Mamá, papá, tío, tía, abuelo, abuela (Canadian Version — Spanish Translation — Asian Focus)

Letters4BlackLives-Canada
8 min readJul 19, 2016

Esta es la versión en español (enfoque asiático) de las cartas abiertas creadas por Cartas por las Vidas Negras, lo cual es un proyecto que se está llevando a cabo para que la gente en los Estados Unidos y Canadá construyan y traduzcan recursos para sus comunidades en la solidaridad con #BlackLivesMatter (Las Vidas Negras Importan) y otros movimientos de la liberación negra acerca del racismo en contra de las personas negras. Las cartas fueron escritas y traducidas de forma colectiva por cientos de personas que quieren tener conversaciones honestas y respetuosas con sus familias y comunidades sobre un problema muy importante para ellxs.

(shortened link for sharing: http://bit.ly/2abzUoa)

Mamá, papá, tío, tía, abuelo, abuela,

Tenemos que hablar. La gente negra es una parte fundamental de mi vida. Son mis amigxs, mis compañerxs de clase, mis parejas, y mi familia. Hoy, temo por ellxs.

En Julio de 2016, en los Estados Unidos, la policía mató a un hombre afroamericano llamado Alton Sterling mientras vendía CDs enfrente de una tienda. Al día siguiente, la policía mató a otro hombre afroamericano, Philando Castile, quien fue parado por la policía por tener el faro trasero del auto no funcionaba, mientras su novia y su hija de cuatro años estaban en el carro.

En el año 2016, de las más de 500 personas asesinadas por la policía estadounidense, 25% han sido negras, aunque la gente negra forma el 13% de la población. En Canadá, las personas negras también son generalizadas negativamente, tratadas con violencia y se vuelven el blanco de ataques por parte de la policía, además de ser encarceladas en mayor proporción. La policía canadiense, recientemente, tomó la vida de Andrew Loku, Jermaine Carby, Abdi Hirsi y Jean-Pierre Bony, entre otros — todos ellos negros. En su mayor parte, la policía goza de completa impunidad al acabar con ellas.

Esta es la realidad aterradora que muchxs de mis amigxs negrxs viven todos los días.

Incluso cuando nos enteramos de los peligros que la gente negra enfrenta, a veces, en vez de mostrar empatía, nuestro instinto es enfocarnos en las diferencias que tenemos con ellxs para distanciarnos de su realidad. Cuando un policía le dispara a una persona negra, es fácil pensar que la víctima es culpable, debido a todos los estereotipos negativos que escuchamos en los medios de comunicación e, inclusive, en nuestras propias cenas familiares.

Quiero compartir contigo cómo he llegado a ver las cosas. Creo que podrías terminar viéndolas de forma parecida.

Nosotros también somos discriminados por ser asiáticos en este país. A veces la gente nos juzga por tener acentos diferentes, o nos niegan oportunidades porque piensan que no estamos “hechos para ser líderes”. Muchos de nuestros ancianos no han podido practicar las profesiones de su elección porque la educación que recibieron en su país natal es calificada como inadecuada. Algunos de nosotros sufrimos en la pobreza. Algunos de nosotros somos considerados terroristas y nos hacen sentir que no somos bienvenidos.

Pero la policía no mata a nuestros hijxs o padres a balazos por el simple hecho de existir, al menos no al mismo grado en el que lo hacen con las personas negras e indígenas. Los jefes, arrendadores e instituciones nos tratan mejor que a las personas negras e indígenas con frecuencia.

Pero la policía no mata a nuestros hijxs o padres a balazos por el mero hecho de existir, al menos no al mismo grado en el que lo hacen con las personas negras e indígenas. Los jefes, arrendadores e instituciones nos tratan mejor que a las personas negras e indígenas con frecuencia.

Las razones por las que nuestros amigxs negrxs tienen experiencias diferentes son muchas.

Como seguro es de tu conocimiento, los europeos colonizaron este continente, robaron tierras y recursos de las poblaciones indígenas y trajeron por la fuerza a personas negras de África para trabajar como esclavos. Durante siglos, sus descendientes, comunidades, familias y cuerpos han sido destrozados para el lucro ajeno. Incluso después de la esclavitud, continuaron tratándolos como si fueran menos que seres humanos y les dieron muy poco apoyo institucional para poder reconstruir sus vidas. La gente negra ha luchado por el derecho a votar y ser dueños de propiedades, y se ha enfrentado con amenazas de violencia constantes, las cuales continúan hasta el día de hoy.

En la lucha por sus derechos civiles, lxs activistas negrxs han dirigido un movimiento para conseguir oportunidades no sólo para ellos mismos, sino para nosotros también. Han sido golpeados, encarcelados, e incluso asesinados luchando por los derechos que los asiáticos en Canadá disfrutamos hoy en día. Estamos en deuda con ellxs por todo lo que han logrado. Todos luchamos contra el mismo sistema injusto que prefiere que compitamos entre nosotros en vez de confrontarlo. Muchas personas negras vienen a Canadá como inmigrantes o refugiadxs, buscando una vida mejor y seguridad para ellxs y sus familias, de la misma manera que muchos de ustedes lo han hecho. Nuestras luchas, quizás no sean las mismas, pero están vinculadas.

Por todas estas razones, yo apoyo el movimiento Black Lives Matter (“Las Vidas Negras Importan”) y otros movimientos de la liberación negra. Parte de este apoyo implica romper el silencio cuando escucho a gente de mi comunidad — o incluso de mi propia familia — diciendo o haciendo cosas que degradan la humanidad de las personas negras en este país. Te digo esto con amor, porque no quiero que este problema nos divida, o que siga dividiendo nuestras comunidades.

