Eres lo que comes con Núria Coll

Episodio 280

¿Deseas llevar una alimentación más saludable entre tanta avalancha de dietas y modas?

Ese es el tema principal del programa de esta semana donde vas a aprender a revolucionar tu alimentación para que no dependas de lo que los «gurús» dicen que debes comer de la mano de Núria Coll.

Núria es divulgadora sobre nutrición y salud. Es la CEO de Ets el que menges, SoyComoComo y ComoComoFoods, autora del exitoso libro «Soy Como Como» y la mente maestra detrás del podcast de SoyComoComo, que se sitúa como el más escuchado en la categoría de nutrición.

 

Suscríbete al podcast:

 
 
 

Índice de la entrevista

  • (03:58) Cómo elegir tus colaboradores

  • (05:25) Soy como como

  • (11:13) Tu dieta personal

  • (19:38) Eres lo que comes

  • (22:07) Aprender a comprar alimentos

  • (28:36) La rueda de la vida sana

  • (39:32) Descubrimientos sobre el agua

  • (45:32) Productos saludables en el supermercado

  • (54:43) Tu revolución saludable

  • (57:47) Los mejores hábitos productivos

  • (1:03:27) ¿Qué vas a hacer en tu vida para ayudar a los demás?

  • (1:05:49) Cuestionario KENSO

  • (1:09:07) Resumen y despedidas

 
Eres, y serás, como comes.
 
 
  • Aviso: el transcriptor a veces no nos entiende, pero vosotros seguro que sí.

    Disculpa, si lees algún error en la transcripción

    Quique: ¿Deseas evolucionar tu vida con una alimentación más saludable entre tanta avalancha de dietas y modas? Ese es el tema principal del programa de esta semana, donde vas a aprender a revolucionar tu alimentación para que no dependas de ningún gurú, de la mano de Núria Coll.

    Jeroen: Y Núria es divulgadora sobre nutrición y salud. Además es la CEO del Ets el que menges , SoyComoComo y ComoComoFoods. Además, autora del exitoso libro Soy Como Como y la mente maestra detrás del podcast de Soy Como Como, que se sitúa entre los más escuchados en la categoría de nutrición. Bienvenidos a un nuevo episodio de KENSO, el podcast donde descubrirás cómo vivir la efectividad para ser más feliz. Yo soy Jeroen Sangers, aprendiz en planificar mis comidas.

    Quique: Y yo soy Quique Gonzalo, aprendiz en ir al mercado de la Cebada a hacer la compra. ¡Bienvenida, Núria!

    Núria: ¿Qué tal? Encantada de estar aquí.

    Quique: Yo tengo muchísimas ganas porque la gente que nos sigue sabe que comer es una de mis pasiones y mis debilidades. Entonces, si tú encima me ayudas ya no solo a comer, sino a alimentarme mejor, tengo una cantidad de preguntas para ti que no te puedes imaginar, Núria.

    Núria: Genial. Pero oye, vamos a disfrutar de la comida, ¿eh? Eso lo primero. No te voy a quitar ni un 1% de placer.

    Quique: Me acabas de hacer muy feliz.

    Núria: No, pero bueno, tendremos que pactar cosas. Vamos a pactar.

    Quique: Vamos a pactar porque yo estoy siempre abierto. Y lo primero que nos gusta es conocer un poco de dónde vienes. Si abres la ventana de tu infancia, ¿qué te encontrabas a tu alrededor?

    Núria: Pues una niña muy extrovertida, muy teatrera, que le gustaba comunicarse con el mundo y tener muchos amigos y muchas amigas, que hizo teatro desde muy pequeña, iba para actriz, hasta que descubrí el micrófono con 15 años. Montamos una emisora de radio muy pequeñita en un pueblo muy pequeñito de donde yo era y jugué como quien juega a muñecas a hacer programas de radio desde muy pequeña. Entonces, ya forma parte casi de mi ADN el hecho de comunicar y tener un micrófono adelante. De hecho, ahora con el podcast he vuelto a mi juventud, porque yo hice muchos años de radio en programas importantes, pero después hice un parón muy grande y ya pensé, ostras, Yo servía para eso. ¿Cómo puede ser que no me hayan dado las oportunidades que yo quería? Y al final encontré la manera y me hago mi propio podcast y hablo de alimentación porque ya más grandecita descubrí otra pasión, que era la salud.

    Quique: ¿Y qué es aquello que te llevó a dejar ese amor por la radio, ese amor por el teatro, y de centrarte 100% en un blog que ha terminado siendo una grandísima comunidad?

    Núria: un emprendedor que tampoco me reconocía ni con 15, ni con 20, ni con 25 años. Pero sí con 30 empecé a aburrirme siendo guionista de programas de televisión y de radio, aunque tenía unas condiciones inmejorables, salía cada día por la tele y por la radio, pero creo que el gusanillo del proyecto propio empezó a hacerme ella sin ser muy consciente. Y yo pensé, abro un blog, escribo artículos de nutrición con unas cuantas colaboradoras, de forma inocente, sin pensar que no tenía ni un modelo de negocio, ni pretendía ser un negocio. Era ocio para mí. Pero me fui volviendo muy adicta de mi blog y creo que la adicción era coger un grupo de gente, trabajar en equipo, yo liderar ese equipo, y entonces fue genial porque me empezó a ir muy bien, muy rápido. Entonces, claro, ya es más fácil así, ser emprendedor.

    Cómo elegir tus colaboradores

    Quique: Una de las maravillas de Núria, para la gente que a lo mejor no la tenga tan presente o conozca cuál es su proyecto, es que, como bien indica, se rodea de grandísimos colaboradores. Y una pregunta al respecto, Núria. Tú, cuando vas buscando a esas personas con las que trabajar en equipo, ¿cuáles son los valores que buscas detrás de ellas?

    Núria: Pues mira, ahora lo tengo claro, pero durante muchos años he colaborado con todo tipo de gente y algunas veces ha salido bien y otras ha salido mal. Es verdad que nunca dejo de intentarlo y no me… viene el bajón si tengo malas experiencias. El día siguiente vuelvo a empezar. Y ahora sí que tengo muy claro que… Bueno, lo típico, que quiero estar con buenas personas, muy talentosas, muy currantes. No me gustan los sabios despistados. Soy una tía muy currante yo y entonces exijo lo mismo a mis compañeros de viaje, sobre todo los que tienen un cargo mayor o que tienen mucha responsabilidad junto a mí y ganan mucho dinero Sin duda, entonces, no podía ser que yo estuviera sola remando y muchas veces eso no estuviera alineado, pero me ha costado un montón de años darme cuenta y ahora sí que pasan muchas barreras los posibles colaboradores antes de que yo me fíe de que la relación irá más o menos bien porque currará al mismo nivel que yo y lo dará todo.

    Soy como como

    Jeroen: Quiero volver atrás un poco a este salto que has dado en tu carrera, ¿no? De un ámbito al otro. Y además, yo creo que iba compaginando con una revolución saludable, también un salto en tu salud. ¿Cuál fue esta evolución que te ha traído?

    Núria: Yo creo que como periodista curiosa Yo sufría estreñimiento, pero era algo que tampoco era tan fundamental en el inicio de mi proyecto, ni fue por eso que lo abrí. Fue más inocente que con un amigo empezamos con el blog y tal. Pero sí que hubieron algunas cosas. Una era la curiosidad de saber que había una medicina alternativa, que era muy misteriosa y muy atractiva, porque era casi como prohibida, Entonces, todo lo prohibido a mí me atrae, sin ser sé. Y soy una tía que se emociona e indaga y, además, también me gusta… Por un lado, eso, ¿no? ¿Qué es eso? Quiero saberlo. Esa inquietud de curiosidad de periodista y algo de más que está prohibido, que a la gente no le gusta y que es una alternativa a todo lo que se está contando por la televisión y en los medios de comunicación. Yo, que había trabajado en los medios de comunicación, también empiezo a hacer crítica con mi misma profesión y empiezo a pensar, tío, si no nos especializamos, ¿por qué estamos hablando de política, sociedad y economía al tuntún, copiando notas de prensa que nos dan las agencias de prensa? Ese trabajo de investigación es una mierda. Y entonces yo había hecho mucha calle, micrófono en mano haciendo encuestas de calle y reportajes, y había cubierto todo tipo de acontecimientos muy vinculados a la sociedad. al Departamento de Sociedad. Incendios, atentados… Entonces, estaba acostumbrada a ir al barro a cubrir noticias y a vivirlo. Entonces, para mí vivirlo, lo de la medicina alternativa, cuando lo descubrí, era ser conejillo de India de eso. Entonces, si yo hablaba de que la microbiótica era la mejor dieta del mundo, lo primero que tenía que hacer era probar y validar si era la mejor dieta del mundo. Y no fui muy consciente de que era conejillo de indias, tampoco sin ser muy talibán, sinceramente. Los cambios los hice a lo largo de muchos años, muy lentamente. Yo creo que compañeros de mi alrededor y profesionales iban mucho más rápido que yo, pero sí que sabía que cada paso que daba seguro que no iba para atrás después. y ya se quedaba ese hábito en mí. Y yo creo que la curiosidad, el hecho de investigar por mí misma, de tener una mirada propia sobre la salud y después de vivir ese proceso en mis propias carnes y ver cómo me iba funcionando y me iba encontrando cada vez mejor, Y el empoderamiento que da eso. La salud no está todo el pescado vendido, ni la genética lo es todo. Descubrir eso y pensar, bueno, ¿puedo yo decidir cómo será mi vida? De alguna manera, porque muchas veces no puede ser. Bueno, durante todos estos años, encima, que me iba encontrando mejor cada vez que cumplía años, era muy adictivo. Y era, o sea, necesito contar eso todo el rato. Cosa que sé, cosa que cuento. Mi misión también es… O sea, tengo la necesidad de contarlo todo el rato. No por el espectáculo en sí, sino para compartir todo lo que sé, que me llega, porque estoy muy bien rodeada de muchos profesionales. Tengo tantos mentores que me dicen cada día, mira, ha salido un paper nuevo, este estudio científico apunta hacia allí. Hostia, es que puedo enviar un WhatsApp y resolver un millón de dudas, y eso la gente no puede.

