Mostrando entradas con la etiqueta Autopublicación. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Autopublicación. Mostrar todas las entradas

sábado, 22 de abril de 2017

Smashwords VI: Crear plantilla para publicar en Smashwords



Ya hemos hablado de los errores que no debemos cometer con los libros en Smashwords para que podamos entrar efectivamente al catálogo premium. Bien, quizás una de las maneras más sencillas de evitar todos esos problemas (o la mayoría de ellos) es la creación de una plantilla bajo los parámetros exigidos por ellos, y en la que podamos editar nuestro libro para publicarlo en esta plataforma.

En este video les muestro de manera muy sencilla cómo se puede hacer. Yo llevo mucho tiempo haciéndolo de esa manera y nunca me han rechazado ningún libro de los catálogos premium.





sábado, 1 de abril de 2017

Smashwords V: Errores por los que no aceptan los libros en el catálogo premium


Uno de los principales comentarios que he recibido, cuando hablo con algunas personas acerca de Smashwords, es que no es fácil hacer que acepten tus libros en la plataforma premium para la distribución a otras tiendas fuera de Smashwords. Me dicen que les rechazan el manuscrito una y otra vez, y que no saben por qué (dado que las respuestas que dan ellos reiten a la guía de uso que está en inglés, idioma que no todos manejan muy bien).

Pues bien, después de estar más de 7 años con ellos, he aprendido por qué rechazan los manuscritos (a mí también me pasaba al comienzo, pero ya no). Así que en este video les cuento cuáles son esas razones para que no les pase.

Espero que sea de ayuda.




sábado, 18 de marzo de 2017

Amazon: ¿amigo o enemigo?

 


No es necesario extenderme en la definición sobre Amazon. Cualquier persona que se encuentra en el mundillo sabe perfectamente que Amazon es la tienda más grande del mundo. El pilar de su funcionamiento es el comercio electrónico, y por supuesto, nosotros los escritores, tanto los autopublicados como los de editorial, tenemos casi la obligación de estar allí, como quien dice, si no estás en Amazon, no eres nadie y no existes.

Para los escritores, en especial los autopublicados, Amazon se convierte en un punto de venta necesario. Si es la tienda más grande del mundo, tienes que estar ahí, porque eso de alguna manera garantiza el alcance de ventas para todos.

Hacia el año 2011, Amazon lanzó su plataforma para permitir que escritores no afiliados a ninguna editorial pudiéramos vender libros allí, a través de la autogestión de la edición y publicación de nuestros libros electrónicos. Para muchos de nosotros, esto significó una increíble bendición: por fin podíamos saltarnos por encima a las editoriales -las molestas editoriales- que tienen millones de exigencias a las cuales no es tan sencillo adaptarse. Todos saltamos de la alegría y los escritores autopublicados se multiplicaron por miles. La plataforma se vislumbraba como algo que tendría futuro y que sentaría la base de una nueva forma de ser escritor.

Amazon, actualmente, se nos muestra como un trampolín a la fama con montones de ventajas y cada día con nuevos elementos que son de indispensable ayuda para los autopublicados: no tienes que estar con editorial y tu manuscrito puede entrar directamente a la venta, la protección de tu texto a través del DRM, la publicidad que ellos realizan a través de correo electrónico, la posibilidad de que tus lectores evalúen tus escritos, la posibilidad de tener exclusividad con Amazon, la inclusión en un plan en el que puede ser leído por miles de personas a través del Kindle Unlimited, y para cerrar con broche de oro, un concurso en el que te lanzan a la fama si eres un buen escritor y hasta te mandan a publicar con una editorial.

Pero la pregunta realmente es: ¿todas esas “ventajas” realmente lo son? ¿Es Amazon un amigo que quiere apoyar y ayudar a todos los escritores, o simplemente se valen de las intenciones de los que quieren ser escritores para poder sacar un provecho ganar fama y dinero a costa de nosotros? ¿Es Amazon un amigo o un enemigo?



