Project 20

Aixopluc suspès - Liliana Díaz

Comisariada por Tsering Frykman-Glen
5 de marzo - 16 de abril 16 2021, Tangent Projects gallery.

Clic aquí para ver a Liliana hablar de su expo con Laura Alsina de el programa de arte y cultura Taquilla Inversa.

“Nunca había recurrido al catalán para titular una obra, pero en este caso me resultaba difícil resistirme a ello, no solo porque lo ameritaba específicamente este trabajo que metaforiza el nido que empecé a tejer desde que pisé Cataluña, sino porque la armoniosa fonética de la palabra Aixopluc, no deja de vibrarme entre los dientes y la lengua.”

Para este proyecto, Liliana optó por trabajar con materiales orgánicos recolectados. Durante la búsqueda de los elementos reflexionó sobre los espacios naturales, ya que justamente se convirtió en una búsqueda. La ironía de querer compartir con el espectador el cobijo que brinda la naturaleza y no encontrar ese suspiro tan fácilmente dentro de la urbe. Al crear este nido, la artista nos ofrece una representación personal de su investigación y esos encuentros.

“Una vez que logré entrar en esa sintonía, comencé a cavar la tierra con mis manos como si estuviera persiguiendo en ese surco mi lugar. Buscando saciar esa necesidad de plantarse en este suelo. De saberse el corazón bien puesto, inamovible, para poder quedarse donde plazca y crecer en todas las dimensiones. Esa sensación adictiva de ser de todos lados y al mismo tiempo de enlloc​*.” Esta porción de tierra recolectada por Liliana, descansa sobre la superficie del suelo de la instalación, como un tapete de bienvenida. Un registro del movimiento o la falta de éste, es lo que se dibuja bajo los pies del espectador.

*enlloc; significa en castellano en “ningún sitio”.

Una instalación formada por muchos componentes que crean una experiencia inmersiva, Aixopluc suspès toma un carácter ritualista y apela a comportamientos sagrados de comunión con la naturaleza, como el enlace que se crea al momento de elegir la tierra donde planeas germinar.

Para poder adentrarse en el centro de la instalación, es necesario que el espectador irrumpa el halo dorado inmaculado que funge de templo en la sala. Alegoriza la quietud y temple de un cobijo, con la búsqueda de un recinto intocado donde echar raíces, que solo es posible experimentar si nos mantenemos estáticos por unos segundos, ya que la aureola que se desintegró retoma su forma, para volver a su lugar y abrazarnos.

Esta pieza es y no es al mismo tiempo, la posibilidad de mirar lo que ha estado ahí oculto, esta dispuesto a revelarse. Solamente se necesita pausar la vida un momento. Si nos regalamos un tiempo y nos permitimos frenar, podremos disfrutar del como las cosas caen en su lugar de manera natural, desvelando por un instante la belleza de suspender.

Liliana Díaz es una artista mexicana que trabaja y reside en Barcelona.

La artista busca en su trabajo diferentes estrategias de reproducción para desmantelar la relación entre conquistador y conquistado, contenedor y contenido, enfermedad y sanación. Atravesando diversas disciplinas, realiza intervenciones en el paisaje, instalaciones, fotografías, pinturas, performance y escultura. Aborda los límites de trabajar con materiales vivos que podrían descomponerse proponiendo piezas que mutan. La artista centra su práctica artística en la reflexión de retornar al origen por medio de la naturaleza y revalorizar nuestra relación con el resto de las especies bajo las lentes del ecofeminismo.

Suele colaborar con el paisaje permitiendo que la naturaleza misma intervenga sus piezas, ya que cree firmemente que el resultado de la comunión entre la madre tierra y el ingenio humano pueden llevar a un trabajo sublime. 

Su obra ha sido expuesta en la Ciudad de México, Barcelona, Oaxaca y Tarragona, entre otros sitios. Ha cursado residencias artísticas para complementar su formación artística en Nueva York, Barcelona y las Islas Canarias. 

Durante el 2018 residió en Oaxaca, investigando sobre tintes naturales, producción artesanal y materiales locales.