Desde 1.997, el programa de radio más veterano dedicado a la música de guitarristas y bajistas.

Crítica: Dirty Loops «Phoenix (Japan Edition)»

Dirty Loops Phoenix CD cover

.


FICHA

  • Artista: Dirty Loops
  • Sello: Universal Music Group
  • Año: 2.020
  • Estilo: Jazz, acid jazz, jazz fusión, funk, pop, soul, EDM, tecno

CALIFICACIÓN

.

CALIFICACIÓN TÉCNICA
  • Nivel de técnica: 9,5/10
  • Velocidad: 9/10
  • Variedad de fraseo, recursos y técnicas: 9,5/10
  • Nivel de coñazo virtuosístico: 10/-10
  • Calidad producción (equilibrio en la mezcla, masterización, etc.): 10/10
  • Calidad presentación (carátula, libreto, etc…): 7/10

PUNTUACIÓN: 9,2/10

CALIFICACIÓN MUSICAL
  • Calidad musical: 6,5/10
  • Nivel de feeling: 10/10
  • Posibilidad de escucharlo de un tirón: 10/10
  • Ganas de hacer “headbanging”: 8/10
PUNTUACIÓN: 8,6/10
PUNTUACIÓN TOTAL: 8,9/10

.


INTRODUCCIÓN

.

    Si la semana pasada dimos inicio a la nueva temporada en web —sólo web, que el programa de radio de momento seguirá en stand-by, tal y como explicamos aquí— y lo hicimos con la crónica del concierto que dieron los Dirty Loops en Barcelona y al que tuve gusto de asistir —crónica aquí—, es el momento de ponernos también al día con el resto del material del grupo. En 2.014 debutaron con el magistral «Loopified», cuya crítica y completa biografía de la banda tienes en este enlace, y ahora toca repasar sus siguientes dos trabajos. De momento, hoy hablaremos de «Phoenix», segundo trabajo de este trío, aparecido en 2.020 y al cual, por fortuna, no le afectó la pandemia, dado que fue producido y grabado entre finales del 19 y comienzos del 20.

    Pero antes de ello, quisiera pegar un pequeño repaso biográfico a lo lo mas destacable en la vida de la banda entre 2.014, donde terminó mi otro artículo enlazado, y ahora.

    En 2.015, el grupo realizó su primera gira mundial acompañando a un artista de nivel, concretamente Maroon V. Esto les permitió llegar a un grupo muy amplio de aficionados y que no pocos medios musicales, en sus crónicas respectivas, prefirieran a la banda telonera antes que la principal.

    También en ese año participaron en la final del Melodifestivalen, algo así como nuestro Festival de Benidorm, en el cual se elige al representante de Eurovision. El caso es que nuestros amigos participaron en la gala final como un aliciente antes de las deliveraciones del jurado. Sin embargo, surgió el rumor erróneo de que ellos habian participado como candidatos a Eurovision en esa preselección. Aunque sí es cierto, que al día siguiente las redes sociales ardían buscando una explicación a por qué una banda nacional de esa calidad eran invitados en la gala final y no seleccionados como representantes para el célebre certamen.

    En 2.016 grabaron una de sus personales versiones y esta vez por encargo: Samsung pidió al grupo que versionara su popular tono de llamada «Over the horizon», y desde entonces ha estado incluido en algunos modelos de móviles de esta compañía.

.

.

    La última y más curiosa noticia respecto al grupo se dio en 2.018, concretamente el 26 de diciembre. Y es que desde entonces, el grupo había hecho giras mundiales, poco a poco se convertían en celebridades, la gente los adoraba, pero pasaba el tiempo y ninguno de ellos hablaba de material nuevo. Entonces declararon que, en efecto, estaban pasando por una especie de crisis creativa, fruto de desavenencias durante la concepción y grabación de «Loopified», y si bien disfrutaban tocando en directo, en estudio era otra cosa. Decidieron entonces crear una banda paralela formada por ellos mismos a modo de tributo a… ¡¡Dream Theater!! Barajaron algunos nombres, como Dirty Dreams o Theater of Loops, pero nunca llegaron a practicaron, ni aprenderse ni ensayar una sola canción de los reyes del metal progresivo, ya que las consideraron demasiado complicadas. Vamos, que todo apuntaba a que nos habían gastado una broma.
Por fortuna, su crisis se vio superada al lanzar un primer single del álbum en el que ya trabajaban. Esto sucedió a finales de mayo de 2.019 cuando fue lanzado el tema «Rock you».