    Jeroen: ¿Y ahora mismo qué estás probando, qué estás experimentando?

    Núria: Pasé por una época bastante estricta de dieta ketogénica, Esto no lo he contado últimamente aún a mi comunidad y ellas se piensan que estoy siempre muy quieta y muy low carb, que quiere decir que como muy bajo en carbohidratos y es 100% así. Pero yo siempre digo que la inflamación yo la he resuelto haciendo esa dieta baja en glucosa, porque desde la fruta que me engorda mucho, pasando por los carbohidratos más refinados, pues me inflaman y me sientan mal. Entonces eso es una base que ya no he perdido, ya hará tres años o cuatro que yo tengo una alimentación muy baja en carbohidratos. Pero para mantener el peso o reducir un poco el peso siempre tiraba de la keto aparte de mejorar la inflamación. Pero era una estrategia para mí también cuando había subido tres kilos, es decir, yo con la keto en una semana lo he perdido todo porque pierdes mucho líquido y tal. Y ahora me he demostrado a mí misma que con una dieta más convencional, sin tanta restricción, pero sí que con los platos un poco más pequeños en cuanto a tamaño, puedo tener las mismas buenas sensaciones. Y esto sí, para seis meses que pienso, he entrado en un modo de mantenimiento de peso y mantenimiento de no inflamación muy regular sin necesidad de hacer keto ningún día. Y me lo quería demostrar a mí misma porque es muy restrictiva la dieta ketogénica, las grasas saturadas a veces suben demasiado el colesterol, aunque somos partidarios de las grasas. Pero quería probar, sin tirar tanto de grasas saturadas, si mi cuerpo respondía bien a una dieta más mediterránea, pero mediterránea, healthy, desde nuestro punto de vista. Yo no como prácticamente nunca legumbres y tal, pero claro, sí que tomo una copa de vino si me voy a cenar a un restaurante y con la keto Prácticamente puedes, pero no puedes. En realidad no puedes porque tu hígado deja de funcionar para entrar en cetosis a la mínima que metes algo que no está estrictamente en la dieta. Y bueno, siempre vivir así no tiene mucho sentido.

    Tu dieta personal

    Jeroen: ¿Tú recomiendas a todas las personas que hacen este tipo de experimentos para realmente descubrir qué funciona para ellos?

    Núria: Bueno, creo, es un poco imprudente decir, os recomiendo que experimentéis. Pero sí que pienso que por mucho que los divulgadores digan super bien la dieta Keto y el otro no, no, es lo peor, lo mejor es experimentar con el propio cuerpo, ver que te sienta bien y cada cuerpo es un mundo. O sea, hay un punto en que sí, que tienes que aprender a escuchar tu cuerpo. El problema es que la gente no sabe escuchar su cuerpo y aparte de que les gusta seguir a un divulgador y hacer lo que él hace, exactamente igual de lo que le están contando, que dices, hombre, empodérate un poco, tú haz tu puzzle, o sea, coge cuatro ideas, pero escucha tu cuerpo, a ver si te sienta bien, porque quizás te sienta mal eso que te estoy diciendo. La gente está súper agobiada de que con hacer hay uno. y a las que les sale superbién salen ahí, esto es lo mejor del mundo, y las pobres que les sienta mal dicen, tío, me siento… qué frustración. Tengo un subidón del cortisol por el estrés que me genera dejar de comer 16 horas. Y es como, pues no lo hagas. ¿Quién te ha dicho que no lo hagas? No sé.

    Quique: Sí, es una de esas cosas maravillosas que pensamos que la respuesta viene de otro, Núria, cuando muchas veces nuestro propio cuerpo nos está mandando mensajes. ¿Cómo nos puedes recomendar decir, oye, el cuerpo cuando te manda mensajes puedes escucharle haciendo esto en concreto? ¿Cuáles son esos mensajes que podemos tener presentes de nuestro cuerpo?

    Núria: Bueno, la vida slow de entrada, ¿no? Hace pocos días hablabais de la slow food. Mindful eating, o sea, reducir revoluciones. es imprescindible de entrada para tener un momento para respirar y escucharte. Por ejemplo, no respiramos nada bien, vivimos como en una apnea permanente, diurna, en la que cuando de golpe haces un soplo profundo, bostezas, porque hace mucho rato que no respirabas, que micro respirabas. Entonces, ya con solo… inspirar por la nariz y notar cómo vas hinchando el diafragma, ya es una manera de reconocer cómo se oxigena tu cuerpo y ahí ya puede haber un reconocimiento de cómo noto los intestinos. ¿Me noto hinchada? ¿Estoy súper mega llena? Porque si estamos tan desconectados de eso, ni cuando comemos tenemos señales de saciedad. Y es un problema eso. En las sesiones de Mindful Eating que hacemos alguna vez, cuando empezamos a comer y al cabo de 10 minutos y al cabo de 15, 20, hay un parón cada vez de la profesional que te dice, ahora para. y cómo estás de llena. Y hay muchas veces que van pasando los minutos, sigues comiendo y no hay menos sensación de saciedad. Está la misma todo el rato. Es como no consigo saber si estoy llena o debería parar de comer. Paro de comer porque no queda comida en el plato. No paro de comer porque aún me queda comida en el plato. Y eso los niños es maravilloso ver, ¿no? Cómo dejan el plato lleno, se levantan, se van a jugar, al cabo de diez minutos vuelven, hacen otro mordisco y la abuela se desespera, ¿no? Sentado en la mesa, por favor. Se está comiendo ahora, digo, se está comiendo ahora, pero ahora no tiene hambre, ¿no? Pero hoy, ¿cómo puede ser que tengas hambre si has comido tal? Bueno, porque vuelve a tener hambre probablemente porque le pegó un pico de glucosa en el comedor del colegio con unos macarrones de primero y una canela en el segundo y ahí no había proteína ni nada que lo saciara. Pero da igual, puede ser que también con una comida equilibrada el niño a la hora tenga hambre y se escuche en el cuerpo. Y en cambio, en muchos días una de mis hijas nunca desayuna o dejan toda la cena. Pero no es porque hayan solo comido y picoteado durante la tarde. Es que no cenan porque no tienen hambre, como deberíamos hacer nosotros. O sea, que no sé decirte muchos trucos para reconectar con nuestras sensaciones, pero nos tenemos que obligar porque eso es lo que nos está enfermando.

    Quique: Yo aquí tengo… Pequeño consejo que me funcionó en su momento, Núria. Yo vengo de una familia en la cual hasta que no te tomabas la última cucharada de lo que hubiera encima de la mesa, no te podías levantar. Con lo cual, comprenderás que soy un ávido comedor de todo lo que me pongas por delante. Y cuando descubrí el concepto de «Hara hachi bu», esa regla japonesa de llegar hasta el 80% de tu saciedad, entendí mucho mejor a escuchar mi cuerpo. Porque muchas veces mi objetivo es, yo tengo que terminar, ya sea por educación o ya sea porque, oye, cuesta traer un plato de comida y ponerlo encima de la mesa, pero muchas veces, si hago eso, lo que estoy haciendo es anteponer lo que van a pensar los demás a pensar cómo está mi propio cuerpo. Y yo creo que esas son pequeñas cosas que podemos hacer, ¿verdad? ¿Vosotros, cuando trabajáis, tenéis una forma de ayudarnos a tener un punto de partida alimenticio?