Como primera medida, nos presenta la ventaja de que el manuscrito puede ir directamente de mi computador a la plataforma. En menos de tres horas el manuscrito estará publicado, a la venta y disponible para cualquiera que tenga una computadora y una tarjeta de crédito. Eso nos suena al mismo cielo. O al mismo infierno. ¿Y quién controla la calidad? Para nadie es un secreto que un alto porcentaje de los textos que se distribuyen a través de Amazon no tienen la calidad mínima para ser publicables. Y no hablo de la estructura de la narración, o del argumento, o de las ideas que se implican dentro de los textos, hablo de cosas tan mínimas, pero a la vez tan importantes como la ortografía, la redacción, la coherencia estructural que son lo mínimo por lo cual debe responder cualquier texto en el que uno ponga cualquier tontería que le pase a uno por la cabeza. Montones de lectores se han quejado de que el dinero que pagan por algunas novelas (incluso por aquellas que no cuestan sino $0,99 USD) es dinero desperdiciado por la cantidad de inconsistencias, errores y falta de profesionalismo puesto en algunos libros (ojo, dije algunos, no todos, yo sé que hay textos muy bien escritos y muy bien publicados). A la larga esto se convierte en un arma de doble filo. Si le cuentas a alguien que autopublicas en Amazon, podría pensar que tu libro es de tan baja calidad como la mayoría de lo que se vende ahí. Este carácter de “vale todo” bajo la cual funciona la plataforma de Amazon sin ningún tipo de control implica que la calidad de lo que venden importa mucho menos que la posibilidad de vender. Esta tienda le importa una sola cosa vender.

En segundo lugar, tenemos la protección del texto publicado a través del DRM, un elemento de seguridad que le ponen al libro para que nadie pueda compartirlo fuera de su propio dispositivo de lectura y así evitar la distribución ilegal. Pura mentira. Tú puedes colocarle al texto todas las restricciones que quieras, existen diez mil programas en Internet que pueden eliminar dicha protección exponiendo tu texto a la piratería, como ya se ha hablado mucho de eso en este blog. Si de verdad a Amazon le interesaran los aspectos relacionados con la protección de los autores y de sus obras, idearían algo que realmente pusiera un alto al asunto de la piratería, sin embargo, no lo han hecho, y el asunto del DRM se convierte en una fachada como quien dice “sí protegemos tu libro, pero no tenemos la culpa si alguien contrarresta nuestras funciones para proteger tu libro”.

El tercer asunto sobre el que quiero llamar la atención es la aparente publicidad que realiza Amazon sobre los libros. Me parece curioso, en algunos grupos y foros, las autoras comentan felices que les llegó a su correo publicidad sobre las novelas que ellas venden en Amazon. Querida amiga autora, lamento mucho informarte que Amazon hace publicidad de tus novelas a ti misma, no a los demás. O ponte a pensar, ¿cuántas veces recibes publicidad sobre novelas de autoras que no son tú, que tú no lees, que no escriben sobre el mismo género tuyo o que tú no conoces? Digo sin temor a equivocarme que muy pocas veces o ninguna. A mí también me llega publicidad sobre mi novela y me llega publicidad sobre algunas novelas sobre las que he hecho clic es decir que no son libros desconocidos para mí. Con esto, Amazon nos da “contentillo” haciéndonos creer que hacen publicidad de nuestros escritos cuando nada está más lejos de la realidad. Ellos simulan hacer publicidad para hacerte pensar que en realidad te hacen publicidad con todos. No me extrañaría que alguno de estos días Amazon sacara algo así como un plan de marketing en el que tú como autora pagas una pequeña cantidad de dinero para que ellos se encarguen de difundir tu libro. Todo es un negocio en esta vida.

El siguiente punto sobre lo que quiero llamar la atención es sobre las infortunadas estrellas de Amazon en las cuales se “refleja” la “calidad” de nuestras novelas. No voy a entrar a hablar mucho sobre las dichosas estrellas porque ya mis dos compañeras de este blog lo han hecho en otros artículos, uno de ellos sobre todo lo que se esconde detrás de las estrellas de Amazon y otro post sobre el verdadero significado de las famosas tres estrellas. Te invito a leer ambos textos que son bastante interesantes. A lo que voy ahora es al poco control que tiene Amazon sobre las puntuaciones que dan los lectores. En primer lugar, no es necesario haber comprado el libro para puntuarlo, y eso me parece un terrible desacierto por parte de esta tienda. ¿Cómo es posible que se permita evaluar la calidad de algo que no se ha comprado? Me parece una completa falta de respeto hacia los autores. Si de verdad Amazon quisiera que la evaluación fuera honesta, la restringiría única y exclusivamente para las personas que han comprado la novela, no para cualquier persona que haya hecho cualquier compra (hasta de un destornillador). A ellos solamente les interesa que haya puntuaciones para poder jugar con los ranking y de esa manera vender libros. A ellos les interesa vender. En segundo lugar, existen “lectores” que sólo ponen una estrella en absolutamente todo lo que leen (o dicen leer). Es decir, lectores que están empeñados en desprestigiar los libros que vende Amazon. ¿Es posible que alguien deteste absolutamente todo lo que lee? Y si así es ¿por qué seguir comprando y seguir puntuando? Si yo veo que un lector compró cuatro libros y a los cuatro les puso una sola estrella y no vuelve a comprar, yo digo, está bien no le gustaron los libros. Pero si yo veo que un lector ha leído 80 libros y a los 80 libros los puntuó con una o dos estrellas, eso me tiene que dejar ver que la evaluación no es ni sincera ni honesta, y que hay algo más detrás de ella. Pero Amazon no se digna hacer ese tipo de controles, porque lo único que le interesa es vender.