    Por último, Jonah Nilsson presentó en sociedad «Now or never», su primer disco en solitario, compuesto durante la pandemia 2.020 y lanzado en 2.021 y que contenía colaboraciones de… ojo, Jacob Collier, Jordan Rudess, Richard Bona y Steve Vai.

.

.

    Hablando de este disco del que me ocupo hoy, al contrario que el anterior, tiene producción propia del grupo y fue presentado en formato E.P. de corta duración y sólo cinco canciones. Sin embargo, el mercado japonés suele tener sus curiosidades y rarezas, y la edición japonesa del álbum terminó siendo mucho más completa e interesante que las americana y europea, de ahí que será esa la que analizaré. Y es que por lo pronto, en Japón tuvieron una edición en formato doble, con un CD que contenía nada y nada menos que cuatro cortes nuevos, no versiones, convirtiéndose el E.P. en un L.P. con todas las de la ley. ¡Y encima, los cuatro cortes son instrumentales! Y ya sabemos el nivel de virtuosismo que suelen mostrar en sus canciones normales, en versión instrumental podría ser todo un espectáculo.
Y acompañando al CD viene un Blu-Ray con nueve videoclips —uno de ellos en versión multi ángulo— de las nueve canciones aparecidas en aquel.

.dirty loops phoenix era 02.


ANÁLISIS DE LAS CANCIONES

.

1.- Rock you. Comenzamos de forma espectacular, con un tema hermano del «Hit me» con el que se abría el «Loopified». Un intro un poco larga para los estándares actuales ya muestra que vamos a encontrarnos con algo muy potente; y así es: una poderosa sección rítmica de batería y bajo slap sobre la que transitan los teclados, multitud de capas vocales, un estribillo pegadizo y por su mitad aparece una sección de viento con cierto regusto salsero que termina por redondear un primer single jodidamente perfecto.

2.- Work shit out. En esta ocasión tenemos un comienzo muy extraño: una vaca, varios disparos y algo parecido a un helicóptero dan paso a un percusión tipo hindú sobre la que comienza a cantar el amigo Nilsson, con su voz duplicada durante una estrofa. Luego sigue cantando de forma «normal» y muy melódica mientras que entra Linder con una selección de notas de bajo que dan un aire misterioso. A partir de ahí, el bajista comienza a tocar lo que será su riff durante buena parte de la canción, consistente en un fraseo rapídisimo de trémolo tocado en staccato que te hace pensar de dónde ha salido semejante bestia.
Unos compases después entra Mellergård, quien mantendrá todo el rato una especie de ritmo electrónico que no termina de despegar por la ausencia de caja, lo que provoca una sensación de ansiedad, de que la canción no comienza del todo.
Por el minuto tres tenemos además un bajón de revoluciones, que Nilsson aprovecha para el mayor lucimiento jazzístico con el piano que le hayamos visto hasta la fecha. Y tras éste solo, Mellergård hace lo propio improvisando y de qué manera sobre esa percusión hindú que comenté al principio.

    Sin duda, estamos ante el corte más experimental y progresivo del disco, además del más largo —pasa de los siete minutos—. Alucinante.