    Núria: Sí, sin duda. Eso que dices, por cierto, el «Hara hachi bu» del 80%, yo lo intenté divulgar durante años y vi que aquí era muy difícil y que a la gente le sale mucho mejor un ayuno intermitente y saltarse una comida. porque una vez tienes el plato adelante, parar a tiempo es muy oriental y muy ideal, pero a la gente le cuesta un montón. Entonces, si lo has conseguido, me parece brutal, porque la mayoría no consiguen ni reconocer si están al 80%, lo que decíamos. Tampoco sé si estoy al 70, al 60, no consigo saber si me queda un huequecito. Pero sí que cuando ya te has pasado cuatro pueblos, entonces sí que lo sabes. He comido demasiado, no puedo con mi alma, me encuentro fatal.

    Jeroen: Yo creo que aquí la cultura que tenemos tampoco ayuda, porque está mal visto dejar cosas al plato. Claro. En contrario con la cultura asiática, que es mal vista acabarlo todo, porque es como decir al anfitrión que no había suficiente. Entonces es mucho más fácil dejar 20% al plato.

    Núria: Pues sí, qué suerte tienen en Oriente, si es estructuralmente, porque tienen mucho a ganar. Ayer por la noche fui a un restaurante de Barcelona que es buenísimo y yo no era consciente que iba a hacer un menú degustación con un amigo y por la noche. Esto es terrible, terrible. De noche no hay que comer. A las 10 de la noche, peor que a las 8, que también es oscuro, pero aún peor hacer un menú degustación en un restaurante de estrella Michelin a las 10 de la noche. Pero bueno, era bastante frugal todo y había mucha proteína y eso ayuda. Pero había 14 platos y cuatro postres. Pero, Núria, ¿y estás hoy aquí viva? Hoy estoy viva. Y no quiero ir ni a bodas porque no me parece nada bien que se mezcle pescado con carne, por ejemplo, porque ya lo encuentro un sinsentido. O carne o pescado, ¿no? Y si quieres, mucha cantidad, pero no me mezcles. Total, 14 platos, se mezclaba todo ahí. Y pedí que no me trajeran los cuatro postres. Y dije, pues hago lo mismo, tranquilos. No, hombre, pero tienes que probar. Digo, es que no quiero. Ahora ya es aquel momento que me va a reventar el estómago. Y encima, aunque sea frugal, seguro que tiene azúcar. Y me he quedado con las últimas láminas de cerdo caramelizadas, con ese sabor salado. O sea, es el momento de parar. Y esto no es fácil hacerlo. La gente dice, pero ¿cómo sobrevives en los restaurantes? Y es como mis ojos ya filtran, depende de qué platos de la carta. Los otros ni los ven. Tengo suerte que me gusta mucho la verdura. Bueno, tengo puntos de partida. Eso que decías de cómo ayudamos en el punto de partida, es que hay gente que dice, me sacas el ultraprocesado o el azúcar más bestia y tengo un problema serio. Y bueno… yo soy muy de salado, soy muy dopaminérgica, los que tienen más serotonina son más de dulce y empezarían las comidas con el postre directamente. Yo no, a mí me haces feliz con un buen jamón ibérico. Entonces, claro, el punto de partida será mejor o peor en función de cómo seas y te tendré que convencer mucho más rato, pero hay que empezar cuanto antes. Los niños igual, mejor a los tres que los siete, porque a los siete si vienen ya de comer mal, wow, muy difícil.

    Eres lo que comes

    Jeroen: Vale, este es el punto de partida. Entonces, a partir de entonces, ¿en qué consiste tu frase favorita, el soy como como?

    Núria: ¿En qué consiste? En que la manera como nos alimentamos nos va a la vida, de forma literal, que es otra de mis frases favoritas, porque está muy vinculado a la rueda de la vida sana. La comida puede ser una puerta de entrada, el deporte puede ser otra y llegarás quizás al mismo destino, pero la manera como comes, lo que compras, lo que consumes, lo que está en tu nevera, lo que está en tu despensa, es un indicador de la cantidad de amor que te das a ti mismo. Y me sabe mal a veces decir eso, aunque lo creo profundamente, porque la gente pensará, bueno, ¿crees que no me estoy respetando ni hago un acto de amor hacia mí mismo? Y creo que no, realmente, o que no de manera suficiente. Mis hijos siempre me riñen porque les llevo la peor merienda de todas las madres y padres del colegio. Y cada tarde les digo, lo volveré a hacer mañana. ¿Por qué? Te odiamos. Me pegan y todo, pero son muy pequeños. Yo les digo, porque os quiero mucho. Y no podría soportar daros azúcar y pensar que después vais a tener una enfermedad metabólica. Y claro, me miran convenciendo de qué hablas, que es una enfermedad metabólica. Pero yo creo que la comida es un acto de respeto y de amor incondicional hacia ti mismo. Y es como reconocerte el cuerpo y querer tu cuerpo o no hacerlo. Te dará salud a todos los niveles. Un cuerpo que rechazas te dará mala salud sexual, emocional, relacional, porque no te gusta verte, ¿no? Pues es lo mismo. La gente dice, oye, voy a poner un parche aquí para que no me riñas. Yo ya sé que esto no debería hacerlo, que estar despensa no es nada apropiada, pero no quiero afrontar ahora el tema, pero cuando ya empiezas a entrar en la rueda, te da una felicidad, sobre todo, y un orgullo conseguirlo. Aparte de que te sienten bien los alimentos, es una mezcla un poco terapéutica, ¿no? De, ostras, he cambiado las reglas del juego y no solo me encuentro mejor, sino que me siento todopoderosa porque yo estoy comiendo cosas que nutren a mi cuerpo y no lo enferman.

    Aprender a comprar alimentos

    Quique: Hay para mí una sensación interesante que es, como yo me contaba al principio, a mí me encanta comprar en el mercado, sigo yendo a ver a los puestos a que Pedro me recomiende la fruta, a que Ángel me diga qué carne o el pescadero, me digan qué tienen del día, pero tengo la sensación, Núria, que nadie nos ha enseñado a comprar, a saber qué es lo que debemos de buscar, qué es bueno para nuestra salud y cómo podemos hacer para mejorar este hábito.

    Núria: Yo muchas veces me he planteado hacer una formación para niños paralela a la educación porque se enseña la pirámide alimentaria y poco más. Y la gente cree que come mejor de lo que come, con lo cual tampoco está revisando mucho porque tiene un concepto mejor de sí mismo y no ayuda la cultura y lo que decíamos antes, la etiqueta de que seguimos una dieta mediterránea y que en España se come muy bien. ¿Vale? Pero eso no nos da esa carta blanca de acabar comprando en un hipermercado donde el señor Mercadona decide por nosotros y ya no sabemos lo que es un mercado municipal, ni la parada de despojos, ni lo que es… Y encima… La comida saludable es cara porque la vida es cara y no nos la podemos permitir porque los alfileres están por las nubes o las hipotecas, pero lo que ponemos en el carro del supermercado es absolutamente prescindible y eso sí que es caro porque encima te está enfermando y la gente además no se esfuerza en aprender a comer porque el pescado azul es baratísimo y las legumbres son baratísimas. La verdura a veces no y la fruta tampoco, pero la gente también desecha mucha comida, se te pudre en la nevera, es loquísimo. Es verdad, una buena carne de pasto ecológica tiene un precio enorme. Yo soy familia numerosa, a veces no se puede pagar y no lo pago y no tengo siempre carne de pasto. Y cada uno hace hasta donde puede. Pero no es la excusa, porque aunque vayas a comprar una parte del cerdo y ese sea convencional, evidentemente, yo siempre estoy hablando de cómo se hacen los cultivos con pesticidas y herbicidas y que eso nos enferma y los tóxicos y tal, pero da igual. ¿Vas al mercado municipal a comprar fruta y verdura? Vamos a empezar por ahí. Bueno, ya llegaremos a la carne pasta y si no llegamos, no llegamos, pero de ahí a comprar un iceberg lleno de plástico en el supermercado o directamente las bolsas de verdura de la ensalada ya cortadas que están muertas ahí dentro o directamente siempre, siempre todo congelado… ¿Por qué? Pero ¿por qué? Porque odio cocinar, porque no tengo tiempo, porque me falta el tiempo. Bueno, pero tienes tiempo de ver Netflix, tienes mucho tiempo de estar en redes sociales, tienes todo el dinero del mundo para comprarte el último iPhone. Vale, de acuerdo, es que no me interesa. Y ese es el problema. Hay un desinterés enorme para estos temas. La nutrición no es interesante para la gente. Necesitan platos cocinados porque no quieren atender a eso, porque no les parece divertido aprender sobre nutrición.

    Quique: Es cierto que vivimos en una dicotomía donde pensamos que la comida saludable es cara. Y es verdad, a lo mejor en el corto plazo, como tú indicabas, lo es. Pero es mucho más caro el mantener durante años un mal hábito alimenticio por todas las enfermedades derivadas y eso muchas veces no nos damos cuenta. Y luego algo que tú comentabas ahora, hay un interés de quiero que venga de fuera y me encanta seguir las modas. Entonces, yo es que lo veo un poco con la perspectiva del tiempo, Núria, y recuerdo la época de los azúcares. 0 a 0% azúcar. Luego las de baja en grasas. Ahora estamos en altas proteínas. ¿Por qué y hacia dónde nos movemos?