Otro punto que me parece también una desventaja para los escritores, es la exclusividad a la cual se tienen que someter los libros si quieren algunos “beneficios” como estar en el Kindle Unlimited o si quieren que su libro entre para ser pagado por la cantidad de páginas que se leen. Una completa falta de respeto. Yo, como autora, tengo la potestad de decidir en qué plataformas pongo mis libros. Si bien es cierto que Amazon es la más conocida, también es cierto que no es la única, ni mucho menos la mejor. Existen otras tiendas que le brindan más beneficios a los autores y a los lectores. Por ejemplo, la plataforma Smashwords (la experta es Mary pero también tengo libros ahí y he podido ver las ventajas) tiene más beneficios: te paga mejor las regalías, te pone en montones de librerías conocidas como Kobo, iTunes, Scribd, OverDrive, y día a día sigue abriendo más convenios con otras librerías, tienes mayor control sobre el libro y su distribución, no te exige ninguna exclusividad para estar en sus planes de promociones y beneficios, y otras ventajas que son como el carnaval de Barranquilla “quien lo vive es quien lo goza”. Esa exclusividad que exige Amazon solamente corrobora sus ansias de establecerse en el mercado como los primeros, como los más vendidos, como los dueños del imperio, están pensando en su propio bolsillo y en su propio beneficio y no en el de los autores.

Hablando del Kindle Unlimited, asunto que se presenta como otra “ventaja”, desde mi punto de vista en vez de ser una ventaja es una agresión en contra de los autores. En primer lugar, los lectores le pagan a Amazon una cantidad mensual por el derecho a leer cualquier cantidad de libros que a ellos se les pegue la gana, lo cual significa que pueden descargar el libro en cuestión, de manera ilegal quitarle el DRM y distribuirlo por donde quieran, es decir esto facilita totalmente la piratería, con el agravante de que en la versión anterior quien piratea tiene que pagar el dinero que cueste la novela y en este plan ya no tiene que pagar ni un peso. En segundo lugar, se supone que al autor le corresponde cierto porcentaje según la cantidad de gente que descargue el libro o que lo lea o lo que sea, asunto que realmente nunca nos ha quedado claro a los autores, no se nos ha explicado en detalle cómo funciona, no sabemos si realmente las cifras que ellos presentan son las reales y no sabemos si se nos están pagando la regalía de manera correcta. Lo que sí hemos podido notar los autores que tuvimos el mal tino de meter nuestros libros en el Kindle Unlimited es que las regalías de esta manera bajan muchísimo con respecto a las regalías normales de un libro. Otro asunto que favorece las ganancias de Amazon y reduce las de los autores.

Por último, quiero hablar sobre el dichoso concurso que ha realizado Amazon en varias ocasiones para “lanzar al estrellato” a quien se lo merezca por su talento. Por un lado, no parece muy adecuado que una plataforma que le ha apostado al asunto de la autopublicación, siga fomentando la idea de que lo mejor es estar en una editorial, por lo cual al ganador del concurso, se le va a “premiar” sacándolo del estigma, del dolor y de la pena de ser un “pobre y triste” autopublicado para convertirlo en “alguien importante”, alguien que “valga la pena”. Es completamente incoherente con la filosofía que apoya la autoedición. Por otro lado, Ustedes ya saben lo que pienso de los concursos, de cómo funcionan, pues lo hice notar en otro post. El concurso de Amazon funciona de la misma manera. Aquí no gana el que tiene más talento, sino el que tiene más barra, el que hace mejor publicidad, y que convence a los fans, el que tiene mejores relaciones y hasta el que tiene mejores palancas. Nuevamente se favorece a Amazon como empresa y se desvirtúan los derechos del que ha decidido ser autopublicado porque así lo ha querido.

Es interesante ver como todo aquello que Amazon nos ha vendido como ventajas, ventajas y más ventajas sobre la publicación con ellos, en realidad esconde un fondo en el que todas aquellas “ventajas” son exclusivas para los dueños de la empresa y no para los autores. Desafortunadamente, uno no puede evitar estar ahí, como dije al comienzo de este artículo, Amazon es la tienda más grande y hay que vender ahí, hay que estar ahí, cada quien determina el precio que tiene que pagar por tener que publicar en la plataforma de su enemigo.



miércoles, 23 de marzo de 2016

Smaswords III: Publicar un libro en Smashwords

En pasados artículos, hablábamos sobre la plataforma Smashwords y analizamos sus ventajas y desventajas. Luego, observamos cómo podíamos ingresar a la plataforma y establecer nuestro perfil de vendedores.