Espero que me acompañes en empatizar con la ira y el dolor de los padres, hermanxs, parejas, e hijxs que han perdido a sus seres queridos debido a la violencia policial. Espero que entiendas mi enojo y dolor, y que puedas apoyarme si elijo expresarme o protestar. Pido que compartas esta carta con tus amigos, y los alientes a ser empáticos y a alzar la voz también.

Sé que pronunciarse en contra de la injusticia puede dar miedo. Sin embargo, no podemos quedarnos con la conciencia tranquila si callamos mientras que las vidas de otros seres humanos están en peligro todos los días, especialmente si es debido al sistema que supuestamente debería protegernos.

Como tu hijx, estoy orgullosx y agradecidx eternamente por el difícil y largo viaje que hiciste para llegar a este país, y que has vivido y trabajado duro en un lugar que no siempre te ha tratado con amabilidad. Nunca deseaste que yo pasara por lo mismo que tú. En lugar de eso, has sufrido a la mano del prejuicio en Canadá para darme una vida mejor.

Estamos en esto juntxs, y no nos podemos sentir segurxs hasta que TODXS nuestrxs amigxs, seres queridos, y vecinxs estén segurxs también. Queremos que todxs en Canadá puedan vivir sin miedo a la violencia policial, el racismo y la discriminación. Este es el futuro que yo quiero — espero que tú también.

Con amor y esperanza,
Tus hijxs, sobrinxs, y nietxs

This is the Spanish (Asian focus) version of the open ​letters​ created by Letters for Black Lives, an ongoing project for people in ​the US and Canada​ to create and translate resources on anti-Blackness for their communities in solidarity with #BlackLivesMatter ​and other movements for Black liberation​. The letters were written and translated collaboratively by hundreds of people who want to have honest and respectful conversations with their ​families and communities​ about an issue important to them.

Mom, Dad, Uncle, Auntie, Grandfather, Grandmother:

There’s something I’ve wanted to talk with you about. Black people are a part of my life in important ways: they are my friends, my classmates, my partners, and my family. Today, I’m scared for them.

Last week in the United States, police killed a Black man named Alton Sterling while he was selling CDs in front of a store. The next day, police killed another Black man, Philando Castile, after being pulled over for a broken tail light while his girlfriend and four-year-old daughter were in the car.

This year, of the more than 500 people already killed by U.S. police, 25% were Black, even though Black people make up 13% of the population. In Canada, Black people are also negatively stereotyped, targeted and treated violently by the police, and overrepresented in prisons. Canadian police recently claimed the lives of Andrew Loku, Jermaine Carby, Abdi Hirsi and Jean-Pierre Bony, among many others — all Black people. Overwhelmingly, police do not face any consequences for ending these lives.

This is a terrifying reality that many of my Black friends live with every day.

Even as we hear about the dangers that Black people face, our instinct is sometimes to point at the ways we are different from them, and to shield ourselves from their reality instead of empathizing. When a police officer shoots a Black person, it’s easy to think it’s the victim’s fault, because we hear so many negative stereotypes in the media, and at our own dinner tables.

I want to share with you how I’ve come to see things. I think you might see things similarly.

We face discrimination for being Asian in this country. Sometimes people judge us negatively because of our different accents, or deny us opportunities because they don’t think of us as “leadership material.” Many of our elders have not been able to practice their chosen professions because their education from home was seen as inadequate. Some of us struggle with poverty. Some of us are told we’re terrorists, and made to feel unwelcome.

But the police don’t regularly gun down our children and parents for simply existing to the same extent that they do with Black and Indigenous peoples. Employers, landlords and institutions also often treat us better than Black and Indigenous peoples.

There are reasons why our Black friends experience things differently. As you may already know, Europeans colonized this continent, stole land and resources from Indigenous peoples, and forcibly brought Black people from Africa as slaves. For centuries, their descendants, communities, families, and bodies were ripped apart for profit. Even after slavery, they continued to be treated as less than human and were given very little support to rebuild their lives. Black people fought for the right to vote or own homes, and faced constant threats of violence, which continue to this day.

In fighting for their own rights, Black activists have led the movement for equality not just for themselves, but for us as well. They have been beaten, jailed, and even killed, fighting for many of the rights that Asians in Canada enjoy today. We owe them so much in return. We are all fighting against the same unfair system that prefers we compete against each other. Many Black people come to Canada as immigrants or refugees looking for a better life and safety for themselves and their families, just like many of you have. Our struggles, while not all the same, are interconnected.

For all of these reasons, I support Black Lives Matter and other movements for Black liberation. Part of that means speaking up when I see people in my community — or my own family — say or do things that diminish the humanity of Black people. I am telling you out of love, because I don’t want this issue to divide us.

I hope you join me in empathizing with the anger and grief of the parents, siblings, partners and children who have lost their loved ones to police violence. I hope you empathize with my anger and grief, and support me if I choose to be vocal or protest. I ask that you share this letter with your friends, and encourage them to be empathetic and vocal too. I know that it can feel scary to speak up. However, we cannot in good conscience stay silent while fellow human lives are endangered every day, especially by the very system that supposedly protects us.

As your child, I am proud and eternally grateful for your long, hard journey to come to this country and that you’ve worked hard and lived in a place that has not always been kind to you. You’ve never wished your struggles upon me. Instead, you’ve suffered through a prejudiced Canada to give me a better life than the one you had.

We are all in this together, and we cannot feel safe until ALL of our friends, loved ones, and neighbours are safe. We seek a place where everyone in Canada can live without fear of police violence, racism and discrimination. This is the future that I want — I hope you do too.

With love and hope,

Your children, nieces, nephews, and grandchildren

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