    Núria: Bueno, por lo que dicta Estados Unidos, eso lo primero. Porque todas las tres modas que has dicho allí se mezclan a día de hoy, ¿no? Pero fat, fat-free, light, que aún sigue siendo la supermoda, y high-protein se añade al fat-free. O sea, todos los slims juntos en un packaging están ahora mismo conviviendo. Pero… Pero desde los estudios que nosotros tenemos con todos los programas de longevidad que estamos haciendo, la gran evidencia es que casi todas las enfermedades son una enfermedad metabólica y que la enfermedad metabólica, sea hiperpensión, colesterol por las nubes o una diabetes, parten de una falta de energía en el cerebro y la glucosa puede ser una culpable. también vinculada al sedentarismo. Una persona muy deportista, vamos a decirlo todo, una persona muy deportista tiene una capacidad de absorber carbohidratos increíble y tendrá una salud mejor que el que come bajo en carbohidratos y es sedentario. Y eso también o nos lo metemos en la cabeza o no sirve de nada, te quedas con la mitad de la película. Yo no sé hacia dónde vamos, pero sí tengo clarísimo que el deporte es lo que nutre todos los órganos del cuerpo de una forma más eficaz y que creo que quizás podríamos ser un poco más laxos y flexibles en cuanto a la alimentación si no fuéramos tan sedentarios. Pero entonces la suma de las dos cosas es una bomba de relojería y ahí ya sabemos que las dos principales enfermedades del mundo, aparte del cáncer y el Alzheimer, Todo lo otro, dentro del podio de las ocho principales enfermedades, es metabolismo. Infartos, infarto cerebral, cualquier accidente cardiovascular, todo tiene que ver con el metabolismo. Y entonces la gente es que está mirando sus analíticas y dice, bueno, me ha salido el azúcar alto, pero… Yo me encuentro bien, yo me siento bien. O bueno, en las analíticas me sale algún parámetro alterado, pero yo no noto nada. Y ese es el inicio de esa resistencia a la insulina. Yo creo que esto ha venido para quedarse. Y aquí hay que medir, pues eso, saber comer con más proteína, ir encontrando caminos.

    La rueda de la vida sana

    Jeroen: Me ha gustado que has mencionado el tema del ejercicio o el sedentarismo porque la vida saludable es mucho más que solo hacer dieta sana, ¿no? Y esto es justo lo que me ha gustado de tu libro porque tú explicas aquí una cosa que llamas la rueda de la vida sana. ¿Nos puedes explicar brevemente de qué cosas hay en esta rueda de la vida?

    Núria: Sí, ayer una amiga me decía, ya no hablas de alimentación, ¿no, Núria? Pero hablo cada vez… A medida que me iba haciendo mayor, tenía más intereses también por el crecimiento personal y los tóxicos. Bueno, fui abriendo el abanico y de verdad empecé a practicar deporte en serio. Entonces, ya por toda la evidencia y todos los profesionales que me rodean y como hemos visto a tantos pacientes durante años hacer cambios brutales, magníficos, nos dimos cuenta que la alimentación era una parte pero no lo era todo. Entonces en mi cabeza empecé a construir esta rueda pensando el deporte debe estar sí o sí y quizás debería estar el primero y yo misma pensé no hagas un podio ni una pirámide porque no sabrás a quién meter porque depende de la época digo Si no entras en la cocina, no hay esperanza. Otra época digo, si no haces deporte, no hay esperanza. Otra época digo, si no duermes, no hay esperanza. Entonces dije, voy a hacer una rueda. Y todos son un quesito con el mismo protagonismo. Y entonces me salieron seis. Durante una época, cinco, y ya después, yo creo que la rueda por el momento se queda con seis. Ya veremos en el futuro. No descarto que puedan venir más. Y fue un poco… fruto de mi experiencia, mis lecturas y todos los años de hacer tantos proyectos vinculados a la salud, y son la alimentación, alejarse de los tóxicos, que es algo que me preocupa y ahí creo que falta mucho recorrido e interés por parte de todos, el tema del ejercicio físico, el tema del descanso y los ritmos circadianos que tanto se hablan, La gestión del estrés y las emociones, ¿no? Como ves, la vida, el vaso medio lleno, medio vacío, fundamental. O sea, ¿cuál es tu actitud vital? Porque de eso dependerán las decisiones que tomes en tu vida. Y la última, la tribu, ¿no? La comunidad, la necesidad de ser… Bueno, revisando un poco ya toda la historia de la humanidad, nos hemos dado cuenta que el reconocimiento y la aprobación de los demás es fundamental y que cuando no hay esa aprobación del grupo es cuando un adolescente se siente fuera de todo y empiezan problemas gravísimos de salud mental porque no eres aprobado por el grupo. Y de ahí también puede ser complicada esa necesidad de aprobación, pero tenemos que entender que forma parte de la especie. y entonces mola encontrar un grupo de gente de iguales donde sentirte confortable. Las relaciones sociales son el kit de la felicidad. Hay un estudio de Harvard y un libro que se llama La buena vida, que no tiene ni un año de vida, que durante 60 años han ido generación tras generación y aún siguen estudiando cuáles son los highlights que dicen, oye, esta persona fue más feliz que esta. ¿Y por qué? Y el spoiler y el resumen es las relaciones sociales. las relaciones personales. Y cuántas veces hemos reflexionado sobre la soledad, la deseada y la no deseada. Hay un momento en que la soledad sea deseada, aunque vivas en un pueblo súper pequeño, porque te gusta vivir aislado y casi como si fueras un animal salvaje, hay un momento en que bajas al pueblo e interactúas con la señora del colmado y necesitas ese punto de compartir. Y a la vez digo que es peligroso porque antes, cuando yo empecé con esto de la salud y la alimentación, tú en Twitter o en cualquier perfil no te describías poniendo… Soy Núria, periodista, emprendedora y omnívora. Esto no pasaba nunca. No nos definíamos así. Ahora el vegano, el no vegano, se define así porque necesita formar parte de una tribu y de un grupo. Lo que pasa es que nos hace un poco más… inflexibles, porque después, ¿y si dejas de ser vegano? Es esa etiqueta de decir que eres vegano. Y lo encuentro un poco peligroso, porque esa necesidad de aprobación del grupo al final tiene mucho que ver también con tu propia autoestima. Y estamos eso, definiendo nuestra alimentación desde ahí. Y bueno, está bien, Esto es como vas a una app de citas y ves el tío y el perfil dice, no quiero conversaciones profundas, y digo, chao.

    Quique: Lo deja todo muy claro.

    Núria: Si ya lo dejamos todo claro y vamos por catálogo, pues vale, estas son las reglas del juego. No pasarán cosas mágicas, quizá, porque estamos seleccionando las especies con las que nos queremos relacionar. Es un poco manipulado, pero sí es verdad que yo quiero estar cómoda, no estar luchando tres horas en una conversación de, oye, me gustan los temas de crecimiento personal. Y a ti te parece que es una meme decir al psicólogo. O sea, es que no tenemos nada más que decirnos. No aprenderé nada de ti, no sumarás a mi vida, no será una conversación enriquecida de verdad. Entonces, vamos a buscar personas que enriquezcan nuestra mente y nuestro discurso.

    Quique: Claro que sí. De hecho, una de las preguntas que ha dejado uno de nuestros patrones, Álvaro, para ti es ¿qué herramienta mental o mecanismo usaste cuando tu entorno te cuestionaba al empezar a implantar hábitos saludables? y que le recomendarías a alguien que esté intentando incorporar esos hábitos y que le cuestionen ese statu quo a las personas, ese contexto que le rodea. ¿Tú cómo lo hiciste y qué podemos poner en marcha aquello que aprendiste?

    Núria: Pues no te podré… No recuerdo una herramienta concreta. Me acuerdo que pasaba de la gente y intentaba no conversar con nadie que no… que no me quería escuchar y nunca he intentado hacer militancias si antes la persona no tenía un interés. Ir a mi rollo, dejar que la gente opinara sin que me importara mucho y al final, al cabo de los años, como ya está mucho más implementado, pues han vuelto. No a decir que tenía razón ni nada de eso.

    Quique: No, y tú no lo has dicho, ya te esperaba yo aquí. Ven aquí, que tengo la lista de pendientes para contigo.