3.- Next to you. Cambiamos ahora a un medio tempo que se inicia de forma potente, también con unas buenas guitarras que no suele ser habitual en el grupo.
La primera sección de la canción parece algo monótona y carente de emoción, pero es algo engañoso dado que nos encontramos después con uno de los mejores estribillos de todo el álbum. Y el «post estribillo» instrumental es aún mejor. Al igual que el solo de sintetizador del minuto tres, muy muy bueno.
Es una canción a la que hay que darle varias escuchas, puesto que la parte supuestamente monótona tiene un groove que termina por enganchar, además de que dura más de siete minutos, pero son siete minutos llenos de multitud de matices y un trabajo vocal y de coros para enmarcar (y ya de paso, el espíritu de Michael Jackson está bien presente).

4.- World on fire. En esta ocasión también tenemos un engañoso comienzo, puesto que una melódica y jacksoniana voz de Nilsson junto a un atmosférico teclado, nos dan que pensar que estamos ante una balada. Nada más lejos de la realidad, puesto que enseguida entran el resto de instrumentos más una sección de viento e incluso unos scratches en diferentes momentos.
Nos encontramos ante otro tema pegadizo del grupo, con más elementos jazzeros que poperos y con un Linder que nos deleita con un magistral y acelerado solo de bajo.

5.- Breakdown. En cambio, ahora sí pasamos a la balada del disco, cosa muy curiosa porque si estuviéramos hablando de la edición europea o americana del disco, aquí terminaría, lo cual no suele ser habitual.
En cualquier caso, si «It hurts»  de su anterior disco «Loopified» fue impresionante por el dramatismo que imprimió Nilsson a su interpretación, aquí tenemos un maravilloso crescendo desde el comienzo hasta el final. Nuevamente, el jazz se impone ante el pop, sin descuidar esta parte, logrando un combinado muy sofisticado y atractivo que va aumentando en epicidad, en especial al llegar a la sección final instrumental.

   Vamos, que aunque diferente, no es un mal final de disco, para nada.

6.- Old Armando has a farm. El primer tema instrumental del grupo no va a defraudar a los fans de Linder, ya que éste lleva todo el protagonismo, aunque no sería justo el no destacar la genial batería de su compañero Mellergård.
La canción es un divertido country con toneladas de slap y tapping y que recordará a los fans del virtuosismo rockero al clásico solo de bajo en directo que interpreta en todas sus giras Stuart Hamm.
Por otra parte, termina por redondear la canción la aparición en momentos puntuales de unas guitarras distorsionadas.

7.- Bitten by the kitten. Llegamos ahora a otro corte con título humorístico que comienza con un contagioso groove de batería y bajo —atentos a la velocidad de Linder— al que se termina uniendo Nilsson con un sonido de sintetizador muy retro.
Al llegar a un solo de batería cerca del minuto dos ya te das cuenta que nos acaban de colar otro tema instrumental, algo de lo que por supuesto, no me voy a quejar. No estaremos ante un virtuosismo tan evidente como el de la canción anterior, pero el trabajo de Linder es para enmarcar, desde luego. Mellergård por su parte, también interpreta una pegadiza línea de batería con muchos más matices de los que parece que haya a primera vista.
En fin, estamos ante una canción instrumental, corta, en apariencia simple aunque de ritmo contagioso que escucharás más de una vez seguida.

8.- Coffee break is over. El tercer corte instrumental reparte, a diferencia del anterior, el virtuosismo a partes iguales entre los tres. Linder toca durante los estribillos otro fraseo rapídisimo de trémolo en staccato, aunque el resto de sus intervenciones son igual de geniales. Así como genial es el trabajo de sus otros dos compañeros.

Poco se puede destacar de una composición magistral que nos muestra un estilo de funky rápido, desenfadado y muy setentero.

9.- Pink power. Y para terminar, ¡un cuarto corte instrumental! El cual parece primo hermano del «Bitten by kitten», por ser en apariencia sencillo pero tener multitud de matices en su composición.
Por cierto, a modo de curiosidad que no tiene que ver con la canción en sí, en ningún momento del videoclip aparece Jonah Nilsson.

.


CONCLUSIÓN

.