Ahora, quiero contarles cómo publicar un libro en esta plataforma.





Si no puedes ver el video, haz clic aquí.







Si no puedes ver el video, haz clic aquí.



miércoles, 3 de febrero de 2016

Smaswords II: Abrir un perfil en Smashwords y personalizarlo



En una entrada anterior, les comenté qué era la plataforma Smashwords para publicación de ebooks. Ahora, si ya se decidieron a abrise una cuenta allí para publicación, o simplemente para lectura de ebooks, a través de estos videos te cuento cómo se hace.



Si no puedes ver el video, haz clic aquí.




Si no puedes ver el video, haz clic aquí.



Si no puedes ver el video, haz clic aquí.


lunes, 1 de febrero de 2016

Ediciones el Purgatorio: editoriales y pseudoeditoriales


El sueño de todo escritor es dar a conocer su obra, y si hay una editorial que lo respalde y apoye en esa labor, muchísimo mejor. No obstante, algunas veces resulta mejor estar “solo que mal acompañado”, específicamente cuando tras de la fachada de una empresa editorial lo que en realidad se esconde es una pseudoeditorial, o como yo le llamo “el purgatorio”.

Hace muchos años, cuando la autopublicación era algo escaso y prácticamente desconocido, la única posibilidad que teníamos los escritores era firmar un contrato con alguna editorial para publicar nuestro trabajo y con ello obtener el reconocimiento moral y económico que implica esta profesión.

Con el paso de los años, aparece la figura del autopublicación en manos de diversas empresas y plataformas (pues la autopublicación no es exclusiva de los ebook ni de internet) que le permiten al autor no sólo gestionar sus libros sino tener todo el control sobre la producción. Sin embargo, parece ser que todavía muchos escritores se muestran renuentes a esta opción, específicamente porque todavía se tiene la creencia de que lo que publica una editorial tiene más calidad que lo que se autopublica (asunto cuestionable que debatiremos en otra ocasión).

¿A qué autor no le gustaría emprender la aventura de la publicación de la mano de expertos?

Por supuesto, existen editoriales serias, algunas con una amplia trayectoria y otras más recientes, pero que a través de su trabajo y el excelente manejo se han posicionado en el mercado y brindan la confianza para que el autor aspire a formar parte de ellas. Son esas editoriales con varias publicaciones, unos representantes serios, editores preparados, ilustradores y otros profesionales dispuestos a realizar un buen trabajo a partir de la obra. Incluso, se dan el lujo de organizar concursos para elegir textos que publicarán en los siguientes meses.

Sin embargo, no todo lo que brilla es oro y no todas las que se dicen “editoriales” lo son. En los últimos años hemos acudido a varios vergonzosos espectáculos en los que dichas “empresas” han sido desenmascaradas y se ha revelado una serie de irregularidades que no son propias de las editoriales serias.



Por ejemplo, existen editoriales que publican bajo la figura de co-edición, es decir, el autor tiene que pagar por parte de la edición y la producción de la obra, pero que se presentan como editores y que no advierten previamente al autor sobre el pago que deben realizar por ser publicados. Después de que le han hecho firmar el contrato al autor, este se lleva la sorpresa de que debe pagar por un montón de cosas que no le han explicado. Muchos autores prefieren continuar y hacer la inversión esperanzados en que van a recibir beneficios, sin embargo no siempre es así. Son editoriales que corren detrás de los autopublicados y escritores nóveles ofreciéndoles el cielo y la tierra para que publiquen con ellos. ¿Una editorial seria tiene que perseguir autores? Claro que no.

Hace tiempo, me comentaron de una editorial en la que supuestamente no cobraban nada por la edición y la impresión, pero que en el contrato el autor se comprometía a vender por su cuenta 50 ejemplares de la obra como mínimo, y que si el autor no conseguía la cantidad de personas necesarias para comprarlas, tenía que pagar el excedente de su propio bolsillo. Como quien dice, el autor (y sus familiares y amigos o quienes compren dichos ejemplares) son los que terminan financiando la edición.