    Núria: Es que haces el clic cada persona cuando lo siente y lo necesita. Y al final es como, mira, esta amiga no tenía puesto el foco ahí y ahora me está haciendo preguntas más constantemente sobre, oye, qué bebida vegetal me recomiendas y tal. Tenía diez años de su vida mi WhatsApp para preguntármelo y nunca lo hizo. Bueno, pues ahora es el momento que… O sea, me he sentido bicho raro, pero es verdad que me excrimen mucho la gente diciendo que es como muy incómodo en su casa estar lidiando todo el día con eso y con la guerra, con los padres, con tal. Y debo deciros que mi actual ex marido, pero que ha sido mi marido durante 15 años, hizo medicina tradicional china, es fisioterapeuta, está en el mundo de la salud. Entonces era fácil porque yo le preparaba unas acelgas y me decía, puta madre, genial, acelgas para cenar. Entonces le gustaba mucho más el dulce que a mí, teníamos que pactar un poquito de, oye, si tú te pides un brownie en el restaurante, pues la niña de ocho años querrá un brownie. Y entonces era… y le puedo dar un brownie y yo, bueno, pues venga, va así, ¿no? También soy muy flexible, porque a veces él me decía, él me dio muchos consejos de «Hara hachi bu», que él tenía mucha capacidad de hacerlo. Como médico chino, era un amante de la fitoterapia, Y me decía, no bebas entre las comidas, que te encharcas y tal. O no cenes tarde. Yo empezaba el proyecto y él ya me daba consejos que yo aún no sabía y después yo, ¡buah! Y me dijo, he creado un monstruo. Porque tú cuando empezamos todo esto no lo sabías. Y ese he creado un monstruo, a veces también lo pienso de cara a la gente. He creado un monstruo porque tengo esa responsabilidad de que yo no quiero que la gente sea súper talibana, de que reivindico la imperfección en mi vida, de que se piensa que lo hago todo perfecto y no es verdad. Entonces, no he necesitado herramientas de lucha porque yo, con mis amigas, Soy muy flexible, primero, de que ellas tomen Coca-Cola. Es que ni una mirada. O sea, ¿de qué? ¿Quién soy yo? Si yo también tomaré otro día una copa de vino o un día… O, por ejemplo, esa lógica mía de mi madre no le puede comprar en una panadería una cosa de bollería en absoluto a mis hijos. Pero yo sí, yo el día que decido, yo hago la excepción y voy y vengo a cruzar net de chocolate para todos. Y es como, ¿por qué lo haces? Bueno, primero porque soy la madre y yo decido el día de la excepción. que, no sé, lo he incorporado como mucho más normal. Y la gente sí me escribe, me dicen, sufo mucho, tal, no sé qué. Y yo pienso, es que quizás eres muy, muy exigente y no hay nunca una excepción en tu vida. Y entonces, claro, esa rigidez sí entonces es más difícil de llevar, pero yo no lo soy.

    Quique: Sí, porque te da ese punto de libertad que yo creo que es muy sano para disfrutar no solo de la alimentación, sino de muchas otras cosas en la vida que a veces hay que dejarte también llevar.

    Núria: Claro, claro. Y hay más adherencia haciendo algo así. Y además es que ni tan solo pienso, ¿qué hago? ¿Pareto 80-20? ¿O fines de semana me desmelero y de lunes a viernes tal? Nada. O sea, nada. Es que cualquier norma no tendrá adherencia. En mí sí puede haber adherencia en keto y tal, pero ¿por qué? Llevo más de 13 años y a mí seguir una dieta ketogénica, estoy tan al borde de la keto siempre, de la manera que ya como, que para mí hacer el cambio no es, ahora no podré comer todo eso porque vengo de meterme cada día en vena a zumos de naranja. No, hombre, no. Pero las herramientas esas de poner tanta norma, yo creo que van peor.

    Quique: A lo mejor, Núria, hay gente que está oyendo Keto, está oyendo ayuno intermitente. Nosotros no vamos a profundizar, pero os vamos a decir que si os interesa, vayáis al podcast, vayáis a Soy Como Como, porque vais a encontrar, ya sea en el libro, en las entrevistas, en el equipo, en el programa que tiene Televisivo, Núria, más información de cada uno de estos aspectos para que profundicéis. Pero hablaba Núria de seis elementos que yo creo que son fácilmente reconocibles. Alimentación, descanso, actividad física, gestión emocional, tribu. Y hay veces que el impacto de los tóxicos nos puede sonar algo más raro.

    Descubrimientos sobre el agua

    Para mí, yo estoy emocionado con varios de los episodios que trabajasteis acerca de un elemento tan básico como el agua. Y yo, gracias a ti, a tus colaboradores, he descubierto algo mucho más allá de lo evidente. Simplemente para ver el impacto de los tóxicos y, por ejemplo, el agua. ¿Qué nos puedes contar, Núria?

    Núria: Sobre el agua.

    Quique: Sobre el agua, por favor.

    Núria: Bueno, me gusta que te interese, porque sí que pienso que es mucho más crudo el discurso de los tóxicos. Es el segundo episodio, creo, bueno, el segundo capítulo del libro, y la editorial me dijo, recorta 150 páginas de lo que había escrito inicialmente y baja el discurso, porque a la gente no le interesa. Y digo, bueno, pues lo guardo, pero esto es otro libro. Y sí, sí, es otro libro. para la gente que le interesan los tóxicos, que ya lo hablaremos. Pero ahora no es el momento, porque la gente es como un poquito, pero no mucho. Porque, ostras, sí, es algo. Bueno, con el agua hemos descubierto… Yo venía de defender mucho la osmosis en los últimos años, pero yo he cambiado de opinión en todo algunas veces. Hay una base siempre, pero era muy partidaria de la osmosis porque teníamos que retirar todos los tóxicos que tiene el agua, que sabemos que tiene procesos de medicamentos, muchos pesticidas, arsénico, bueno. de todo. Y entonces la manera era con la osmosis, pero… de golpe aparecían analíticas de gente con falta de minerales. ¿Cómo puede ser que tengas mal el potasio? Bueno, pues porque la alimentación cada vez y el terreno que se cultiva es más pobre, está más empobrecido y empezamos a pensar, oye, pues hay que meter minerales como sea, que son fundamentales los minerales. Y en medio de todo eso, cuando ya descubrimos eso hace muchos años, Estaba súper de moda, que lo sigue estando, y convivimos con eso. Los dos discursos a la vez, que es muy loco. Se puso muy de moda comprar agua, bajar minerales. Solo por los que tenían un problema del riñón, que dices… ¡Dios mío! Toda la sociedad… ¿Quién fue? El lobby, evidentemente, pero… ¿Qué cabeza marquetiniana fue tan crack que se inventó lo de la agua baja en minerales?

    Jeroen: Yo creo que es lo mismo mente que ha inventado la leche con extra calcio.

    Núria: Sí, exacto.

    Jeroen: Para compensar.

    Núria: Sí, sí. Y después le dicen alimentos funcionales. Le he puesto un poco de vitamina D a la bebida de arroz. Y qué me estás contando. Y entonces eso. Nos dedicamos a beber agua embotellada en una botella de plástico que podía tener esos disruptores endocrinos del propio plástico que hemos descubierto y que en Francia está prohibidísimo. Y aquí seguimos calentando los tuppers en el microondas. pero es que el agua sin minerales nos estaba empobreciendo también los minerales de nuestro propio cuerpo. Se puso de moda un poco el agua de mar. Hoy los minerales del mar tienen todos los compuestos que necesita el cuerpo humano, todos los oligoelementos, perfecto. Y entonces Fuimos buscando alternativas a esa osmosis que se quedaba sin minerales, aunque arrastraba todos los tóxicos, y durante años yo no encontraba la solución, porque la solución a veces es que me venía una empresa, no me podía demostrar mucho, también por mi ignorancia en temas químicos, porque un sistema de filtrado de agua era mejor que el otro, y aparte empezaban a salir herramientas de 4.000 y 5.000 euros que tampoco me dejaban tranquila, porque intentaba encontrar algo más democrático y que pudiéramos pagar. Y a día de hoy el filtro de carbón activo, que está presente desde en una jarra hasta en materiales más elaborados y evidentemente más caros, pero el filtro de carbón activo, el carbón activo es un gran captador de tóxicos que no elimina por completo los minerales. O sea, la evidencia, y aún queda mucho por estudiar porque tampoco hay tanta, Pero lo más fiable que podemos hacer ahora mismo es que filtremos el agua que bebemos con un filtro de carbón activo.

    Quique: Fijaos hasta dónde nos puede llevar Núria en nuestra alimentación. Así que yo te lo agradezco porque para mí esto supuso también un antes y un después, Núria.

    Núria: La importancia también, porque la gente para el medio ambiente está haciendo cambios y a mí me parece guay porque si dejas de comprar jarras de, o sea, botellas de agua por el tema del medio ambiente y entonces te pones un filtro en casa, o por comodidad, o por no levantar tanto peso, Bueno, perfecto, que sea el motivo que sea, pero que la gente sepa que la agua embotellada, aparte del tema del medio ambiente de generar residuos innecesariamente, no pasa los controles que pasa el agua del grifo. Entonces, el agua del grifo está llena de tóxicos, pero lo agua de la botella, que es un lobby que hay detrás, no pasa ninguna analítica. y a día de hoy se sospecha, y también falta un poco de evidencia, que podría tener la misma carga de tóxicos porque, bueno, se potabiliza y que vendrán las plantas potabilizadores que me llaman todas nerviosas. Cuando hago un webinar y me dicen, pero no tienes ni idea, si en las plantas sacamos todos los tóxicos, digo, todos no, por favor, si es que hasta la cañería de cobre no la habéis cambiado y pasa por ahí el agua y cuando se calienta y pasa por un PVC, eso es un cóctel. O sea, Y es un problema porque se vive la comida. Es el alimento que más veces comemos a lo largo de la vida, del día, de la semana, del mes y de la vida. Es el alimento por excelencia, el agua.

