojas Vade generó una división al interior de la mesa directiva, luego de que Bassa junto a Álvarez y el convencional del PS, Pedro Muñoz, insistieran en llevar a cabo una denuncia ante el Ministerio Público, lo cual habría sido resistido por parte de la titular de la Convención.
Sin embargo, eso no fue todo para Loncon: este martes más de un centenar de comuneros mapuche provenientes de la zona de Malleco llegaron hasta la sede del Congreso Nacional en Santiago para protestar contra su participación en la Convención y la de la machi Francisca Linconao.
Según los dirigentes de los manifestantes, "hemos escuchado incluso a la presidenta de esta Convención diciendo que ella es representante de los mapuches, cosa que no lo es", a lo cual la autoridad respondió escuetamente que "todos los sectores políticos saben que estamos trabajando con todos los pueblos de Chile".
Dos meses y pocos días de la Convención Constitucional y el liderazgo de Elisa Loncon está siendo puesto a prueba.