Otro de los problemas se da con algunas editoriales que publican en formato digital. Algunas de ellas ni siquiera revisan el manuscrito enviado, ni siquiera lo pasan por el corrector ortográfico y mucho menos realizan una revisión de estilo. Es más, he escuchado de editoriales que le dicen a sus autores en que tamaño de papel deben enviarlo, con qué tipo de letra, con que interlineado y todo lo necesario para que ellos tengan que hacer el mínimo esfuerzo a la hora de publicar. Incluso, piden al autor la portada elaborada y en caso de no tenerla, ellos la realizan muchas veces con una calidad dudosa.

Hubo un caso muy sonado hace algunos años. Una “empresa” se hacía pasar por una editorial y recibió muchos manuscritos de autores que después de celebrar un contrato, que tenía la apariencia de ser serio. Resultó que publicaban a través de CreateSpace y que, no solamente nunca les dieron regalías a los autores (incluso se les dijo descaradamente que nunca habían vendido un ejemplar, cuando sus familiares y amigos habían comprado varios) sino que además estos tuvieron que batallar para recuperar los derechos patrimoniales de su obra.

¿Y qué decir de la publicidad y la difusión que hacen estas pseudoeditoriales? Mínima y en la mayoría de casos nula, pues es el autor quien debe acudir a sus propias herramientas de difusión, propaganda e incluso venta de los ejemplares. En estas pseudoeditoriales no hay eventos de lanzamiento, no hacen propaganda en las redes ni en los medios, no invierten dinero en publicidad y por supuesto no dan a conocer al autor.

La pregunta entonces es: ¿vale la pena publicar en esas pseudoeditoriales?



Yo creo que no.

Si lo miramos detenidamente, la única diferencia entre esas pseudoeditoriales y la autopublicación es que le cedes a ellos el derecho patrimonial de tu obra por lo menos por algún tiempo, y con ello el poder de ganar dinero, e incluso, hacer trampas si ellos quieren. En pocas palabras, es una diferencia negativa: en la autopublicación tienes el control monetario de tu obra y de la regalías que recibes por ellas.

Sin embargo, muchos escritores siguen prefiriendo estas pseudoeditoriales sólo por el dudoso placer de decir que están publicados con el respaldo de una editorial.

Tener una obra en dichas editoriales, desde mi punto de vista, es el mismo purgatorio: no estás en el cielo de tener una editorial seria y reconocida que verdaderamente apoye tu trabajo, y tampoco estás en el infierno de que tu obra no sea conocida, estás en el purgatorio con una obra que está pagando la condena de ser vendida y aprovechada por otros que ni te dan el respaldo editorial ni te dan el apoyo publicitario que tu obra necesita. Lo peor es que estás amarrado a ellos a través de un contrato que puede prolongar por varios años la condena de la obra en el purgatorio, sin poder quitarla para ofrecer la otra editorial (y recordemos que las editoriales serias no publican algo que no sea inédito) y mucho menos en el infierno del desconocimiento que te dará la posibilidad de algún día llegar directamente al cielo.

Esta es una de las razones por las cuales yo apoyo la autopublicación. Si en realidad lo único que hacen las pseudoeditoriales es aprovecharse de tu obra, no vale la pena, es preferible hacer todo el trabajo tu solo, y que finalmente los beneficios de ese trabajo lo recibas tú solo.

miércoles, 20 de enero de 2016

Smaswords I: Plataforma Smashwords para publicación de ebooks



Generalmente cuando se piensa en la autopublicación, la palabra “Amazon” viene a nuestra mente de manera automática. ¿Cuántas veces nos hemos detenido a analizar si en realidad es la única posibilidad que tenemos los autopublicados? Pareciera que no hubiera más lugares para difundir nuestras creaciones.

La verdad es que plataformas de publicación y tiendas online hay muchas. Y a través de algunas entradas quiero explorarlos para analizar los pros y los contras que podrían traer, así como su funcionamiento en líneas generales.

¿Alguien ha escuchado sobre Smashwords?

Yo llevo publicando allí (a la par que publico en Amazon) desde el año 2010 y para mí ha sido una buena experiencia.

En este video te cuento en líneas generales qué es y cómo funciona la plataforma Smashwords, así como sus principales ventajas y desventajas.



Si no puedes ver el video, haz clic aquí.

Actualización febrero 2017
A partir de este mes, los pagos de Smashwords serán cada mes.


Propiedad Intelectual

Todo el contenido del blog está protegido por derechos de propiedad intelectual. Queda rigurosamente prohibida la reproducción parcial o total por cualquier medio o procedimiento, sin la autorización escrita y legal de los titulares del Copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes. Cada autora es dueña y responsable de sus publicaciones y podrá emprender las acciones pertinentes si ve vulnerados sus derechos.

Lo último en los blogs de nuestras irreverentes