    Productos saludables en el supermercado

    Quique: Yo tengo que decir que, viniendo del mundo de la biotecnología, habiendo estado trabajando en Estados Unidos, conozco de primera mano cómo funcionan los lobbies, en especial cuando tenemos que hablar de la salud, porque con nuestras máquinas en biotecnología tenían que pasar los niveles de pureza. Entonces, sé determinadas cosas que jamás compraría en un supermercado, pero aquí te lanzo una pregunta de otro de nuestros patrones, Andrés. ¡Qué ojo que tiene mi higa! A ver cómo sorteamos esto, Núria. ¿Tú tienes alguna lista por supermercado con un producto que digas que es saludable? O si nos puedes recomendar alguno de los tuyos que sea favorito.

    Núria: ¿Me estás pidiendo un producto de un supermercado que sí sea saludable?

    Quique: Que sí sea saludable. Porque yo puedo decir que determinadas ensaladas de determinada marca de un supermercado jamás las compraría. Porque yo sé lo que hay detrás de eso, ¿no? Pero tú, en tu caso, vamos a lo contrario. Alimento recomendado de supermercado en concreto que digas, mira, esto y esto, adelante.

    Núria: O sea, quieres una marca y el nombre de un super.

    Quique: ¿Verdad? Esto te lo está pidiendo ahí. Está diciendo que te mojes, Andrés.

    Núria: Sí, perfecto. Si no, te diré el puré de tomate en general, porque el puré no es lo mismo que el sofrito y normalmente no trae acetar, pero tú me estás diciendo nada mal. Lo primero que me viene a la cabeza es las aceitunas marca Blanca de Aldi. Porque unas en concreto, y aquí sí que hay que mirar, yo creo que las que tienen como trozos de pimienta rojo, no son las óptimas y las que son más verdes solo con el jugo, pero hay que validar, una de las dos es buena y una de las dos es mala. Marca al de aceitunas porque solo tienen ingredientes naturales y no tienen glutamato monosódico, que hay que mirar siempre y en general en los supermercados todas las aceitunas lo traen, hay que mirar que no lleve el aditivo E621, que es el glutamato monosódico, que es neurotóxico y da sensaciones a veces parecidas a la epilepsia, algo heavy, que es lo que se pone en los restaurantes chinos de toda la vida, que da ese sabor adictivo del restaurante chino. O sea, el glutamato, que el glutamato es una sustancia que tenemos en el cerebro, que la genera el propio cuerpo y que es indispensable, no hablo de este glutamato. Hablo del saborizante añadido. Ese sabor típico del restaurante chino se pone, porque es un potenciador de sabor, en muchísimos productos. Pollería, patatas fritas, galletas, de todo, y mucho, mucho en las aceitunas. Entonces, las aceitunas son un gran alimento, pero a veces son agridulces y llevan azúcar y o E621. Y en Aldi, a precio regalado, hay aceitunas sin este potenciador de sabor.

    Jeroen: Que veremos que la comida saludable no es caro tampoco.

    Núria: Exactamente, es una garrafa perfecta para empezar a dejarme de hacer este tip que me encanta. Preparamos la digestión. comiendo unas cuantas aceitunas antes de comer, porque genera saliva y salado en la boca. Ahí empieza, la digestión empieza en la boca, pero con ese salado, esa manera de ensalivar con algo salado, como podrían ser unos pepinillos o unas aceitunas, es perfecto para empezar la comida. Sé que es el bermuda ideal.

    Jeroen: Podemos dedicar todo un episodio, toda una entrevista solo, a todo lo que puede salir en las etiquetas de los productos del supermercado. Pero quiero limitarme a una pregunta de otra persona, otro de nuestros seguidores, Vir, que nos ha dejado, que en lugar de leer la etiqueta, existen determinadas aplicaciones que clasifiquen los productos de los supermercados. Por ejemplo, una que yo incluso he visto también, se llama Yuca, y tiene este semáforo nutricional para decir, este es saludable, este no, o esta es la alternativa a este producto que puedes comprar. ¿Tú ves útiles estas herramientas?

    Núria: No. La respuesta corta es que no. Pero voy a matizar un poco. Porque he tenido Yuca y he estado investigando un poco porque veía que era muy útil para la gente. Si comparamos tres aceitunas, ¿La aplicación sabrá encontrar las mejores aceitunas? No con mis criterios, punto número uno. No creo que reconozca un potenciador de sabor y saque peor nota. Es decir, los parámetros incluidos dentro de las aplicaciones para mí no son suficientemente exigentes, pero sí que, a grosso modo, si coges tres marcas de galletas, la aplicación te dirá si esas galletas son mejores que las otras. O sea, sirve para descartar lo peor, pero te dirá qué galletas coger y yo te diré no coges ninguna galleta. Lleva azúcar también y toda la mierda del mundo. Entonces, no, no, es como un nutristor. Y aparte, una cosa muy heavy, porque he hecho experimentos con mis propios productos. Cuando yo tengo, por ejemplo, un condimento a la venta que se llama duka, que es una receta increíble de origen egipcio, que es un sustituto de la sal, pero tiene sal, tiene pimienta negra, tiene comino, tiene cilantro, todo picadito con sésamo y un poco de avellana, almendra, depende, un fruto seco todo picadito picadito, le da un punto como árabe, lo pones encima de las verduras y te traslada y es súper aromático. Tengo la versión hot con cayena. pero solo la receta natural. A través del comino viajas mucho y un brócoli puede ser mucho más delicioso. Pues yo puse la etiqueta en yuca de Duca, de mi producto, y me suspendía el producto. Y puse unas barritas de mercadona de esas snacks y aprobaba y sacaba mejor nota que el Duca. ¿Por qué? Porque me dijo, hay demasiada sal. Y digo, hombre, estamos hablando de un condimento y la sal no es mala. Dos cosas para barrer, ¿no? Es como, ¿en serio? Aún estamos así. Y la tercera cosa y la peor es que está hecho de frutos secos, Duca. La mayor parte, 60% de las recetas son un fruto seco, seca de avellana o almendra. como la nutrición está tan atrasada en España y aún se consideran las grasas malas… Es que ya no te hablo de que quizás podemos estar tres horas discutiendo si la sobrasada como grasa saturada es buena o mala, que podemos debatir. Es que ya cualquier grasa es mala y en la aplicación introducen que un fruto seco es una grasa y que si un alimento tiene demasiada grasa es mala. Y como aquí el 60% es un fruto seco, producto suspendido por exceso de sal y por exceso de grasa. Y digo, ¿qué me estás contando? Eso you can.

    Quique: Fíjate. O sea, no. No. En contraposición, Núria, si después de escuchar este podcast las personas que te están oyendo y dijeran, oye, voy a dar mi pequeño primer gran paso en la alimentación, ¿cuáles son esos superalimentos que le recomendarías que va a encontrar en el mercado?

    Núria: Para alimentarse saludablemente.

    Quique: Eso es.

    Núria: pues que vayan al mercado y compren fruta, verdura, carne, pescado, marisco, huevos y legumbres.

    Quique: ¿A que no es tan complicado?

    Núria: Es facilísimo. Es que yo no entiendo cómo tengo un negocio de hace 12 años. Y hasta que me muera soy segura que seguiré divulgando cómo hay que alimentarse. Pero es facilísimo. Es facilísimo.

    Quique: Es que es lo curioso. Lo que pasa es que ir al supermercado cambia mucho respecto a ir al mercado.

    Núria: Bueno, es que en el supermercado hay cuatro productos porque si habéis leído el libro lo cuento exactamente igual, que tienen un packaging o un tarro distinto de distintos colores y distintos frames, pero estamos comiendo solo cuatro productos, que es arroz, soja, maíz y trigo. En formato de pizzas, quiches, macarrones, o sea, pan, todo. Son cuatro grandes monocultivos poderosísimos en el mundo que mueven los hilos. Eso es lo que encuentras en el supermercado.

    Quique: Es que es tremendo.