    Comenzando con temas de mezcla y mastering, hay algunas decisiones que lo hacen algo mejor a nivel de diseño sonoro: como prescindir de esos sonidos de teclado tecno casi distorsionados del álbum anterior, en pro de unos más agradables de sintes retro setenteros Sin embargo, también hay un detalle negativo en este sentido, y es que así como en su álbum debut, los sonidos de vientos eran interpretados por varios músicos, aquí han sido sampleados e interpretados por Jonah Nilsson con su teclado. Y claro, si bien podemos disfrutar del elevado nivel técnico que tiene al tocar complejos ritmos y solos, el uso de este sonido de esta forma hace que suene falso. No falso en el sentido de los antiguos sonidos MIDI, no, porque el sonido de estos samplers es del todo real, sino porque la técnica para tocar un saxo o una trompeta no es la misma que la empleada para un teclado, así que cuando escucho una vigorosa línea de vientos sampleada en este disco, no me suena a unos vientos «humanos», por más virtuosismo que contengan. Algo que ¡ojo!, según el tipo de oyente que seas, igual no te importa, que también reconozco que soy un poco tiquismiquis en este sentido.
Pero de cualquier modo, la elección de sonidos hace que suene algo más limpio que «Loopfied» y más lejos de la temible loudness war, algo de lo que, por otra parte, también se mantenía lejos aquel también aunque los sonidos de teclado tecno mencionados podía llegar a cansar.

    En cuanto al álbum como concepto global en sí, tampoco tengo una buena opinión; y es que si nos centramos únicamente en lo que serían las ediciones americana y europea, o sea, en las cinco primeras canciones, no me da la sensación de álbum único y compacto. Parecen más bien una serie de canciones sueltas compuestas a lo largo de estos años y lanzadas en formato CD durante el periodo pandémico por si acaso la situación mundial iba para peor y durante más tiempo. Es obvio que ese E.P. contiene todos los elementos que hacen grande a la banda como he dicho, pero carece de unidad, ni en el tipo de canciones ni en su orden:  «Rock you» y «World on fire» tienen vocación de single, sofisticados, pegadizos y comerciales; «Work shit out» y «Next to you» son largas, experimentales y más prog y están en el medio una tras otra; y «Breakdown» es una intensa balada que no queda mal como final aunque sorprende por ello.
Un E.P. no necesitaría de más de cinco canciones para mostrarse como un todo unificado, y hay muchos casos en la historia de la música que lo demuestran, pero no es el caso.
Por otra parte, si ampliamos el disco a formato L.P. como es la edición japonesa, nos encontramos con lo mismo: cuatro canciones más, todas ellas instrumentales con una notoria influencia de Mezzoforte, seguidas una tras otra y que no se mezclan con las anteriores, quedando como un añadido independiente. Curiosamente, si hubieran añadido un corte más a esta sección instrumental y eliminado el resto, sí me habría parecido un E.P. cohesionado y coherente.

    En cualquier caso, doy mi opinión pensando en eso, en un trabajo global y unificado, aunque si analizo canción a canción, me encuentro con nueve obras maestras muy disfrutables, excelentemente bien compuestas, con unas armonías de múltiples voces alucinantes, unos Mellergård  y Linder que se lucen técnicamente aún más, si es que eso es posible, y una producción y mezcla perfecta y llena de mil matices sonoros.

    Así que según seas un tipo de oyente, el que gusta de escuchar canciones sueltas en diferentes tiempos y contextos, o el que dedica una hora de su tiempo a degustar un álbum de principio hasta el final sin interrupciones, disfrutarás de lo lindo o te quedarás con una sensación de que podría haber estado mejor.

   ¿Y tú, a qué tipo de oyente perteneces y qué sensaciones te ha dejado este «Phoenix (Japanese Edition)»? ¡Déjanos tu opinión en la caja de comentarios!

.

dirty loops phoenix era 01

TEXTO: Albert Sanz

Etiquetado como: , , , , , , , , , , , , , , , , , , , ,

Deja un comentario

Web de la Ona de Sants-Montjüic

¡Escucha la Ona de Sants-Montüic en directo!

FaceBook Oficial de la Ona de Sants-Montjüic