En el ocaso del mes de abril reapareció en el ruedo mediático Daniel Sánchez Llibre. Como quien no quiere la cosa habían transcurrido ya un par de años de su última rueda de prensa y siete desde su postrera entrevista del antiguo mandatario blanquiazul. Las declaraciones de Dani en el espacio radiofónico Perico Llobregat Blanc i Blau bascularon entre el presente más inmediato y el pasado más lejano. 

La frase recurrente de aquel Dani mientras presidía el RCD Espanyol era "lo que hoy es blanco mañana puede ser negro". Dani fue fiel a sí mismo. En el transcurso de la entrevista afirmó: "si pudiera echar marcha atrás, visto lo visto, no haría el estadio. Fue el error más grande de mi mandato" aseveró impertérrito.

¿Qué ha podido suceder en tan corto periodo de tiempo para que el impulsor del RCDE Stadium, mejor construcción deportiva del mundo en 2010, reniegue del majestuoso edificio que hoy es nuestra casa?

Consideraciones personales deben subyacer en la afirmación. No olvidemos que avaló con su patrimonio personal el crédito sindicado que posibilitó la construcción del estadio. La permanente espada de Damocles de las consecuencias de hipotéticos impagos es de suponer que le habrán producido muchos dolores de cabeza y noches de insomnio además de las consecuencias deportivas derivadas de las estrecheces económicas que se derivaron de la construcción del "templo".

Emprender la construcción de un estadio con los limitados recursos de los que disponía el Club limitaba el talento deportivo en la plantilla porque éstos se destinaban a la adquisición de metros cúbicos de hormigón que fraguarían al sol entre los términos municipales de Cornellà y El Prat. Entre equipo o gradas se optó por lo segundo y aquel entusiasmo prácticamente unánime de habitar en casa propia ha ido derivando en desazón y desapego ante la ausencia de alegrías deportivas.

El tema ha estat sotmès també a debat aquest dijous a "El judici" 

En honor a la verdad, la práctica totalidad de la afición espanyolista es corresponsable de haber levantado el estadio. De haber existido error sería responsabilidad de casi todos y no de Dani en exclusiva. Tras abandonar traumáticamente Sarrià, nos vimos obligados al traslado obligado a Montjuic temerosos de nuestro futuro. Transcurrido poco tiempo y asentada nuestra existencia con Sarrià ya en el recuerdo y digerida a trancas y barrancas su pérdida, los pericos exigíamos y añorábamos una nueva casa en propiedad. Fruto de ese sentimiento la directiva encabezada por Dani, siempre permeable al sentir social, hizo realidad ese sueño. No está de más recordar que incluso por millares acudimos a una ampliación de capital, exigencia de la banca para otorgar el préstamo que financiaría la construcción del RCDE Stadium. En sentido opuesto tan solo recuerdo una voz discordante a la idea, la de Paco Flores que manifestaba en público y en privado que entendía un error destinar tantos recursos al continente (nuevo estadio) y como consecuencia de ello prácticamente ninguno al contenido (plantilla).

En nuestro "Templo" hemos vivido hasta la fecha más bien pocas alegrías futbolísticas, pero el RCDE Stadium y volviendo al símil que tanto gustaba utilizar a Sánchez Llibre Cornellà-El Prat han cohabitado el blanco y el negro hasta el día de hoy. El negro mientras duró la hemorragia de recursos volcados en el pago de su construcción y el blanco más recientemente porque sin su existencia aquí jamás hubiese aparecido un inversor chino o de cualquier otra nacionalidad que resucitara a un muerto que no era otro que nuestra moribunda hasta no hace tanto histórica institución blanquiazul. Así lo expongo aquí, negro sobre blanco, en mi primera columna en éste espacio. Vendrán más.

Fran Sánchez Alaminos