    Núria: Pero no lo encuentras en el mercado, si quieres. Un día te tomas un arroz y lo celebras. A lo grande. No pudiéramos comer arroz. Pero el concepto es… Es que eres muy sosa comiendo. Mi alimentación es mucho más variada. Me sabe mal decirte que no, que la mía es la variada, que tengo los polifenoles de la cesta que me viene del país cada semana con una verdura distinta. Digo ¿qué es eso? Es un híbrido. Hostia, ¿qué ha salido aquí? ¿Es un rabo vapio? No sé ni qué es, pero venga, lo meto". Porque es que la tierra, si estás con un productor directo y deja que pasen cosas en el huerto, te viene con unas paranoias increíbles, ¿no? Una… Yo qué sé, una zanahoria con tres piernas de golpe súper morada. Una zanahoria morada. Es que me caen las lágrimas. Es increíble. Está llena de antioxidantes, esa zanahoria. La gente no ha visto en su vida en Mercadona una zanahoria morada. Y si no, es que la han pintado. Porque, claro, también intentan reproducirlo todo para engañar.

    Quique: Sí, yo recuerdo un experimento… Bueno, un experimento es que es muy sencillo. Coges un huevo que hayas comprado en cualquier supermercado coges un huevo de toda la vida de cuando vas a la pollería, te los pones en la mano, empiezas a mover un poquito y enseguida ves la yema, en un caso se rompe y se destruye, en el otro lado ya puedes empezar a jugar, pasarla de un lado a otro. Es la naturaleza como muy bien indicabas, Núria.

    Tu revolución saludable

    Tú nos has llevado hacia una revolución saludable, pero a mí me gustaría conocer, para ir terminando ya también, saber desde tu punto de vista cuál ha sido la mayor evolución que te ha traído esta revolución.

    Núria: Pues el empoderamiento que os decía al principio de todo, de pensar que no hace falta siempre ir al médico a buscar la solución en forma de pastilla y poder ir cumpliendo años sin necesidad de, toco madera, una medicación constante, que tanta gente está siempre medicada. Y eso también me ha dado un punto más inconformista, que yo creo que también va un poco con mi personalidad, pero creo que también el proyecto me ha ayudado a ser cada vez más inconformista y entonces también he alejado no solo los tóxicos físicos de mi vida, sino la gente tóxica. Y entonces he sido muy ambiciosa de intentar jugar a primera división en todos los ámbitos de mi vida. Y eso me ha hecho valiente para tomar decisiones y hacer cambios en mi vida muy bruscos y que no estaban nada planeados. Y con todo el sufrimiento, pero también con toda la claridad mental de saber que ese era el camino, he ido transformando mi vida en los últimos años en algo increíble. Ha sido como terapéutico y después ha habido también muchos coaches y muchos psicólogos, pero tampoco tanto. Ha sido algo muy de esa anuria que le gusta experimentar. Además, la intuición. Yo durante años he sido muy artista y no he mirado demasiados Excels hasta que vino un director financiero a poner un poco de orden. Pero yo… ¿Cómo tomas? y vas creciendo con la empresa, pues con la nariz. Pero ya sea por la nariz, porque la nariz falla a veces. Pero es verdad que la intuición de yo, esta persona, la tengo que alejar de mi vida ahora, la tomo desde la impulsividad de ser alguien muy emocional, pues yo qué sé, por mi condición. Y después medito y digo, ¿por qué tomaste esta decisión? Pero la intuición me lleva a tomar decisiones y yo creo que el empoderamiento de un proyecto, un proyecto exitoso, tener el reconocimiento de la gente en la aprobación, me ha dado mucho músculo y mucha fuerza. Es muy fácil también decirlo, porque al final el proyecto te sale bien. Sientes la gente, cómo te arropa el cariño y el calor de la gente. Lo único que… Es fantástico, porque lo único que debo pensar es cómo crecer personalmente y no empresarialmente. Eso cada vez me importa menos. Bueno, yo quiero pagar todas las nóminas cada mes, pero soy bastante naif y digo, saldrá, no sé. Lo que hago es vivir, vivir en mayúsculas.

    Los mejores hábitos productivos

    Jeroen: Quiero terminar esta parte de la entrevista con dos saltos de tema. Primero, seguramente ya sabes en KENSO nosotros nos dedicamos a ayudar a las personas y empresas a vivir en la efectividad para ser más feliz. Y por eso me gustaría saber de ti cuál es tu mejor hábito productivo.

    Núria: Pues tengo bastantes. Mira, me voy a dormir muy pronto. Duermo muy bien y eso es reparador para el cerebro y para después tomar decisiones y ser muy productiva de día. Durante muchos años del proyecto me levantaba entre las cinco y las cinco y media, de forma natural. Hace más de 20 años que no pongo despertador. No me cuesta nada. Es un poco rollo porque los sábados y los domingos me levantaba también a esta hora. A la misma hora. Sí, y a veces me siento cansada porque es muy pronto. Y qué bien que en los últimos años ya son las seis. Y algún día me despisto y son las siete o las siete y media. Pero normalmente a las seis de la mañana tengo tres hijos muy pequeños aún. Yo me levanto siempre la primera. Creo que también el hecho de saber que están en casa y que empezarán a requerir cuando ellos se levanten, hace que mentalmente yo primero ya sé que me tengo que acostar diez, diez y media para cubrir las horas. Y después que sé que será el momento en que no suena el teléfono, que ellos duermen. y que puedo repasar todo el mail. Y es un gran momento de creatividad en mi vida. A las seis de la mañana, mi equipo lo sabe, de seis a ocho de la mañana yo envío veinte e-mails con ideas a construir, las urgentes y las no urgentes, pajas mentales de hacia dónde va el negocio, cualquier cosa. Cualquier cosa y respondo e-mails. Pero son dos horas muy productivas que me dan una tranquilidad brutal para que el resto del día pueda ser hasta más relajado. Es como yo, mi granito de arena ya lo he puesto. Como CEO, he disparado todos estos encargos de proyectos, de las cosas que hay que hacer y las ideas creativas, que es lo que aporto ahora mismo. Y el resto del día va a ser a tener una conversación profunda con un trabajador, o preguntarle cómo está, o hacer una reunión o una comida de negocios, o a veces con otro emprendedor, o grabar millones de podcasts y estar en rodajes. Hay días que la turra puede durar 12 horas de rodaje, empalmo con un directo, una máster clase, no sé qué. Pero no son todos los días así. Y hay días que quizás solo hay… Pero lo de 6 a 8 es fundamental que esté para que yo… Y soy cero procrastinadora. O sea, no me da pereza nada. O casi nada. O sea, alguna tarea de mí… A veces oigo ceos que dicen que el 80% de mis tareas no me apetecen. porque son papeleo, ta, ta, ta. Yo me lo he ido quitando todo. Casi nunca he hecho cosas que no me interesaban y, además, como no sé hacer muchas, seguro, seguro que necesito contables, diseñadores, porque yo tengo… O sea, yo opino del diseño, si me gusta o no, y es superimportante en nuestro proyecto, por ejemplo, que el diseño sea impoluto, pero yo no tengo ni idea de Photoshop, entonces, como me pasa que no sé de casi nada, es mejor. Me lo miro desde fuera con esa mirada fresca de… Pues yo veo esto, veo los errores, los ayudo y no me da pereza, soy muy, muy trabajadora, demasiado. Ahora empiezo a vivir un poco mejor, pero he trabajado muchísimo. Tengo el proyecto todo el día en la cabeza. Una escucha muy activa de estar por la calle y cruzar tres imágenes y que me venga otra idea. Y es como suerte que no son ideas. Mucha gente me dice, yo también, y tengo una lista de… siempre que voy rellenando de ideas nuevas de negocio. Digo, mira, y las llevas a cabo. Y me dicen, no, porque, claro, muchos son de un desarrollo tecnológico imposible. Yo tengo suerte en eso porque voy poniendo foco. Yo no quiero abrir empresas nuevas cada día porque he tenido… Ahora, ¿quién…? Ostras, ¿se podrían inventar bombillas rojas más baratas? Porque no sé cuántas. Bueno, sí y no, pero todo está como muy enfocado siempre a lo que yo hago y eso me permite no distraerme. Y aun así, aun poniendo foco, claridad, hacer tareas verdaderamente transformadoras y estar hora, hora y media haciendo la misma tarea sin mirar el móvil y ser muy capaz de eso, os digo que he sido diagnosticada ahora hace un año y medio de TDA. y que soy una persona muy dispersa. Bueno, la típicamente creativa que a veces dispersa, yo no consigo mirar Netflix, no por nada. O sea, sí, por algunos motivos. Porque estoy ahí haciendo la pose de la muerta. Tengo muchas cosas así de hábitos para hacer, mil horas ahí limpiándome la cara, un masaje de no sé qué, mimos a mí, ¿no? Y entonces no me interesa Netflix. Pero sobre todo porque es que soy dispersa y me cuesta aguantar una película entera. terrible encima la tecnología, como me ha perjudicado aún más. Y hace un año me dijeron, pues mira, eres TVA. Digo, pues no sé si será verdad o no, pero me acabas de quitar un peso de encima, porque estoy harta de justificar por qué envío a las 6 de la mañana 17 e-mails. Les puedo jurar que no No me implica nada, ni me pone nerviosa, me sale solo y soy diferente y ya está. Y la gente, pues esta vida que tienes, pero qué vida, lo comparas con la tuya. Pero es que a mí mandar tantos e-mails es que lo hago en un momento porque mi cabeza explota un poco.

    ¿Qué vas a hacer en tu vida para ayudar a los demás?

    Jeroen: Muy bien, ya hemos preguntado por un hábito productivo y ya hemos recibido bastantes. Tengo una última pregunta para ti que es una pregunta que te dejó nuestra última invitada en este podcast. La semana pasada tuvimos a Lola Fernández Ochoa y ella ha dejado una pregunta para ti que es ¿qué vas a hacer en tu vida para ayudar a los demás?

    Núria: Haré lo que estoy haciendo porque creo que ayudo muchísimo más que cuando hacía radio y televisión generalista. Y lo que aún me haría más ilusión, que es como el upgrade de lo que estoy haciendo ahora para transformar la salud de las personas, sería montar una fundación para que gente más cercana que lejana se pudiera permitir el mundo de la salud integrativa, sobre todo cuando hay casos de patologías graves. de niños o de adultos que no se pueden permitir nuestro mundo porque todo va fuera del sistema público y es imposible de asumir. Y tenemos en mente hace un tiempo montar una fundación, la Fundación de Soy Como Como, y ojalá no será inminente, pero sería algo… importante del proyecto y le daría mucho sentido a lo que he estado haciendo, porque yo monetizo sin publicidad, necesito ganar dinero a través de los cursos online y mucha gente no se los puede permitir.

    Jeroen: Claro. Interesante. Y para continuar la cadena, ¿qué le preguntarías al próximo invitado o la próxima invitada de este programa?

    Núria: Alguna cosa de productividad, probablemente. Bueno, pero a mí me interesa, ¿eh? A mí me interesa, de verdad. Os escucho también un poco por eso. Para ser… O sea, vais a fusionar vuestro mundo y el mío. O sea, ¿qué hábitos o qué herramientas usas en tu día a día para ser más productivo con hábitos de vida saludables? Es decir, ¿no? Hay días que dices… Yo tengo una socia que es alucinante, se seca el pelo mientras está expuesta a luz roja. Es todo una productividad increíble. Es como, salgo a correr y me escucho un podcast sobre un gurú americano, no sé qué, el aprendizaje, que para mí es superimportante el tema de aprender cada día cosas nuevas. Entonces, que diga toda la productividad y los hábitos saludables que consigue hacer en un día a través de alguna fórmula o herramienta que tenga para conseguirlo.

    Cuestionario KENSO

    Jeroen: Muy bien, pasaremos esta pregunta. Y con esto pasamos al cuestionario. KENSO, diez preguntas rápidas, las mismas preguntas para todos nuestros invitados e invitadas. Y la primera pregunta que tengo para ti es, si tuvieras que compartir un solo aprendizaje de todo lo que has vivido hasta ahora, ¿cuál sería?

    Núria: Que con la pasión se consigue todo.

    Jeroen: ¿Y cómo se titularía tu biografía?

    Núria: Apasionada, inconformista y ya está, sí.

    Jeroen: ¿Cuál es el libro que más has regalado, sin contar con tu propio libro, obviamente?

    Núria: Se llama en catalán El árbol de Judas y va sobre la amistad. Es de una autora que se llama Silvia Soler, que además es una buena amiga. Buah, muchísimas. Ahora mismo, una que se llama Vola, que es vuela, de un grupo que ya no existe, pero que es muy joven, que se llama Txarango en catalán. vola, de volar. Y hay otra de Mabel Flores que se llama Volar también, Y es increíble también. Me gusta mucho. Vamos a volar se llama. Mabel Flores, Vamos a volar.

    Jeroen: Mismo tema, dos canciones.

    Núria: Muy bien. Pero sí, soy un poco… Me gusta mucho soñar. Demasiado.

    Jeroen: ¿Cuál ha sido la pregunta más interesante que te han hecho?

    Núria: Ni idea. La primera que me habéis hecho que me remontara a la infancia y empezara desde tan lejos a contar. Eso es muy bonito, porque cuenta mucho lo que viene después de la vida de una persona.

    Jeroen: ¿Qué se te viene a la cabeza cuando piensas en la felicidad?

    Núria: Primero pienso que no existe y después pienso que lo que más me interesa en la vida, por eso soy tan soñadora, acercarme a eso que cuentan y reunir diferentes momentos muy especiales y peliculeros en mi vida, porque me gusta mucho la vida y soy una persona alegre y motivada. Y aunque haya días malos y momentos muy duros en la vida, hasta desde estar jodida reconozco mucho lo que es el bienestar o la felicidad.

    Jeroen: ¿Qué película volverías a ver cada año?

    Núria: Así, random. Me gustan mucho las de acción. Ay, no sé. No sé si… Bueno. No, cualquiera de Woody Allen.

    Jeroen: Sí. Y la última pregunta. Si tuvieras que dejar un mensaje en una cápsula para tu yo del futuro, ¿qué te dirías?

    Núria: Vive desde los 20 como aprendiste a vivir a partir de los 40.

    Resumen y despedidas

    Jeroen: Muy bien, y con esto solo nos queda un breve resumen porque hemos aprendido mucho de ti, Núria, y como costumbre siempre compartimos nuestras notas con la audiencia y obviamente también contigo.

    Quique: Hoy hemos incrementado al menos un 1% nuestro placer por la alimentación y la salud de la mano de Núria, de esa niña extrovertida y teatrera que ya montó una emisora con 15 años y jugó a hacer sus programas de radio. De ahí, y con un espíritu emprendedor y su curiosidad, Dejó de lado el aburrimiento de ser guionista y se fue hacia el gusanillo del proyecto propio, porque eso hizo mella. Y se lanzó un blog, que no era negocio, era ocio. Y se volvió adicta a contar. Cosa que sabe, cosa que cuenta para compartir. Y hay mucho porque se rodea de buenas personas, de personas talentosas y currantes. Y lo ha hecho. comenzando como conejillo de indias de la medicina alternativa, porque lo mejor es experimentar con cada cuerpo aprendiendo a escucharnos. Un punto de partida, el de la vida slow. Reduce tus revoluciones para disfrutar de respirar en lugar de vivir en esa apnea permanente que nos lleva a esta sociedad. Núria nos ha enseñado que creemos que comemos mejor que lo que comemos, y en la forma como te alimentas te va la vida. Lo que está en tu despensa, lo que está en tu frigorífico, ábrelo porque esa es la cantidad de amor que te das hacia ti mismo. Y pregúntate, ¿la comida saludable es cara? Lo puede ser, pero la enfermedad metabólica, que parte de una falta de energía en el cerebro, también vinculada al sedentarismo, lo es más. Y es que hay otras alternativas como el deporte que te nutre de manera eficaz y puede ser más laxos si no fuéramos tan sedentarios. Núria nos ha compartido su rueda de la vida. Una rueda de la vida sana que fue su evolución de la alimentación. Una rueda con seis alimentos. Alimentación saludable, impacto de los tóxicos, el descanso, la actividad física, la gestión emocional y la tribu. La revolución saludable le ha traído una evolución, el empoderamiento de pensar que no hace falta ir al médico a vivir sin la necesidad de tomar pastillas de manera constante. Y también le ha traído a Núria un punto más inconformista, es alejarse tanto de los tóxicos como de la gente tóxica. Así que rodéate de gente y no hagas militancia si no hay interés. Núria reivindica la imperfección y la excepción, porque ahí se genera mayor adherencia. Todo ello le ha convertido en una mujer valiente para tomar decisiones y realizar esos cambios bruscos, pero con toda la claridad para saber que ese es su camino para crecer personalmente y vivir en mayúsculas. Muchísimas gracias por tu tiempo, por tus aprendizajes y por todo lo que has compartido con nosotros hoy, Núria.

    Núria: Gracias a vosotros, de verdad.

 

Únete a KENSO Círculo

El club para personas centradas en mejorar su efectividad y vivir más felices.

Un club a tu alcance porque, a partir de 1€ al mes, tendrás acceso a nuestra comunidad en WhatsApp. Además, podrás descargar un plan de acción para cada episodio y recibirás dos episodios especiales cada mes, donde haremos una reseña sobre un libro de efectividad y propondremos un reto para mejorar tu productividad. También disfrutarás de descuentos en los servicios de KENSO, participarás en concursos para ganar libros y aplicaciones, y recibirás nuestra eterna gratitud.

Otras entrevistas en el podcast:

Jeroen Sangers

Anfitrión del Canasto. Mentor artesano especializado en la Efectividad 2.0 para personas y equipos de trabajo.

https://jeroensangers.com
Anterior
Anterior

7 Hábitos que nos ahorran más de 3 horas al día

Siguiente
Siguiente

Entrena y cuida tu salud mental con Lola Fernández Ochoa